martes, agosto 28, 2012

LA “MUERTE” ANUNCIADA Y LA FARSA DE LA SUSPENSIÓN


“Sí hay una muerte no, puede haber suspensión. La muerte es muerte, la suspensión implica resurrección, volver a vivir. Y si esto sucede, dentro de dos años tendremos una momia. Conga: La momia de KUCZYNSKI Y DE LA NEWMONT”    A.Z. LINGÁN      
Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán.

Hace algunos días Pedro Pablo Kuczynski, representante de la crema y nata de la DBA (derecha bruta y achorada), anunció la “muerte” del mega proyecto Conga, cuando indicó “el proyecto conga está muerto, por lo menos por dos o tres años”.  No cabe ninguna duda que la palabra del ultra-liberal y pluto-tecnócrata suena, en los oídos de gobernantes y accionistas de transnacionales, a ley y orden. De igual manera, otro representante de la misma camada ideológica, perteneciente al fujimorismo, se paseó por todos los instrumentos mediáticos cajamarquinos para, según él, “exigir” al gobierno, aprendiz de nacionalista, la “urgente suspensión” de dicho mega proyecto, lanzando al mismo tiempo altisonantes “cantos de sirena” para que tal vez muchos ingenuos le otorguen confianza tal como lo hicieron en la campaña electoral, elevándolo a la categoría de “padre de la patria”. En el mismo sentido es posible que representantes del autodenominado Colectivo Cajamarca, (operadores apasionados de la transnacional minera) hayan tirado la toalla, o mejor dicho se hayan dado por vencidos en su propósito de lograr que Conga Vaya en el más corto plazo, por lo que han viajado a Lima a reunirse con el Premier Jiménez Mayor, probablemente para “exigir” por un lado la ampliación del Estado de Emergencia, por 30 ó 60 días más; por otro, sumarse, con el dolor de su alma, a la alternativa de la “suspensión” del mega proyecto y, como si esto fuera poco, a  solicitar disqué al gobierno para que les lance un salvavidas financiero (rescate financiero), porque, según andan rompiéndose las vestiduras, quejándose que pierden millones de dólares por culpa de las protestas sociales. ¿Qué se creen los señores del Colectivo? ¿Acaso tienen complejo de banquero norteamericano? En fin, ya no se sabe que es lo que realmente buscan: algunos hablan de suspensión, otros hablan de postergación, el Sr. Richard O’Brien manifiesta que su mega proyecto se mantiene en los planes de l Newmont; mientras los “nacionalistas”, repiten en coro que “los dos años de suspensión servirán para que la transnacional asegure a los cajamarquinos agua en abundancia y de calidad”; por su parte los curitas no pierden el tiempo y todos los días se esfuerzan por “sensibilizar” a “Goyo”, clamando a los cuatro vientos dialogo, dialogo y dialogo. Pues para el oficialismo y para la transnacional Gregorio Santos es el único malo de la película, por no sentarse a dialogar o mejor dicho a aceptar que Conga Vaya sí o sí.
                 
