Por:
Gregorio Santos Guerrero
Se
requiere mucho papel y tiempo para reflexionar
sobre las heroicas huelgas magisteriales que han conquistado titulares en los
medios de la dictadura mediática empresarial. El magisterio tiene experiencia
de lucha y sabe que solo logra ser escuchado cada vez que radicaliza sus
protestas, consigue alianzas con los padres de familia, sus alumnos y los sectores
sociales golpeados por la privatización abierta y encubierta de la educación
pública.
He vivido algunas huelgas, he visto las maniobras del
gobierno para lograr su estrategia y también como la dirigencia nacional se ha
ido deslegitimando y suplantando al verdadero maestro de aula, de base que hoy
no se siente representado por un CEN burocrático, soberbio y utilitario que ha
engendrado estilos y métodos de organización oportunistas de convivencia con el
modelo económico y con el sistema. Comportamientos que no tienen nada que ver
con el sindicalismo clasista; con la razón de ser de un sindicato de los
profesionales de la educación.
Si los objetivos y funciones de un Sindicato es organizar a
los trabajadores de la Educación, elevar su conciencia clasista, defender los
derechos de vida digna, formación y capacitación permanente de los
profesionales de la educación peruana bajo responsabilidad del Estado, esta
vieja y caduca dirigencia se alineó con el sistema. Así el maestro les perdió
el respeto y hoy se rebelan contra el orden establecido y contra dirigentes sin
bases y sin perspectiva.
La primera lectura que humildemente tengo; que los maestros
con sus luchas desde hace décadas vienen poniendo en cuestión un tipo de
sindicalismo, "sindicalismo domesticado" util al sistema dominante y
al modelo económico neolberal vigente. Con estas rebeliones de los amautas de
la patria, pone en evidencia que la CGTP no existe, que el sindicalismo peruano
necesita refundarse, reencontrarse con su esencia. ¿ Señores de la CGTP dónde
está la solidaridad de clase? Es una vergüenza que tanto la militancia de
Patria Roja y la del PC Unidad repitan el mismo discurso de los ministros de la
derecha lobista, fujimorista, la Confiep, y los sicarios de la dictadura
mediática empresarial y en coro con los enemigos de clase les digan
"radicales, extremistas, terroristas, violentistas" y cuanto epíteto
encuentren con el objetivo de estigmatizarlos y dividir al movimiento
magisterial enfrentando maestro contra maestro, acciones que no debemos
permitir.
La huelga magisterial sea cual fuese su desenlace
desenmascara una vez más al sindicalismo domesticado. Hoy queda un enorme reto,
recuperar el SUTEP con los maestros para los maestros. Deseo que en estas horas
difíciles los dirigentes de las bases regionales más representativos definan
bien quiénes son sus amigos verdaderos y quiénes sus enemigos, unifiquen
plataformas y conduzcan la lucha a una victoria que abra paso a una nueva etapa
en la vida del gremio más importante del país. Las diferencias entre colegas es
cuestión secundaria, existirán siempre y en el camino las resolveremos; hoy
interesa y conviene unificar plataformas.
Si considero necesario hacer un llamado a los padres de
familia y frentes de defensa de todas las regiones del país a movilizarnos en
defensa de la Escuela Publica, por sueldos dignos para los maestros de una UIT
como base salarial, un presupuesto justo y digno para el sector; que se cobre
todas las deudas tributarias que las multinacionales tienen con el Estado y con
esos recursos se cancele parte de la deuda social del magisterio. Ante la
amenaza de despidos todos los padre de familia defendamos los puestos de
nuestros maestros y así cuanta medida creativa contribuya con esta digna lucha.
Perdón por lo extenso de esta nota. Como maestro mi solidaridad de clase con
mis colegas, con mis maestros y maestras.
¡ Camino a la victoria¡
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