A inicios del 2011 publiqué un artículo llamado
“Celendín en el escenario del crecimiento capitalista”; han pasado más de 6
años y continúa más vigente que nunca. Este escrito gira en torno a cómo el
gran capital planifica sus intereses económicos, sus ganancias, su acumulación
de riquezas, en nuestra provincia. Los proyectos mineros y la construcción de
hidroeléctricas en el Marañón venían con propuestas irrechazables: trabajo,
desarrollo, progreso, mejor educación, mejor salud, sacarnos de la pobreza.
El proyecto Conga, aparte de destruir nuestras
principales fuentes generadoras agua, pretendía depositar un promedio de 96 mil
toneladas de relaves mineros tóxicos diarios durante 17 años, ahí en donde
nacen nuestros ríos. Yanacocha en Cajamarca ha producido serios daños a la
salud pública: personas con plomo en la sangre y con vestigios de mercurio en
sus sistemas neurológicos; el aire saturado de sulfuros y material
particulado; el agua con presencia de cromo, plomo, mercurio, arsénico, cadmio,
uranio; enfermedades a la piel y al sistema respiratorio; raras enfermedades
digestivas y neurológicas; incremento del cáncer. Yanacocha, que decía respetar
el medio ambiente, ha destruido ríos, lagunas, humedales; por ello afronta
constantes movilizaciones de las comunidades reclamando la restitución de sus
aguas. Es decir, todo lo que vino a ofrecernos a Celendín: que no va a haber
contaminación, que tienen tecnología de punta, que íbamos a tener más agua que antes,
es mentira. Cajamarca ya tiene más de 2 décadas de minería; Yanacocha es
la productora de oro más importante de Latinoamérica y la segunda en el mundo,
obtiene ganancias fabulosas, pero tenemos más del 50% de nuestra población
sumergida en la pobreza; cuando ellos ingresaron a Cajamarca éramos la cuarta
región más pobre del país, ahora somos la primera más pobre. Hemos retrocedido;
entonces, uno se pregunta: ¿dónde está el tan ansiado desarrollo?, ¿para quién
fue el desarrollo?
Yanacocha, con el Proyecto Conga, esperaba
ganancias astronómicas; el costo de su producción de oro, sin artificios
contables, ni sobrecostos, se calcula aproximadamente en 350 dólares; cuando
esta empresa pretendía poner en operación Conga el precio de la onza en el
mercado internacional llegaba a los 1800 dólares y este proyecto les hubiese
permitido extraer 12 millones de onzas de oro aproximadamente. Para el caso del
cobre, pretendían extraer 3.1 billones de libras de cobre; su costo de
producción por libra en la época era de 1.6 dólares y el precio en el mercado
internacional llegó a pasar los 4 dólares por libra. Sólo hay que tomar una
calculadora y empezar a multiplicar; nos dejarán confundidos tantos ceros.
En el caso de las centrales hidroeléctricas
planteadas en el Marañón, tres se desarrollarían en territorio celendino:
Chadín 2 y Río Grande I y Río Grande II; el mismo Ollanta Humala manifestó que
servirían para hacer realidad el desarrollo del polo minero del norte del
Perú. Los impactos en la biodiversidad que causarían se estiman que serán
devastadores. Inundarán aproximadamente 77 kilómetros cuadrados en
los que están valles productivos que abastecen con alimento a nuestras
ciudades, desplazarían a más de 4 mil personas. Las presas interrumpirían los
sedimentos que el Marañón arrastra hacia el Amazonas; a su vez,
significaría la destrucción de los bosques secos del Marañón, únicos y de gran
importancia en el mundo por su diversidad y endemismo, destacando animales y
plantas que están en peligro y que sólo viven en este lugar del planeta. Poco
se sabe cuáles serán los impactos en comunidades de partes más bajas, en donde
viven comunidades indígenas Awajún y Wampis, pues su subsistencia depende del río. La
evaluación económica del proyecto Chadín 2 determina que sería un mal negocio
para el país y que el canon hidroenergético no es muy significativo y se
tendría que esperar para ello 17 años, mientras recuperen su inversión. Se
sabe poco de las verdaderas ganancias de la empresa con la construcción de
estas hidroeléctricas; Chadín 2 estaba presupuestada en un promedio de 2,000
millones de dólares, que en la práctica se incrementaría mucho más, como
ocurrió con proyectos ejecutados por la misma empresa. Por ejemplo, la
Interoceánica del Sur, que se la exoneró del SNIP, estuvo valorizada en 880
millones de dólares inicialmente y terminó costando 2,300 millones de dólares.
Nos dijeron que con este proyecto Madre de Dios iba a convertirse en una
potencia agrícola más importante que Lambayeque y Piura juntos, que se aperturaría
la frontera agrícola en más de 96 mil hectáreas; ninguna de estas promesas se
cumplieron. Sin embargo declararon este proyecto de necesidad e interés
nacional; la más beneficiada fue la empresa Odebrecht. Otro escándalo de
magnitud superior fue la construcción del Gasoducto Sur Peruano, que
inicialmente costaba 1,320 millones de dólares y terminó licitándose en 7,328
millones de dólares, en el gobierno de Humala; Odebrecht se aseguró de ser el
único postor.