El titular periodístico “suspenden Conga”, aparecido en el diario La República el 22 de agosto, puesto, seguramente, a partir de las declaraciones del dueño máximo de la Newmont, Richard O’Brien  y que el gobierno debe oficializarlo, porque no le queda otra salida, ante la férrea resistencia del pueblo cajamarquino, corrobora su sujeción a los dictados de la derecha y las transnacionales. Confirma la vox populi en el sentido que el régimen de Ollanta Humala se pone sordo y mudo a las miles de voces y gritos populares; pero tiene un oído felino (muy agudo) a las sugerencias, pedidos, exigencias, opiniones, etc., etc.,  de algunos personajes encumbrados como PPK, gente del Colectivo, congresistas fujimoristas, apristas, toledistas, dueños de transnacionales, etc. Cabe indicar que las declaraciones de Monseñor Cabrejos, uno de los “facilitadores del dialogo”, en el sentido que según él “sólo existirían dos alternativas en el caso Conga: El dialogo pacífico o el empleo de la fuerza y la violencia”, creo que no han tenido mucho eco en las altas esferas del gobierno y de la transnacional, como no han tenido eco los probables “informes” alcanzados al gobierno de Humala, los cuales fueron resultado de la famosa “mesa de escucha” y de su paseo por las lagunas de Conga, porque no se ha escuchado ningún pronunciamiento oficial en relación a esos informes de dichos facilitadores religiosos. Al contrario, la respuesta fue la ampliación del estado de emergencia, que ya está llegando a su fin, si es que el Gobierno de Ollanta no le hace caso a los empresarios del Colectivo y a Cecilia Chacón, quienes quisieran que lo amplíen otros 30 días más, si es posible todo el año o los 17 años, tiempo suficiente como para que la Newmont termine de extraer el oro y de destruir las fuentes acuíferas de las jalcas cajamarquinas.
Ahora, bien. Si el gobierno confirma u oficializa  la suspensión del mega proyecto Conga el pueblo debe tomarlo con calma y serenidad, pero no con triunfalismo. Porque debe tener claro que toda suspensión implica temporalidad, es decir que “suspender” algo significa que, pasado un determinado tiempo, ese algo se hace realidad, se “activa” o “revive”. En el caso Conga todas las voces de quienes han visto temporalmente frustradas sus expectativas al no poder ejecutar, por el momento, el proyecto, concuerdan en que la “suspensión” es temporal, concretamente por dos años, bajo el argumento de que durante el tiempo que dure tal “suspensión” la trasnacional y el gobierno desarrollarán una intensa campaña de “sensibilización” con dos objetivos: recuperar la confianza perdida de la población cajamarquina hacia la transnacional y explicar las bondades del proyecto Conga y sus beneficios para el “desarrollo” de la región.  Desde esta perspectiva la suspensión constituye más una estratagema y artimaña antes que una decisión honesta y transparente y menos es una decisión que obedece a la demanda del pueblo. El pueblo cajamarquino no está exigiendo suspensión del mega proyecto, por uno, dos, tres, cinco o diez años, lo que exige es la DECLARACIÓN DE LA INVIABILIDAD DE DICHO MEGA PROYECTO, bajo el sabio criterio de que CONGA NO VA, NI HOY NI NUNCA. El proyecto Conga no puede ir dentro de tres años, ni de cinco; ni de 20 ó 50 años. Dentro de 50 años peor todavía, porque para ese entonces la crisis del agua seguramente será mucho más aguda, que el pueblo se habrá convertido en mendigo de un balde o vaso de agua. Además, hasta antes de las protestas sociales, realizadas a partir de noviembre del 2011, es posible que la empresa minera haya tenido alguna posibilidad de generar algún grado de confianza en la población cajamarquina, porque aún no se develaba su oscuro rostro de poder; pero a partir de noviembre, más específicamente durante los momentos de feroz represión, del asesinato a cinco luchadores sociales de Celendín y Bambamarca, la persecución a dirigentes, el empleo de sicarios para atentar contra la vida de varios luchadores sociales, los estados de emergencia, etc., la población cajamarquina, ahora exige no sólo la inviabilidad del mega proyecto, exige también que la Newmont se retire de la región Cajamarca y porqué no decirlo del país; porque no se puede convivir con una empresa que tiene malas prácticas reñidas con la moral, la ética y con la vida misma.
