"El Maletero" "Red Verde Cajamarca"
sábado, enero 21, 2023
HASTA SIEMPRE DON CARLOS ALFARO CHAVARRY
Me acaba de caer como un balde de agua fría, las redes sociales sanpablinas hoy difunden el fallecimiento de un ciudadano honorable, Don Pedro Carlos Alfaro Chávarry , uno de los gestores de la creación política de la Provincia de San Pablo, quien ha fallecido en la ciudad de Trujillo donde fijó su residencia familiar desde que inició sus estudios de Medicina Humana en la Casa de Bolívar y Sánchez , carrera que no concluyó por dedicarse a la actividad empresarial en la ciudad de la primavera y en Chimbote. Estando próximo el Centenario de la Batalla de San Pablo , se sumó a la inquietud de los sampablinos cohesionando desde la Asociación de Sanpablinos residentes en Trujillo , las gestiones que se complementaron con las autoridades del entonces distrito de San Pablo y los aportes e iniciativas del Club San Pablo de Lima y colonias de otras ciudades del país , cristalizando el ideal al promulgarse la Ley 23336 del 11 de diciembre de 1981.
Nuestro ilustre coterráneo nos deja a los 92 años de edad , tuvo como progenitores a don Oscar Alfaro Atalaya y a doña Isabel Chávarry Hernández, fue el segundo Alcalde Provincial de San Pablo y luego de un período intermedio fue reelegido en dos períodos consecutivos. Su mayor aporte de gestión municipal se materializó en la reapertura de las antiguas calles en el sector La Manzanera de la ciudad de San Pablo, capital de la provincia , sector que había sido parte del casco urbano primitivo y que fuera destruido y abandonado por sus propietarios. Ahora luce construcciones modernas de nuevas viviendas y sedes de servicios públicos, agrego el emblemático proyecto Canal El Rejo, esperamos que en su memoria este sueño lo haga realidad la actual gestión edil.
Nuestras condolencias a su señora esposa, hijos, nietos , hermanos y demás familiares. Don Carlos Alfaro Chavarry, descansa en paz .
Las mentiras de las grandes petroleras y la crisis del cambio climático
Por: Amy Goodman y Denis Moynihan
La reconocida activista ambiental sueca Greta Thunberg ha sido llevada en andas a la fuerza. Sí, literalmente. Greta se unió a miles de activistas que se habían congregado en el pueblo de Lützerath, Alemania, para protestar contra la expansión de una mina a cielo abierto de lignito, uno de los tipos más contaminantes de carbón. La policía antidisturbios alzó por la fuerza a Greta para retirarla del lugar y la detuvo junto con otra gran cantidad de activistas. Greta publicó en Twitter: “Ayer formé parte de un grupo de personas que protestó de manera pacífica contra la expansión de una mina de carbón. […] La policía nos rodeó y luego nos detuvo, pero a la noche nos dejaron ir. Proteger el medioambiente no es un delito”.
Mientras Greta era detenida, miles de representantes de la élite mundial llegaban a la ciudad suiza de Davos para asistir a la edición número 53 del Foro Económico Mundial. Este encuentro anual se promociona como un espacio en el que líderes empresariales y políticos entablan un diálogo entre iguales para abordar los problemas más apremiantes del mundo. Cientos de estos líderes llegan de manera individual en jets privados, uno de los modos de transporte más contaminantes.
Esta reunión de altos emisores de carbono incluyó la intervención del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. “Estamos coqueteando con el desastre climático. Cada semana tenemos un nuevo evento climático aterrador. […] Las consecuencias, como todos sabemos, serán devastadoras. Varias partes de nuestro planeta serán inhabitables. Para muchas [comunidades], esto es una sentencia de muerte. Pero no es una sorpresa. La ciencia lo ha tenido claro desde hace décadas. La semana pasada nos enteramos de que algunos productores de combustibles fósiles eran plenamente conscientes en la década de 1970 de que su principal producto estaba calentando nuestro planeta”.
Guterres se refiere a un estudio publicado en la revista Science que confirma que las compañías de combustibles fósiles sabían desde hace mucho tiempo que los gases de efecto invernadero intensificaban el cambio climático inducido por los humanos. Este estudio siguió a un informe publicado en diciembre por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en el que se documentan décadas de “lavado de imagen” con aparentes campañas de cuidado del medioambiente y afirmaciones falsas sobre el cambio climático por parte de las empresas ExxonMobil, Chevron, Shell, BP, el Instituto Estadounidense del Petróleo y la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
El congresista demócrata Ro Khanna, que ayudó a impulsar la investigación, expresó en una entrevista con Democracy Now!: “Exxon, Chevron y otras grandes compañías petroleras sabían que estaban provocando el cambio climático cuando quemaban combustibles fósiles en la década de 1970 y que este iba a ser un gran problema para la humanidad. Tenían a los mejores científicos. Y, sin embargo, sus ejecutivos mintieron durante décadas y no revelaron a la población estadounidense lo que sus propios científicos habían concluido. Como resultado, nunca comenzamos la transición [energética] y ahora nos encontramos sumidos en este mundo de dolor”.
