(Dedicado a los luchadores
sociales del planeta)
Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
“Los
verdaderos VIOLENTISTAS no son los
pueblos que luchan por el agua y por la vida; son aquellos que ejercen
violencia despiadada contra la naturaleza, para extraer fríos metales, aún a
costa de exponer sus entrañas a la intemperie y convertir a sus aguas color del
arcoíris” (Z. Lingán A)
La mayoría de seres
humanos limitamos nuestras observaciones e interpretaciones, incluso nuestra
concepción de la realidad a lo específico, lo concreto, lo micro, lo pequeño, a
la parte, a lo que simplemente está “delante de nosotros” o a lo que más
inmediatamente estimula nuestros sentidos. Por supuesto que esta cualidad humana no es cuestionable, pero si es muy
limitada, sesgada, unilateral en la medida que limita también el pensamiento
abstracto y la construcción de una concepción integral, global de los fenómenos
y procesos sociales. Nos limita, a lo que otros llaman, nuestra capacidad de
deducción o generalización; pero, sobre todo, limita la capacidad de encontrar
las causas o la raíz de tales fenómenos y procesos sociales. Puesto que la
sociedad constituye un TODO, al igual que la naturaleza (entendido el término
“Todo” como un concepto filosófico), ambas con un conjunto diverso y amplio de
PARTES, organizadas y concatenadas e interdependientes unas con otras, la
mirada aislada o que tiende a separar la parte del todo, torna difícil el
encuentro de soluciones reales a los males sociales, porque al observar sólo la
PARTE y no el TODO sólo nos quedamos en la superficialidad, en las ramas y
desde allí apenas observamos las consecuencias o los efectos, pero no las
causas o las raíces; por lo mismo, apenas estamos en condiciones de identificar
alternativas o “soluciones”, que en el fondo devienen en simples paliativos o
“calmantes”, para dichos males.
Dicho esto, centramos
nuestro comentario en lo que queremos decir con “Hora de la Mirada Global”. En
efecto, en primer lugar, es importante destacar algunos procesos sociales por
los cuales atraviesa el mundo en general y Perú en particular: El dominio del
capitalismo salvaje y su modelo económico neoliberal y el calentamiento global,
entre otros no menos importantes como la corrupción, el hambre y la miseria, la
contaminación ambiental, la destrucción de las fuentes hídricas, etc., procesos
que sin duda tienen característica y cobertura global. Pero lo más importante
es que de estos mega-procesos sociales derivan o se generan otros cuyas
consecuencias se observan y se sienten en distinto grado y/o dimensión en cada
uno de los pueblos del planeta. Obviamente, tal como se ha indicado más arriba,
procesos y fenómenos sociales locales, cuya raíz o raíces son comunes, sin
embargo son mirados aislados y separados del TODO. ¿Porqué capitalismo
“SALVAJE”? Porque es necesario depender de una “lógica” o mentalidad salvaje
para destruir la naturaleza y todo lo que hay en ella, incluido el Hombre
mismo, en aras de una acumulación capitalista que sólo ensancha la desigualdad
social y convierte al hombre en el lobo del hombre; por ello es que no le falta
razón a un nativo cuando sabiamente y desde su sentido común sentenció:
“SALVAJE NO ES QUIEN VIVE EN LA NATURALEZA SINO QUIEN LA DESTRUYE”.
Además, la
característica salvaje por no decir, la esencia salvaje del capitalismo se ha mostrado
desde sus orígenes y no recién desde los últimos tiempos. Lo que sucede es que
hoy, igual que antes, el capitalismo se ha tornado más voraz, más violento,
más inhumano, más sangriento y más
destructivo, en dos palabras MAS SALVAJE. De allí que Augier, citado por el Dr.
