domingo, diciembre 27, 2015

EL “A-SALTO” DE LA DERECHA

Escribe: Sociólogo Avelino Zamora Lingán
Hoy, a medio día, escuché a la periodista de Radio Exitosa, quien hace pocos meses fue despedida del diario El Comercio, aguijoneando a Marco Arana para que acepte que “sí está alegre” por la “derrota” de Nicolás Maduro, en Venezuela, en las elecciones legislativas de ayer domingo 6 de diciembre, pedido al cual, Arana, no se sí a regaña dientes o por convicción, tuvo que ceder más o menos de la siguiente forma: “felicito la alternancia en Venezuela”, demostrando que él también se une al salto de alegría derechista por este acontecimiento. Previamente, había entrevistado a un ultra-liberal nato, disqué miembro del equipo técnico de PPK. Aquí si hubo regocijo y alegría total entre el entrevistado y la entrevistadora, frases como “triunfó la democracia”, “regresa la democracia”, “ahora faltan solamente que se vayan a su casa Maduro y Castro”, entre otras frases de odio político-ideológico. Aquí, en Cajamarca, también, no faltaron algunos periodistas, que “analizaban” el tema enrostrándole a Maduro, disqué por ser un “dictador” y, por ello comparándolo con Fujimori, y sugiriendo un escenario socioeconómico venezolano, muy parecido o igual al escenario peruano en época de la dictadura fujimontesinista. Al respecto debo decir: Muchos “analistas” no hallan diferencia entre una dictadura de derecha, de esas, bajo la cual, los pueblos siempre están sometidos, y no ven que ahora mismo también vivimos en dictadura, la dictadura de las transnacionales o de los capitalistas; y, una dictadura de izquierda, que, por lo general, le haría la vida imposible a los explotadores de siempre, vale decir a los ricos y pequeños grupos de poder económico; y procura dar bienestar a los pueblos, que son las grandes mayorías, es decir, que estos grupos políticos apestados para las derechas, tratan de construir democracias reales y NO democracias formales o fantasiosas. 
Ciertamente, la derecha latinoamericana está obteniendo relativo éxito electoral, como por ejemplo: en Argentina, donde ha sido elegido el conservador y neoliberal Mauricio Macri; en Guatemala, ganó las elecciones un cómico, según indican los analistas, nada preocupante para los grupos de poder económico y para la derecha conservadora guatemalteca; en Venezuela, tal como ya lo indicamos, las legislativas, no presidenciales, ganó la derecha, con más de 100 curules en el parlamento; en Brasil, Vilma Roussef y el partido de los trabajadores podrían entregar la banda presidencial a alguien de la derecha y la popularidad de Michelle Bachelet en Chile, está por los suelos; mientras que en Perú, la derecha está saltando de alegría porque en estas elecciones no tiene, al menos a poco más de 100 días de las mismas, ningún competidor que le quite el sueño, vale decir, lo que ellos llaman: ningún “antisistema”, “nacionalista”, “izquierdista”, “anti-minero” o “comunista”. Algunos “izquierdosos” que por ahí están haciendo el intento de competir con la derecha, creo que sólo se van a quedar en eso: “INTENTO”. Salvo que, por ganar elecciones, o por arrancar una pequeña cuota de poder, alquilen su conciencia a algunos empresarios criollos o a las transnacionales mineras para que puedan financiar su campaña electoral y así estén en condiciones de competir con los plutócratas derechistas, con Cesar Acuña, por ejemplo. Y, esto no es ninguna herejía, pues muy bien saben que en el reino del neoliberalismo, y de las transnacionales, la política ha sido reducida a la categoría de mercancía. Los políticos, o mejor dicho, los politiqueros, en campaña electoral, tienen que “fabricar” sus spots publicitarios para “venderse” tan igual como se vende una crema dental, una barra de jabón o un paquete de toallas higiénicas. 