El “mundo de dolor” al que se refiere Khanna se ha cernido actualmente sobre su estado natal de California, que ha sido azotado durante las últimas dos semanas por tormentas de lluvia y nieve y deslizamientos de tierra y lodo. Estos eventos meteorológicos extremos son impulsados por un fenómeno ambiental que el climatólogo David Swain describió en Democracy Now! como “ríos atmosféricos, corredores con una gran concentración de vapor de agua que se desplazan rápidamente a través de la atmósfera”. Además de miles de millones de dólares en daños, estas tormentas sin precedentes se han cobrado 22 vidas hasta la fecha.
El congresista Khanna responsabiliza por la situación a las altamente rentables empresas de combustibles fósiles: “Deberían rendir cuentas ante la justicia, como lo hicieron las grandes tabacaleras”.
Mientras Davos está muy ajetreada con las actividades del Foro Económico Mundial que, según su descripción, tiene como objetivo “impulsar cambios tangibles y positivos para los sistemas a largo plazo” y estimular “políticas y estrategias empresariales proactivas y con visión de futuro”, los Alpes, la cadena montañosa en la que está enclavada la ciudad turística, están sufriendo su propia crisis climática. Un invierno inusualmente cálido ha dejado gran parte de la enorme cordillera sin nieve y a la multimillonaria industria del esquí y los deportes de nieve en crisis.
En 2019, Greta Thunberg, que entonces tenía 16 años, dijo en el Foro Económico Mundial: “No quiero que sientan esperanza. Quiero que entren en pánico. Quiero que sientan el miedo que yo siento todos los días. Y, entonces, quiero que actúen como si su casa estuviera en llamas. Porque lo está”.
Tres años después, Greta está de nuevo en Davos, recién llegada de las protestas contra la mina de carbón en Lützerath, junto con otras jóvenes activistas contra el cambio climático, como Vanessa Nakate, de Uganda; Helena Gualinga, de Ecuador; y Luisa Neubauer, de Alemania. Estas jóvenes han enviado una carta abierta a los directores ejecutivos de las empresas de combustibles fósiles, en la que se lee: “Este Aviso de Cese y Desistimiento es para exigirles que dejen inmediatamente de abrir nuevos yacimientos de extracción de petróleo, gas o carbón, y que dejen de bloquear la transición a la energía limpia que todos necesitamos con tanta urgencia. […] Si no toman medidas inmediatas, quedan advertidos de que ciudadanos de todo el mundo podrán emprender acciones legales contra ustedes para que rindan cuentas por sus actos. Y, además, seguiremos manifestándonos masivamente en las calles”.
El Foro Económico Mundial ha estado debatiendo sobre los problemas mundiales durante casi tanto tiempo como la empresa ExxonMobil ha estado mintiendo sobre el cambio climático. Los científicos revelaron esta semana que Groenlandia acaba de registrar su década más cálida en 1.000 años y que su enorme capa de hielo se está derritiendo rápidamente, lo que elevará el nivel del mar aún más. La catástrofe climática ya está entre nosotros y está claro que no es a los activistas ambientales como Greta Thunberg a quienes hay que arrestar.
https://www.democracynow.org/es/2023/1/20/las_mentiras_de_las_grandes_petroleras
martes, noviembre 08, 2022
LINEA DE TIEMPO DE LA AFECTACION DE AGUA POTABLE POR OPERACIONES MINERAS EN CAJAMARCA
viernes, noviembre 04, 2022
jueves, abril 21, 2022
DIA MUNDIAL DE LA TIERRA
Cada 22 de abril, el mundo celebra el Día de la Tierra, una cita que pretende concienciar sobre los
problemas ambientales y la conservación de la biodiversidad en un escenario
donde los efectos del cambio climático y la sobrepoblación amenazan con la
subsistencia del planeta.
Emergencia
climática
Cada
año, el Día Mundial de la Tierra tiene distintos temas. El de este año 2022 es
una llamada a la acción climática. Este enorme desafío es el más grande para el
futuro de la humanidad.