Lo que hemos visto durante estos años es cómo el
poder económico tiene capturado el Estado y utiliza a todas sus instituciones
para hacer grandes negocios. El modus operandi es
financiar campañas electorales para luego obtener beneficios. Dionisio Romero,
del Banco de Crédito, admitió que financiaba campañas electorales de diferentes
partidos; en el 2000 el Grupo Romero cedió avionetas a candidatos
presidenciales para recorrer el país; también se conoce que este mismo grupo
financió candidaturas en el 2011. El grupo Minas Buenaventura, uno de los dueños
de Yanacocha, a través de su ONG Reflexión Democrática, financia campañas
electorales de congresistas, con énfasis en regiones donde tienen concesiones
mineras que pretenden explotar. Estos se convierten en sus principales
defensores, y una vez que llegan al congreso legislan a favor de los que los
financiaron. Ya son muy conocidas las coimas de las empresas brasileras a los
gobiernos de Fujimori, Toledo, García y Humala y a otros gobiernos en
Latinoamérica; la enorme corrupción develada llevó a la cárcel a Marcelo
Odebrecht, dueño de la trasnacional.
Estos poderes económicos han desarrollado lo que
algunos denominan un “círculo virtuoso” compuesto por el Poder Legislativo para
sacar leyes favorables a sus inversiones. Han endurecido las penas por delitos
contra el orden público, flexibilizaron requisitos para que militares
intervengan en los conflictos sociales a través de estados de emergencia,
convenios con la Policía Nacional del Perú como fuerza de seguridad privada de
empresas mineras, han emitido leyes en las que se otorga impunidad a policías
que cometan excesos, han usado la represión y criminalización de la protesta
social judicializando a líderes sociales acusándolos incluso de terrorismo.
Usan el Poder Ejecutivo para que a través de los distintos ministerios generen
normas para lo que han denominado “destrabar las inversiones”; por ejemplo la
Ley 30230 del 2014, en el Gobierno de Humala. Desde el Ministerio de Economía y
Finanzas (MEF) concertaron “facilitar las inversiones”; esta ley perdonará deudas
tributarias pendientes de pago de las grandes empresas; han limitado la función
fiscalizadora de la SUNAT; han ampliado plazos de estabilidad tributaria para
las grandes inversiones, lo que les permite tributar menos; han suspendido por
tres años la norma XVI del Código Tributario que califica la elusión
tributaria. Con estas medidas se benefician grupos de poder económico
nacionales y empresas transnacionales. En materia ambiental el
artículo 19 de la Ley 30230 anula la capacidad sancionadora del Organismo de
Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) por tres años; con ello tenían
licencia para contaminar; felizmente la presión de los congresistas del Frente
Amplio, en esta legislatura, lograron revertirla. El artículo 21 de esta ley
reduce los tiempos de aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de
los mega proyectos a tan sólo a 45 días, disponiendo además que los
funcionarios que no cumplan con este plazo serán sancionados. Para poner un
ejemplo, el EIA del proyecto minero Conga tenía 22 mil páginas en 17 tomos,
¿cómo se puede revisar en 45 días? El artículo 23 de la Ley manifiesta que los
estándares de calidad ambiental ya no serán los internacionalmente
establecidos, sino serán fijados por Decreto Supremo del Ejecutivo. Y para cerrar,
el saneamiento físico legal de los predios que están comprometidos dentro del
área de influencia directa e indirecta de los proyectos de inversión serían
apurados, facilitándoles la concesión de grandes extensiones de territorio a
las empresas extractivas, vulnerando los derechos de las comunidades indígenas,
contradiciendo el convenio 169 de la OIT que manifiesta que sólo la ocupación
territorial de los pueblos indígenas equivale a un título de propiedad. Esta
ley también hace mención a la “defensa posesoria”, que ha sido usada por
primera vez en el país por Minera Yanacocha en contra de la familia Chupe; esta
norma permite a la empresa usar su seguridad privada, si advierte que se está
usurpando su propiedad; valiéndose de este argumento, la minera ha atacado los
bienes materiales, animales y plantaciones de la familia. Este 3 de mayo la
familia Chaupe ganó en la Corte Suprema a la empresa Yanacocha que la acusaba
de delitos de usurpación agravada.