Volviendo a la “derrota” de Maduro y la alegría de la derecha latinoamericana. La cantaleta eterna de la derecha cuando un régimen no es de su conveniencia política, pero más aún, de su conveniencia económica, rápidamente tal régimen es tildado de “dictadura”. Tal es así que los hermanos Castro (Fidel y Raúl) son unos dictadores; Chávez, Maduro, Evo Morales, son unos viles dictadores; ni hablar de Velasco Alvarado, fue un dictador por excelencia; etc., etc. Pero, cuando existen regímenes títeres, que benefician a los intereses económicos de las corporaciones, multinacionales y transnacionales y grupos de poder económico criollos, como los regímenes de Ollanta, García, Toledo y el de Fujimori, en ese caso, tales regímenes sólo cometen “excesos” y “errores”, pero no son tildados de “dictadores” Los regímenes sanguinarios de Pinochet en Chile; el de Videla en Argentina; Strosner en Uruguay, Somoza en Nicaragua, incluido el de Alberto Fujimori en Perú, entre otros asesinos de los pueblos, eran los engreídos, no sólo de las derechas criollas latinoamericanas sino que también de los Estados Unidos. Cuando tales regímenes asesinan a cientos o miles de luchadores sociales, ambientalistas, obreros, empleados y estudiantes, esto pasa por desapercibido, como ha pasado desapercibido los más de 60 muertos del Humalismo, en las protestas sociales, por reclamar sus derechos; o los más de 200 muertos que el régimen de García, ha causado durante su segunda gestión; pero, en cambio, sí en Venezuela hay una sola víctima mortal, durante alguna protesta social, promovida, además, por la propia derecha, allí si los instrumentos mediáticos latinoamericanos, al servicio del capitalismo, hacen todo un escándalo y se pasan semanas y meses hablando de esa víctima. ¡Que tal doble moral de las derechas criollas y vende patria!!!
Ahora bien. Que en Venezuela parcialmente haya triunfado la derecha es una situación que no debe extrañar, pues sus métodos aplicados para ello, es decir, para “sus triunfos”, son los más inimaginables, sobre todo por una opinión pública entretenida o distraída por instrumentos mediáticos transmisores de programas basura y de información político-ideológica altamente distorsionada, destinada únicamente a la manipulación de la conciencia de los pueblos, siendo el resultado de tal manipulación un pensamiento u opinión altamente favorable a sus sagrados intereses económicos. Uno de los métodos favoritos por las derechas latinoamericanas es CREAR CRISIS ARTIFICIALES. Es decir, que muchas de las crisis socioeconómicas de los países latinoamericanos no sólo se genera por caída de la producción, por inflación, por caída de precios en los minerales o por sobre demanda, etc., etc. sino que también son generadas deliberadamente por puro interés político o por el único interés de deshacerse de gobiernos izquierdistas o socialistas. 
En Venezuela, por ejemplo, los empresarios distribuidores de alimentos, de papel higiénico, detergentes, etc., equivalentes aquí en Perú, con el grupo Romero, dueño del 80 % del mercado de alimentos, generaron una ESCACÉS ARTIFICIAL de los alimentos con el único propósito de que la población venezolana vaya en contra del régimen chavista. ¡Claro, quien no va maldecir a un gobierno si es que en el mercado no encuentra ni siquiera papel higiénico, o al realizar enormes colas para conseguir un kilo de azúcar o arroz!!! No tanto porque estos productos hayan escaseado por efectos de alguna plaga maldita, desastre, o por la paralización de la industria, sino porque sencillamente han sido ESCONDIDOS, por los grandes monopolios, para desviar la corriente de opinión hacia su favor. A esto se suman los instrumentos mediáticos de toda América, contribuyendo a desviar esa corriente favorable a los intereses del capital. El objetivo fundamental, que rara vez falla es: PONER AL PUEBLO EN CONTRA DEL REGIMEN AL CUAL QUIEREN TUMBAR. 