A
finales de 2022, se espera que las naciones aumenten sus compromisos con
respecto al Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático. También, ha
llegado el momento de que los ciudadanos pidan mayores competencias a escalas
globales para hacer frente a nuestra crisis climática.
A
menos que todos los países del mundo den un paso adelante rápidamente, estamos
condenando a las generaciones actuales y venideras a un futuro peligroso.
Celebra
el Día Mundial de la Tierra con nosotros
Enseña
a los niños a apreciar y cuidar la naturaleza de la Madre Tierra con esta ficha de actividad en
la que pueden salir fuera al patio del colegio o de excursión con la familia
para apreciar la biodiversidad que nos rodea.
jueves, marzo 03, 2022
UCRANIA: CRÓNICA DE UNA GUERRA ANUNCIADA
Autor: Christopher Lynn Hedges es un periodista estadounidense ganador del Premio Pulitzer y corresponsal de guerra especializado en informar sobre América y Oriente Próximo.
Fecha: 24 de febrero de 2022.
Estuve en Europa del Este en 1989, informando sobre las revoluciones que derrocaron las osificadas dictaduras comunistas que condujeron al colapso de la Unión Soviética. Era una época de esperanza. La OTAN, con la desintegración del imperio soviético, quedó obsoleta. El presidente Mijaíl Gorbachov tendió la mano a Washington y a Europa para construir un nuevo pacto de seguridad que incluyera a Rusia. El Secretario de Estado de la administración Reagan, James Baker, junto con el Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Occidental, Hans-Dietrich Genscher, aseguraron al líder soviético que si Alemania se unificaba la OTAN no se extendería más allá de las nuevas fronteras.
El compromiso de no ampliar la OTAN, asumido también por Gran Bretaña y Francia, parecía anunciar un nuevo orden mundial. Vimos el dividendo de la paz colgado ante nosotros, la promesa de que los gastos masivos en armamento que caracterizaron la Guerra Fría se convertirían en gastos en programas sociales e infraestructuras que se habían descuidado durante mucho tiempo para alimentar el insaciable apetito de los militares. Entre los diplomáticos y líderes políticos de la época existía un entendimiento casi universal de que cualquier intento de ampliar la OTAN era una tontería, una provocación injustificada contra Rusia que borraría los lazos y vínculos que felizmente surgieron al final de la Guerra Fría.
Qué ingenuos fuimos. La industria bélica no pretendía reducir su poder ni sus beneficios. Se dispuso casi inmediatamente a reclutar a los países del antiguo bloque comunista en la Unión Europea y la OTAN. Los países que se incorporaron a la OTAN, entre los que ahora se encuentran Polonia, Hungría, la República Checa, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, Croacia, Montenegro y Macedonia del Norte, se vieron obligados a reconfigurar sus ejércitos, a menudo mediante cuantiosos préstamos, para que fueran compatibles con el material militar de la OTAN.
No habría dividendos de paz. La expansión de la OTAN se convirtió rápidamente en una bonanza multimillonaria para las corporaciones que se habían beneficiado de la Guerra Fría. (Polonia, por ejemplo, acaba de aceptar gastar 6.000 millones de dólares en tanques M1 Abrams y otros equipos militares estadounidenses). Si Rusia no aceptaba volver a ser el enemigo, entonces se le presionaría para que se convirtiera en el enemigo. Y aquí estamos. Al borde de otra Guerra Fría, de la que sólo se beneficiará la industria bélica mientras, como escribió W. H. Auden, los niños pequeños mueren en las calles.
Las consecuencias de llevar a la OTAN hasta las fronteras con Rusia -ahora hay una base de misiles de la OTAN en Polonia a 100 millas de la frontera rusa- eran bien conocidas por los responsables políticos. Sin embargo, lo hicieron de todos modos. No tenía sentido geopolítico. Pero tenía sentido comercial. La guerra, después de todo, es un negocio, uno muy lucrativo. Por eso pasamos dos décadas en Afganistán, aunque después de unos años de lucha infructuosa había un consenso casi universal de que nos habíamos metido en un atolladero que nunca podríamos ganar.
En un cable diplomático clasificado obtenido y publicado por WikiLeaks con fecha del 1 de febrero de 2008, escrito desde Moscú, y dirigido a los Jefes de Estado Mayor Conjunto, la Cooperativa OTAN-Unión Europea, el Consejo de Seguridad Nacional, el Colectivo Político Rusia-Moscú, el Secretario de Defensa y el Secretario de Estado, había un entendimiento inequívoco de que la expansión de la OTAN arriesgaba un eventual conflicto con Rusia, especialmente sobre Ucrania. «Rusia no sólo percibe el cerco [de la OTAN] y los esfuerzos por socavar la influencia de Rusia en la región, sino que también teme consecuencias imprevisibles e incontroladas que afectarían gravemente a los intereses de seguridad rusos», se lee en el cable.