Camilo Valqui, en su libro “El Ecocidio del S. XXI”, sostiene lo siguiente: “Si el dinero viene al mundo con manchas de
sangre rodando por una mejilla, el capital lo hace chorreando sangre y lodo,
por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies”. El modelo económico
neoliberal, a través del cual se expresa el capitalismo salvaje, ha sido
extendido más allá del aspecto económico hasta teñir todos los aspectos de la
vida humana: sus actitudes, su cultura, sus relaciones sociales (o mejor dicho,
individuales), sus ideas. En fin, el neoliberalismo ha trastocado el
pensamiento mismo del ser humano, convirtiéndolo en un Ser extremadamente
individualista, egoísta, libertino (NO LIBRE), en fin convirtiéndolo en menos
humano y en un Ser consumista, sumiso pero adicto al libertinaje. Corroborando
así, la teoría científica en cuanto a que la SUPERESTRUCTURA es el reflejo de
la BASE ECONÓMICA. Así, sí la base económica es el capitalismo salvaje,
entonces su reflejo, la superestructura, expresará el salvajismo, la jungla, la
lógica de actuar como en “tierra de nadie”, los ricos haciéndose más ricos, a
costa de los pobres, o peor aún, con el fuerte deseo anti-dialéctico de que
estos últimos desaparezcan de la faz de la tierra. ¿Acaso no es eso lo que estamos viendo en
estos días en Perú, América Latina, el mundo, la china y la cochinchina, donde
reina el capitalismo salvaje y su fase última el imperialismo, hoy llamado
irónicamente “globalización”, y su
modelo neoliberal?
Pero, lo que en
realidad está aterrorizando al planeta es un fenómeno global que amenaza con
extinguir todo tipo de vida, incluso a la especie humana. Este fenómeno es el
CALENTAMIENTO GLOBAL, el mismo que, según todas las interpretaciones
científicas es el resultado de la depredación permanente de la naturaleza,
realizada con una dimensión e intensidad mayor, por el capitalismo salvaje. Es
en este contexto que la activista y escritora canadiense Naomi Klein sostiene
que “EL SISTEMA ECONÓMICO (se refiere al sistema económico capitalista) HA
DECLARADO LA GUERRA AL PLANETA”. Esto significa que el planeta está siendo
atacado permanentemente, sin contemplaciones por el capitalismo salvaje, que es
el que predomina en el mundo. Un rápido ejemplo de esto es el afán que tienen
muchas transnacionales de destruir y contaminar enormes fuentes de agua y
trayéndose abajo cerros completos, impactando negativamente en flora y fauna;
y, sobre todo, dejando a pueblos enteros sin agua o con agua contaminada, al
mismo tiempo generando desintegración social, desequilibrio ecológico y
contribuyendo al calentamiento global. Este proceso depredador es, pues, la
guerra declarada, a la que alude Klein, de un sistema económico (el capitalismo
salvaje) contra los pueblos, la naturaleza y el planeta en general. Desde esta
perspectiva los conflictos sociales contra el calentamiento global, contra el
modelo económico neoliberal y contra la contaminación ambiental y la
depredación de la naturaleza, contra Conga, Tía María, La Shacsha, el Quilish,
etc., etc., no son más que la lucha contra el capitalismo salvaje. Conflictos
sociales que cada día dejan de ser localistas para pasar a ser globales, es
decir que ya recorren por todo el planeta.
Precisamente, para que
las luchas sociales dejen de ser localistas y aisladas como es el caso de las
luchas populares en Perú y en Cajamarca, es necesario sustituirla por la lucha
global, para lo cual es fundamental una visión totalizadora o global de los
problemas sociales o lo que es lo mismo una concepción que apunte a las raíces
de los problemas o de los males, expresados en la lógica de funcionamiento del
capitalismo salvaje, su modelo económico neoliberal y sus instrumentos legales
que la sostienen entre éstos la Constitución política, “Estado de Derecho”, “democracia”,
etc. Asimismo, es fundamental que los actores sociales involucrados
directamente en la conducción de los movimientos y luchas sociales (dirigentes,
líderes, técnicos y profesionales comprometidos con las causas justas) tengan
esa visión integradora, totalizadora y global de los mega-procesos sociales, lo
cual implica también que tienen que IR A LA RAÍZ de los males o problemas
sociales, aunque claro está, con alto riesgo de ser adjetivados, catalogados de
RADICALES. Pero, para un dirigente o líder realmente convencido, comprometido