Este poder económico cuenta también con un decidido
apoyo de los medios de comunicación; destaca el Grupo El Comercio que ostenta
la concentración de los medios de comunicación en el país, de propiedad de la
familia Miró Quesada. Ellos concentran cerca del 80% del mercado de la prensa
escrita en el Perú: “El Comercio”, “Perú.21”, “Gestión”, “Trome”,
“Depor&rdquo, “Correo”, “Ojo”, “Ajá” y “El Bocón”, además de los
canales televisivos “América Televisión” y “Canal N”. Asimismo José Graña, el
mayor accionista individual de “El Comercio”, es dueño de la constructora Graña & Montero, que trabaja con casi todos los
proyectos mineros en el Perú. En el proyecto Conga esta empresa tenía asignada
la remoción de suelos en la primera etapa del proyecto. Entonces, es
lógico pensar que no sacarán noticias que afecten sus negocios; no sólo eso,
sino que promovieron la difamación y la calumnia del movimiento social. Por
ejemplo, una de las portadas de “Perú 21” mostraba paquetes de
cocaína, un fajo de dólares, un revólver y sangre salpicada alrededor; el
titular decía: “Conga vs Narcotráfico”; en el desarrollo de la noticia
manifestaba que las protestas en Cajamarca estaban financiadas por el
narcotráfico. Otro de los titulares emblemáticos es del diario “El Correo”,
dando cuenta que en las protestas de Arequipa frente al proyecto Tía María había
violentistas que atacaron con armas a la policía; las redes sociales desmentían
el titular que tuvo que ser retirado de su página web, cuando un video mostraba
que un policía siembra un arma punzocortante a un manifestante y en el mismo
instante un fotógrafo de este diario toma una fotografía para consumar la
difamación.
Para cerrar el “circulo virtuoso” debemos mencionar
a los “técnicos”, “especialistas”, “opinólogos” que pasan de las empresas, de
estudios de abogados a los ministerios, o de organismos financieros
internacionales como el Banco Mundial, FMI, al Ministerio de Economía y
Finanzas; además son columnistas de los principales diarios del Grupo El
Comercio, comentaristas regulares de “Canal 4” y “Canal N”. Son muy
cercanos a la CONFIEP (Confederación Nacional de Instituciones Empresariales
Privadas), organismo que decide muchas veces quién asume las carteras,
principalmente de Energía y Minas, Economía y Finanzas o el Primer Ministro. Un
ejemplo que involucra el Proyecto Conga es Felipe Ramírez del Pino, ex
funcionario de Yanacocha, que pasa a trabajar a la Dirección General de Asuntos
Ambientales y Mineros del Ministerio de Energía y Minas, y fue el equipo al
mando de este señor quien aprobó en un tiempo récord el EIA del proyecto Conga.
Al inicio del gobierno de Humala, éste se reunió con la CONFIEP, que pedía
“señales de confianza”; luego del encuentro, este organismo empresarial y el
Grupo El Comercio señalaban “se han disipado las dudas” porque el presidente
electo había aceptado sus sugerencias. El Gobierno anunció a Luis Miguel
Castilla en el MEF y Julio Velarde seguiría dirigiendo el Banco Central de
Reserva del Perú. Estos, con apoyo mediático de “El Comercio”, la CONFIEP y el
IPE impulsaron las medidas económicas de Humala, que consistían en“mantener la estabilidad macroeconómica del país”,
“conservar las condiciones que permitan el crecimiento económico” y “mejorar la
eficiencia del Estado”; como resultado de estas medidas tenemos la Ley 30230,
que es lesiva a los intereses de los peruanos y muy favorable para las
ganancias de las empresas extractivas.Humala
consumaba así la traición a sus electores.
Entonces ¿quiénes determinan las prioridades del
país? ¿Quiénes determinan las prioridades o necesidades de Cajamarca, de
Celendín? Claramente, estas empresas planifican “nuestro desarrollo”, que no es
otra cosa que su propio interés. ¿Quién debe salvaguardar los intereses
de los celendinos? Las autoridades locales, por supuesto. Si estas empresas
financian campañas electorales al más alto nivel, ¿nuestras autoridades locales
y regionales, por alguna extraña razón, se habrán quedado al margen? ¿Lo
expuesto explicará el silencio cómplice y la actitud favorable de muchas
autoridades respecto a Odebrecht y Yanacocha? También está clara la actitud
de ataque virulento de algunos periodistas en Celendín y Cajamarca a dirigentes
que han manifestado su rechazo a estos proyectos. Odebrecht financiaba pagos
mensuales para hacer este trabajo sucio. Por el mismo motivo, entendemos la
denuncia del ex gobernador humalista de Celendín a 16 líderes sociales, para
quienes solicitaba penas de hasta 36 años de prisión, juicio que perdió luego
de cuatro largos años. Este mismo gobernador fue sorprendido entre tomaderas y
comelonas con el ex gerente del proyecto Chadín 2, de la corrupta Odebrecht.
Hasta antes de PPK los políticos eran todos
advenedizos al poder económico, el actual presidente es uno de ellos; su
trabajo fue siempre facilitar los negocios del Estado con las grandes
corporaciones, principalmente en los sectores de minería, gas y petróleo; ahora
como Presidente no va a cambiar de oficio. Nos esperan momentos
difíciles.
Queda mucho trabajo por hacer, recuperar la
política, arrancarles el poder a quienes siempre decidieron por nosotros, para
devolver este poder a la gente. Esta
es una labor ineludible.
1 comentario:
Este artículo es una muestra de desesperación como lo ha demostrado Milton solo para llegar a hacer propaganda política y tal vez surja nuevamente como líder que nunca llego a ser.
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