Otro de los métodos efectivos utilizados por la derecha es la constitución del clientelismo político en base a la compra de conciencias. Para ello, el único medio es el dinero. El dinero es el antídoto más eficaz para la necesidad, un mal irremediable de los pobres junto con la despolitización o el analfabetismo político. Un pobre y, además, analfabeto político, es capaz de “vender” su conciencia a su propio enemigo y tan sólo por una caja de fósforo, un gorro, un kilo de arroz, o un kilo de lenteja. Es por ello que muchos antropólogos y sociólogos convienen en que la pobreza es un fenómeno creado deliberadamente por los sectores acomodados, para ser utilizados clientelistamente en circunstancias políticas especiales como en escenarios electorales, por ejemplo. Hay voces, y no son pocas, en cuanto a que se habría generado una situación mercantilista de “compra de votos”, a favor de la DERECHA VENEZOLANA, y no es de extrañar puesto que las derechas latinoamericanas son expertas en este tipo de menesteres, por lo mismo, puede darse en Venezuela, en Perú, en Argentina, en Brasil, en Chile o en cualquier otra parte de nuestra América.
Finalmente, cuando en algunos países de América, los grupos políticos progresistas o de “izquierda” llegan a asumir las Presidencias, generalmente encuentran a sus respectivos países hecho un desastre, ya sea por agobiante crisis económica, por altas tasas de desempleo, por industria quebrada, analfabetismo y sobre todo secuestrados por la corrupción de alto vuelo o de cuello y corbata. Todo esto causado por derechistas que han gobernado durante décadas o cientos de años. Frente a esto, los grupos de “izquierda”, salvo excepciones, hacen todos los esfuerzos de poner orden, de sentar las bases para un verdadero proceso de desarrollo, con políticas populares encaminadas, tal como se ha venido haciendo en Venezuela o Argentina, en Uruguay, en Cuba, en Bolivia, etc., aunque bajo el remordimiento de las derechas criollas y grupos de poder económico. Hoy, que las derechas tienden a recuperar el poder, muchas veces, poder que nunca lo perdieron o lo perdieron parcialmente, ¿Tratarán de conservar lo que sus enemigos políticos hicieron? Lo dudo. Estos grupos derechistas, cual vampiros sedientos por sangre o mejor dicho por dólares, entrarían a destruir todo lo que sus antecesores han realizado, tan sólo por venganzas políticas o por incompatibilidad política. Pero, entonces, los pueblos nuevamente se desengañarán de las derechas brutas y achoradas y otra vez reclamarán gobiernos de izquierda. Más aún cuando está en la naturaleza de las derechas no cambiar las estructuras socioeconómicas que oprimen a los pueblos, siendo una de éstas el modelo económico neoliberal, base del capitalismo salvaje. Las derechas llevan sus propias contradicciones: en el discurso, sostienen, que trabajarán para los más necesitados, vale decir por y para los más pobres; pero, en la práctica, se aferran y rinden loas y alabanzas a un sistema y a un modelo económico, cuya aplicación, precisamente, arroja a millones y millones de seres humanos a vivir envueltos en la pobreza y extrema pobreza. ¿Las razones? Más arriba, ya lo explicamos. 
Escrito: 6 de noviembre del 2015

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siempre una ZANGANA IZQUIERDA que solo busca los intereses propios (solo dirigentes) y que vive de la sangre de gente que creen en eso. NUNCA en la historia humana a dado resultados, solo paliativos que a corto y mediano plazo, siempre se embalsan y revientan al final (SISTEMAS ARCAICOS QUE CAEN AL FINAL). Primero hay que generar CAPITAL , para después GENERAR DESARROLLO SOCIAL. Como dice un dicho , TE GANARAS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE. Primero hay que trabajar , y eso implicar SACRIFICIOS como ejemplo tenemos a ALEMANIA y JAPON que de las cenizas salieron , pero con sacrificios y para eso es necesario a veces SACRIFICAR UNA GENERACIÓN O VARIAS, hay que pensar en los que VIENE no en el AHORA ni en el INTERES DE UNO. No existe dirigente alguno que no tenga INTERESES PERSONALES