con su pueblo, y sobre todo amplio conocedor de lo que significa “ir a la raíz”
de los problemas sociales; y si, por ello, es llamado RADICAL; esto debería ser
considerado no como un insulto, sino como un alago, de lo cual los luchadores
sociales deben sentirse orgullosos. Una mirada global y a la raíz de los
procesos sociales le indicaría, por ejemplo, que una protesta social va más
allá de la mera lucha contra la ejecución de tal o cual mega proyecto minero,
gasífero o petrolero. Entendería que la lucha social debería ser encaminada
contra el capitalismo salvaje, contra el modelo económico, contra la
constitución política neoliberal, y, en general, contra el calentamiento
global, porque en realidad en estos grandes procesos sociales, económicos,
políticos y ambientales radica el origen de “todos los males” habidos y por
haber. Otra ventaja que tiene una mirada global, integradora y totalizadora,
yendo a la raíz del mal, es el encuentro
de un objetivo común a muchos pueblos y muchas naciones, lo cual es
fundamental porque esto ayudaría a la cohesión y unidad de millones de seres
humanos, dispuestos a copar calles y avenidas; plazas y plazuelas, confluyendo en
enormes masas humanas, a una sola voz y por un solo objetivo y una sola meta, que
con sus estridentes voces generarían ecos capaces de hacer revolotear a las
aves y de mover las montañas. Ecos imposibles
de NO ser escuchados por gobiernos, Estados y accionistas de transnacionales e
imposibles de no generar un poco de temor en fuerzas represivas, que por un
puñado de dólares o soles y de manera
cínica voltean sus bayonetas al pueblo y se ponen a las órdenes y al
servicio de los depredadores de la naturaleza y del planeta. ¿Por qué en
España, Francia, o en cualquier otra nación de Europa, con los famosos
“indignados”; incluso aquí en América, en Chile mismo, con los pingüinos, los
movimientos sociales son masivos, especialmente juveniles, se dan el lujo de
reunir entre 150,000 y 800,000 hasta un millón de personas, todas ellas en
torno a pocos objetivos comunes: contra el capitalismo salvaje, el modelo
neoliberal y el calentamiento global, entre otros. ¿La clave? Simplemente
significa que ellos tienen una visión global, integral y amplia de los
problemas y por ello VAN A LA RAIZ o las causas de los mismos. En Cambio, el
pueblo peruano, entre éste, la mayoría de sus líderes y dirigentes tenemos una
visión tan estrecha, corta o limitada, que apenas podemos ver las consecuencias
o los efectos de los problemas, y ello origina la desorganización, división,
aislamiento del pueblo. Cada grupo, o cada organización observa y siente de
diversa manera a tales efectos o consecuencias de un mismo proceso social o
mega-problema; por lo mismo cada grupo u organización fija sus decisiones sobre
como protestar, como luchar o como reclamar. Así, el SUTEP en lugar de unirse
se divide; las rondas campesinas hacen lo propio, los trabajadores y empleados
jamás se podrán si tienen esa visión corta y limitada de los problemas; los
estudiantes, por ejemplo, apenas alcanzan a ver sus problemas académicos, la
mala calidad educativa, la corrupción en las universidades; pero difícilmente
alcanzan a ver u observar la causa o la raíz que los origina, que precisamente
se encuentra en el capitalismo salvaje y el modelo económico neoliberal. En
fin, tal es la miopía que tenemos los pueblos, que no alcanzamos a ver la raíz
de nuestros males y apenas logramos divisar los efectos y las consecuencias. Y,
lo peor, muchos ni siquiera logran ver más allá de sus narices o de sus
bolsillos; peor aún, no están ni siquiera en condiciones de observar los
efectos o consecuencias de los problemas, entre éstos, por ejemplo, los que
genera la actividad minera, la devastación que ésta hace de la naturaleza,
tanto a nivel de destrucción de los colchones acuíferos y contaminación del
agua. Estos personajes ya no sólo sufren de miopía, sufren de una ceguera
absoluta, pero deliberada e interesada. Dicho esto, entonces reiteramos, no hay
porque avergonzarse, ni sentirse ofendido, menos sentir miedo o temor, cuando a
alguien se le ocurre llamar o adjetivar de RADICALES a la población que lucha
con plena conciencia de lo que está haciendo; tampoco cuando un luchador,
dirigente o líder social sea catalogado como RADICAL.///////
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