Los expertos nos dicen que a Rusia le preocupa especialmente que las fuertes divisiones en Ucrania sobre la adhesión a la OTAN, con gran parte de la comunidad étnica rusa en contra de la adhesión, puedan conducir a una gran división, que implique violencia o, en el peor de los casos, una guerra civil. En esa eventualidad, Rusia tendría que decidir si interviene; una decisión a la que Rusia no quiere tener que enfrentarse. Dmitri Trenin, director adjunto del Centro Carnegie de Moscú, expresó su preocupación por el hecho de que Ucrania fuera, a largo plazo, el factor más potencialmente desestabilizador en las relaciones ruso-estadounidenses, dado el nivel de emoción y neuralgia desencadenado por su búsqueda de la adhesión a la OTAN. El hecho de que la adhesión siguiera siendo un factor de división en la política interna ucraniana creaba una oportunidad para la intervención rusa. Trenin expresó su preocupación por la posibilidad de que elementos del establishment ruso se vieran alentados a inmiscuirse, estimulando el estímulo abierto de Estados Unidos a las fuerzas políticas opuestas, y dejando a Estados Unidos y Rusia en una postura clásica de confrontación.
La administración Obama, que no quería inflamar aún más las tensiones con Rusia, bloqueó la venta de armas a Kiev. Pero este acto de prudencia fue abandonado por las administraciones Trump y Biden. Las armas de Estados Unidos y Gran Bretaña están llegando a Ucrania, como parte de los 1.500 millones de dólares de ayuda militar prometidos. El equipo incluye cientos de sofisticadas jabalinas y armas antitanque NLAW, a pesar de las reiteradas protestas de Moscú. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN no tienen intención de enviar tropas a Ucrania. Más bien, inundarán el país con armas, que es lo que hicieron en el conflicto de 2008 entre Rusia y Georgia.
El conflicto en Ucrania se hace eco de la novela «Crónica de una muerte anunciada» de Gabriel García Márquez. En la novela, el narrador reconoce que «nunca hubo una muerte más anunciada» y, sin embargo, nadie pudo o quiso detenerla. Todos los que informamos desde Europa del Este en 1989 sabíamos las consecuencias de provocar a Rusia y, sin embargo, pocos han alzado la voz para detener la locura. Los pasos metódicos hacia la guerra cobraron vida propia, moviéndonos como sonámbulos hacia el desastre.
Una vez que la OTAN se expandió hacia Europa del Este, la administración Clinton prometió a Moscú que las tropas de combate de la OTAN no se estacionarían en Europa del Este, la cuestión definitoria del Acta Fundacional de Relaciones Mutuas OTAN-Rusia de 1997. Esta promesa volvió a resultar ser una mentira.
Luego, en 2014, Estados Unidos respaldó un golpe de Estado contra el presidente ucraniano Viktor Yanukovich, que pretendía construir una alianza económica con Rusia en lugar de con la Unión Europea. Por supuesto, una vez integrado en la Unión Europea, como se ha visto en el resto de Europa del Este, el siguiente paso es la integración en la OTAN. Rusia, asustada por el golpe de Estado, alarmada por las insinuaciones de la UE y la OTAN, se anexionó entonces Crimea, poblada en gran parte por rusoparlantes. Y la espiral de muerte que nos condujo al conflicto actualmente en curso en Ucrania se hizo imparable.
El estado de guerra necesita enemigos para sostenerse. Cuando no se puede encontrar un enemigo, se fabrica un enemigo. Putin se ha convertido, en palabras del senador Angus King, en el nuevo Hitler, que quiere apoderarse de Ucrania y del resto de Europa del Este. Los gritos de guerra, de los que la prensa se hace eco sin pudor, se justifican vaciando el conflicto de su contexto histórico, elevándonos a nosotros mismos como los salvadores y a quienquiera que nos opongamos, desde Saddam Hussein a Putin, como el nuevo líder nazi.No sé en qué acabará esto. Debemos recordar, como nos recordó Putin, que Rusia es una potencia nuclear. Debemos recordar que una vez que se abre la caja de Pandora de la guerra se desatan fuerzas oscuras y asesinas que nadie puede controlar. Lo sé por experiencia propia. La cerilla se ha encendido. La tragedia es que nunca se discutió cómo se iniciaría la conflagración.