Es cierto, la población cajamarquina ha obtenido un triunfo, pero es un triunfo, por decirlo de alguna manera, parcial, porque la decisión de “suspender” se debe a la presión social, en otras palabras a la lucha del pueblo; pero, reiteramos, el pueblo exige la declaratoria de inviabilidad, lo cual no lo ha logrado todavía. Sin embargo, la suspensión le debe servir al pueblo para continuar organizándose y fortaleciendo sus conocimientos en cuanto a las consecuencias negativas de una actividad minera en cabecera de cuenca. Esto significa que debe estar vigilante y no bajar la guardia, considerando que la transnacional emplea muy bien sus artimañas para sacarle la vuelta a la ley, al pueblo y a sus propias decisiones. A propósito de esto último: recordemos que en el 2011, Carlos Santa Cruz anunció desde Palacio de Gobierno la “suspensión” del Proyecto Conga, sin embargo tal “suspensión” nunca se hizo realidad al 100 %. Pues, la empresa continuó, al igual que hoy con sus actividades, con la “construcción” de sus reservorios, concretamente en la zona de Chaullagón. Así, mientras la población se movilizaba y/o moviliza por las calles cajamarquinas ellos siguen  trabajando normalmente, sin ningún contratiempo. El estado de emergencia, tan exigido por El Colectivo y Cecilia Chacón, es precisamente para que la transnacional desarrolle sus actividades con toda normalidad. Por lo tanto, hablando con rigor, esta sería la segunda suspensión del proyecto Conga.   
Concuerdo plenamente con el Sociólogo Wilder Sánchez cuando, en relación a la llamada “suspensión”, indica: “En realidad, es una treta muy bien montada que pretende “hacer cholitos” a los cajamarquinos.  Al parecer el libreto lo han preparado los curas “facilitadores del diálogo” (léase: facilitadores de Conga) y Kuczynski, quien venía declarando que “Conga está muerto por dos o tres años más”.   Hay que tener en cuenta que los curas se reunieron con el “Colectivo por Cajamarca” (Colectivo por Yanacocha), con la Newmont, con la Embajadora yanqui, nuevamente con la Newmont y luego con el Gobierno y la Newmont”. En efecto, así es,  Ya nos han hecho sus “cholitos”, no sólo ahora, sino durante 18 años. Pues nos han acostumbrado a recibir migajas y nos han sembrado la expectativa de un desarrollo que nunca ha llegado, al mismo tiempo que nos han hecho creer que sólo la minería nos va sacar de la pobreza y que sí esta se va, se acaba el mundo para Cajamarca. Hoy nos meten miedo a través de represión, muerte, persecución y amenazas y encima nos dicen, por dos veces ya, que suspenden su Proyecto y luego no lo hacen, siguen trabajando como si nada pasara; pero eso si, a través de sus instrumentos mediáticos capitalinos y muchos medios locales nos andan diciendo que pierden millones producto de las protestas sociales, asuzadas por los intransigentes, radicales, anti-mineros etc., etc.  
Finalmente, seamos realistas: todavía no hemos ganado la batalla. Decir que hemos “triunfado” es darle en la yema del gusto al  Colectivo, a la Newmont y al gobierno. Porque ellos son conscientes que esto de la “suspensión” es el PLAN PERFECTO. Pero para el pueblo es como un somnífero, para dos años, durante los cuales ellos van a preparar las “condiciones” para que afines del 2013 o en el 2014, empiece el saqueo con fuerza, alevosía y ventaja. Durante esos dos años también servirá para que sigan con los regalos a los campesinos, comprando las conciencias de algunos lideres y dirigentes de la zona rural; preparando sus próximos candidatos a los gobiernos locales, regional y a Presidente de la República. Así mismo para que continúen construyendo sus llamados reservorios. A propósito de reservorios, los dirigentes, líderes y la población en general debemos estar en alerta roja, porque si van a construir reservorios, se supone que éstos serán muy grandes, ocuparán mucho espacio, con lo cual, durante los dos años de “suspensión”,  prácticamente van a ir destruyendo los humedales y bofedales, o los llamados colchones acuíferos, que sirven precisamente para recargar a las lagunas. En ese entonces dirán: “ahora si las lagunas ya no sirven, porque ya no se pueden llenar” y poco a poco irán desapareciendo, aparentemente de forma “natural”. Vista así, la “suspensión” es mucho más peligrosa de lo que en apariencia parece ser.  Como dicta el sentido común de la población: en teoría estamos ganando, pero en la práctica estemos en camino a perder la batalla, si es damos crédito excesivo a las tretas del gobierno y de la transnacional. Peor aún si nuestros dirigentes ya se subieron al ring de box para propinarse zurdazos y derechazos, mientras que el pueblo se lamenta; la transnacional y el gobierno aplauden y se frotan las manos  rogando para que continúen así. Peleando.   ////////
  Escrito: 25 de agosto del 2012

No hay comentarios.: