LA GRAN “TRANSFORMACIÓN” DE OLLANTA HUMALA
Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
¡Qué ingenuo y confiado fue el pueblo peruano, que agobiado por la aguda crisis socioeconómica, extrema pobreza y además sediento no sólo de agua, también de urgentes cambios sociales, al votar, de manera sincera y honesta, por Ollanta Humala, creyendo que en verdad iba a realizar la GRAN TRANSFORMACION, una atractiva propuesta que vendió a todo el pueblo, durante su campaña electoral!, como quien vende sebo de culebra. Digo “ingenuo y confiado”, porque no fuimos capaces de darnos cuenta que, en el fondo, el candidato preferido estaba hablando de una “gran transformación” pero NO de la transformación social, sino de su “transformación” personal, es decir de la transformación de su conciencia. En efecto, pocas veces, durante la vida republicana, estamos siendo testigos de una GROSERA RENDICIÓN ante la presión de una derecha enajenada, de la Sociedad Nacional de Minería, de la CONFIEP, de la prensa limeña corrupta y de las Transnacionales, tanto así como para que cambie rápidamente de un discurso a otro de manera cínica, por no decir descarada, sin ningún pudor ni respeto por el pueblo que lo eligió. Hoy, aquella propuesta, que nos planteaba la revisión de los contratos con las transnacionales mineras, el cambio de la constitución, cárcel para los corruptos, inhabilitación de por vida para que éstos asuman la función pública etc. lo ha arrojado fácilmente al tacho de la basura, complaciendo así a los grupos de poder económico locales y a las transnacionales, quienes seguramente estarán saltando de alegría y riéndose de oreja a oreja en los bufets limeños y estadounidenses, de un Presidente que resultó mucho más fácil de lo que imaginaban domesticarlo y ponerlo a su servicio.
¡Cómo se puede embaucar a todo un pueblo humilde y pobre, que creyó que el Comandante iba a ser la única esperanza de cambio social en este país! Aquí en Cajamarca, recuerdo, por ejemplo, como muchas personas humildes: amas de casa, obreros, estudiantes, desempleados, del campo y la ciudad llegaban al local del Partido Nacionalista para enterarse el día a día de la campaña electoral, a través de los grandes titulares de la prensa limeña, exhibidos en dos periódicos murales, elaborados especialmente para tal fin. En ellos, los comentarios giraban en torno a encuestas, análisis políticos, opiniones de los expertos, que obviamente reflejaban los ataques que la mayoría de la prensa limeña le hacía al candidato Humala. No cabía duda que Humala era vilmente atacado, es decir, era la piñata de los instrumentos mediáticos de la derecha afines a las transnacionales: “Chavista”, “violentista”, eran los adjetivos más frecuentes en dicha prensa, así como las acusaciones de no tener Programa de Gobierno, o de cambiarlo a éste varias veces, uniéndose a este coro de ataques la mayoría de medios de comunicación locales. Salvo el diario La Primera y Hildebrandt en sus Trece, medios de cobertura nacional y dos o tres de cobertura local, eran favorables al candidato nacionalista, entre éstos últimos canal 45 y el programa radial El Maletero. Lo cierto es que en este clima electoral, lo único que predominaba eran sinceros y honestos deseos que el candidato Ollanta Humala gane las elecciones, en la primera y segunda vuelta. Tanto eran tales deseos que muchos electores, obreros, empleados y madres de familia humildes, lo expresaban rogando a Dios y prendiendo velas a los santos. “Hay diosito ojalá que gane Ollanta”, “urgente, urgente Ollanta Presidente” “El agua no se vende, Ollanta lo defiende” eran algunas de las arengas infaltables en las vigilias y en cuanta movilización se daba a lo largo y ancho de Cajamarca y estoy seguro que en otras regiones del país también.
Hoy, a más de 100 días de su gestión, es evidente , que hasta el más común de los mortales puede observar esa “gran transformación”, repetimos no del país, sino de su actitud o comportamiento. En efecto, es oportuno indicar que Ollanta Humala ha sufrido varios cambios desde que surge en el escenario político hasta la actualidad. Es fácil diferenciar hasta cinco clases de “Ollantas”, cada uno de ellos con sus propias características. Veamos: el Ollanta de Locumba u Ollanta precandidato; el Ollanta Candidato del 2006; el Ollanta candidato del 2011, que a su vez se divide en dos: el de la primera vuelta y el de segunda vuelta y finalmente el Ollanta Presidente.
El Ollanta de Locumba hizo creer al pueblo peruano que no sólo tenía el coraje de encabezar un movimiento contra Alejandro Toledo, Presidente de Turno, en ese entonces, sino que era capaz de enfrentarse al Estado o al sistema mismo. Esto sirvió para que la clase política conservadora de la derecha, los ultra liberales y las transnacionales le coloquen el título de ANTISISTEMA. Y, en esta desesperación, también fue acusado, por algunos de operar en favor de Vladimiro Montesinos. La conclusión: Este Ollanta fue un radical convicto y confeso, aparentemente dispuesto a “incendiar la pradera”, el cual cada vez que hablaba generaba expectativa, tanto en el pueblo como en los sectores plutocráticos conservadores, era un Ollanta al que poco o nada le importaba el cacareado ESTADO DE DERECHO. El Ollanta candidato del 2006 nos evoca aquel candidato con su polo rojo llevando la inscripción “Amor por el Perú”, paseándose por las principales ciudades del país, capitales de regiones, provincias y distritos con un mensaje cargado de grandes promesas, que de llevarlos a la práctica probablemente sí que generaban grandes impactos nacionales. En resumen, el Ollanta candidato del 2006 nos alucinaba a todos aquellos peruanos que anhelamos verdaderas TRANSFORMACIONES SOCIALES PARA NUESTRA PATRIA Y NO MAQUILLAJES O MÁS DE LO MISMO, puesto que de maquillajes ya estamos cansados, desde hace más de 180 años.
Por último, tenemos a Ollanta candidato del 2011, el mismo que a su vez se subdivide en dos: el candidato de la primera y segunda vuelta electoral. El Ollanta de la primera vuelta aún mantiene su Plan de Gobierno del 2006 y obviamente algunas de sus propuestas, como cárcel para los corruptos, cambio de la constitución, revisión de los contratos mineros, entre otras. Pero, también, los ataques mediáticos favorables al poder económico se tornan cada vez más intensos y agresivos contra Ollanta, el fantasma de Chávez todavía rondaba las cabezas de todos aquellos que rogaban para que la nueva Presidenta sea Keiko Fujimori y no dudaban en utilizarlo para atacar al candidato, según ellos “chavista” y “antisistema”, especialmente Jaime Bayle , quien fue contratado como mercenario mediático, principalmente para intensificar dichos ataques. Aun así, Ollanta logra pasar a la segunda vuelta electoral, con un poco más del 30 % de los votos, pero al mismo tiempo los electores le ponen como rival a la hija del sátrapa Fujimori, hoy condenado por violador de los derechos humanos. Así que el Ollanta candidato de la segunda vuelta, ya muestra cambios en su discurso, es mucho más moderado, ya deja de ser confrontacional, cambia su Plan de Gobierno por la famosa HOJA DE RUTA. Aquí observamos a un Ollanta trajinando entre la ambigüedad y la ambivalencia, con tendencia a usar el doble discurso. Y, es que las famosas giras al exterior, especialmente a Estados Unidos parece que le cambia el CHIP CEREBRAL, a tal punto que de rojo pasa a rosado. Ya no habla de Plan de Gobierno sino de “hoja de ruta”, elaborada supuestamente por TODOS LOS ACTORES SOCIALES REPRESENTATVOS, en aras de un gobierno de GRAN CONCONCERTACIÓN NACIONAL. Lo más anecdótico, y para demostrar los giros dados por el candidato nacionalista en “FAVOR DE LA DEMOCRACIA” Y DE LA “ESTABILIDAD ECONOMICA”, algunos personajes ultra liberales, como los Vargas Llosa, empiezan a comentar, escribir y a manifestarse en favor de la candidatura nacionalista. Esto indudablemente ayuda al crecimiento de las preferencias electorales favorables al que previamente era considerado “chavista”; No obstante tal vez se ignoraba aquel principio: cuando tu enemigo político te empieza a felicitar, a respaldar o a ofrecerte su apoyo tienes que tener cuidado: es porque YA TE GANO LA BATALLA POLÍTICA Y TE TIENE EN SU BOLSILLO.
Finalmente, hoy tenemos a Ollanta Presidente, quien aquella noche del domingo 6 de noviembre, mostró sin ningún rodeo el cambio que había dado. Demostró al pueblo peruano que había votado por él, que ya no está más con él, que ha optado ponerse del lado de los grupos de poder y de las transnacionales. Aquella noche Ollanta no pudo evitar que en su rostro se reflejara aquella timidez, ambigüedad y ambivalencia, porque en su conciencia sabía lo que estaba haciendo, sabía que estaba decepcionando a millones de peruanos que confiaron en él y en sus propuestas. En resumen, el Ollanta Humala presidente no se parece en nada a aquel que conocimos en los multitudinarios mítines de las campañas electorales del 2006 y de la primera vuelta del 2011, mucho menos el Ollanta del Levantamiento de Locumba. Es como sí alguien le hubiese puesto un revolver en la sien y obligarlo a decir lo que dijo y con ello obligarlo a pasar a las filas de aquellos ex Presidentes que siempre han engañado al pueblo y siempre terminan sin pena ni gloria. Un Ollanta que a todas luces ha sido domado o domesticado, convertido en un manso corderito, despojado de ese carácter de militar, puesto al servicio de los grupos de poder económico y de las transnacionales. Pero, ¡cuidado y alerta pueblo peruano! Para nosotros, es decir para el pueblo, puede convertirse en el peor represor, tan igual o más que Fujimori o Alan García, puesto que estando al servicio de una derecha rentista y recalcitrante, que a través de la historia ha demostrado que lo único que sabe hacer, cuando el pueblo reclama derechos y reivindicaciones, es responder con palo y bala. Sin embargo aún está a tiempo de recapacitar y reflexionar para retornar a los cauces populares, y de ceder ante la presión del pueblo, cajamarquino y peruano, que probablemente más adelante será mucho más fuerte.
¡EL MOVIMIENTO SOCIAL ES LA MEJOR EXPRESIÓN DE INDIGNACIÓN Y VIDA QUE PUEDE DAR UN PUEBLO, MÁS AÚN CUANDO SU CONVIVENCIA NORMAL Y EXISTENCIA ESTÁ SIENDO AMENAZADO! (A.Z. Lingán)
Escrito: 23 de noviembre del 2006
Agua y oro: la combinación imposible
Escribo estas líneas para reflexión, análisis y propuesta
En el período electoral, durante la segunda fase, los cajamarquinos conscientes del riesgo de que la derecha asuma el gobierno con Fujimori a la cabeza, salimos al frente, damos la cara y defendimos la propuesta nacionalista de democracia, atención a los pobres, defensa del medio ambiente, el cuidado de las aguas, nuestros bosques y parajes andinos, además de educación de calidad, salud, mayor bienestar para los humildes y postergados del Perú.
Conscientes, también, de que Ollanta y su partido eran débiles y estaban seriamente amenazados por el vendaval de la derecha. Conscientes, también, de lo que hoy pretende hacer con nuestras aguas, nuestros valles y parajes andinos era una posibilidad y que si ganaba Fujimori, nuestra suerte de cuidar nuestros andes se había perdido.
No pasó mucho tiempo para que los que no ganaron las elecciones, se apropien del poder real, para obligar a cambiar al presidente. Recordemos claramente que en Cajamarca y en las plazas de las provincias de Cajamarca el Candidato Ollanta decía: el Agua o el Oro, conversaba con el pueblo, el pueblo le contestaba el agua, entonces decía que no habrá minería donde hay riesgo de afectar el agua. Hoy cambia su discurso, pretende hacernos los serranitos y decirnos que es posible sacar el oro de donde ya hay agua.
Se alinea a la propuesta de la Minería que pretende reemplazar las lagunas por reservorios, los ríos y canales por tuvos de plástico, el agua natural que discurre por obra del divino por agua extraída por bombeo desde el interior de la tierra. Así está hoy Cajamarca, Combayo y todos los alrrededores de la explotación minera.
Esta opción, en mi opinión, es científica y técnicamente inviable y es posible demostrarlo; pero, también, es económicamente inviable pues los costos que impliquen hacer estos cambios de los cursos del agua los hace la minera, pero como serán cambios para toda la vida, es decir, pasarán siglos, y nunca más veremos nuestras lagunas, ríos, manantiales, bofedales y vertientes naturales, pues la cordillera andina será seriamente modificada, todo el sistema artificial hídrico lo manjerará la minería mientras esté explotando el oro, pero como es actividad extractiva no revovable, algún día la abandonará y este sistema artificial cobrará la factura a los que nos quedamos en esta tierra, en este suelo andino.
Claro, ya no será esta generación de campesinos que hoy, de la noche a la mañana, se vuelven millonarios con el dinero que regala la Minera, pero serán los ciudadanos andinos que en las futuras generaciones tengan necesidad del agua, la tierra, la lluvia, el río y el bosque que hoy tenemos y que tenemos el deber intergeneracional de entregar a las futuras generaciones una tierra vivible lo más dignamente posible. Ellos tendrán que pagar los daños ambientales que hoy la minería pretende hacer, bajo el supuesto de que con el oro de hoy se está desarrollando económicamente, como nunca, el Perú.
Este tema lo podemos debatir científicamente, no emocionalmente, la gravedad de los pasivos ambientales, si es economicamente viable una actividad minera, no acaba con su periodo de ejecución y cierre, su debate tiene signos inequívocos de sustentabilidad estratégica en el marco del equilibrio ecológico y ambiental.
Defender cabeceras de cuenca, fuentes de agua, manantiales y bofedales, colchones hídricos y zonas geográficas donde se "juntan" las nubes en ciertos períodos anuales, para dar vida a la tierra en su más amplia magnitud, tiene que ser seriamente asumido para defender lo que tenemos y evitar que un supuesto estudio técnico reduzca el ande con toda su complejidad natural, sea reempalazado por cierto tiempo con supuesta "mas agua" en reservorios artificiales. Este argumento resulta falaz, insostenible, ecológicamente inviable y económicamente imposible de sostener desde la perspectiva de nuestra población, nuestro ande y nuestra realidad.
El otro aspecto importante de debate es la sostenibilidad social. un proyecto de explotación minera, donde el oro está debajo del agua, es socialmente inviable, pues el agua no es sólo un componente químico vital para plantas, animales, que nace en manantiales, se llena las lagunas y corre por los ríos. El agua es la sangre de la tierra, es el fluido que da vida a toda la vida, que hace que nuestra tierra como planeta tenga la virtud de tener vida como ningún otro del sistema solar y del mundo. Para el campesino el agua tiene vida, así como el manantial, el río, la laguna, el cerro, la planta, el hombre el agua y la naturaleza conviven, conversan se nutren mutuamente, si el hombre afecta al cerro o al agua, estos seres naturales afectan al hombre sensiblemente. En el campo y en el ande está la raíz de la convivencia hombre naturaleza, su modo de pensar, actuar, vivir y seguir ofreciendo al mundo nuestro valor cultural como sociedad andina que podemos brindar posibilidad de combatir los efectos negativos del calentamiento global, se encuentran en la manera en que se relaciona el hombre andino con la naturaleza y en particular con el agua. La laguna no es solamente un poco de agua empozada, la laguna tiene vida, da vida, es fuente de vida, es Dios y es Demonio, tiene poder, es parte de su vida, el hombre es parte de la naturaleza. Esto no lo comprende la tecnología, no lo quiere comprender, no lo desea comprender, pues choca con la cosmovisión andina, con la cultura, las creencias y costumbres, tradiciones. Por qué no hacemos un recojo científico del valor cultural del agua, del significado cultural de las lagunas, los ríos, manatiales, bofedales, de los cerros que van a destrozar, y veremos cuanta cultura se quieren eliminar los mineros. y todo ese valor cultural lo comparamos con la minucia de pago que nos van a dar. ¿Acaso todo el valor cultural que existe alrededor de esta zona andina la van a reconocer con pago del oro que lo quieren llevar enterito fuera del Perú?.
Por qué no hacemos investigación científica seria, antes de inciar a tumbar el primer cerro, queremos un estudio de sus animales y plantas, además del agua, sus nubes y sus vientos, para estudiar científicamente los riesgos de sus nichos ecológicos los riesgos de perder plantas y animales, de toda especie. Pues si está en riesgo de perder algún especímen endémico del lugar, simplemente la conclusión es: LA MINA NO VA.
Señores, demostremos que toda actividad minera en cabeceras de cuenca, zonas andinas, donde nacen los ríos, se detienen las nubes, donde son colchones acuíferos y dan origen a manatiales, bofedales y ríos a los largo de las cuencas es infinitamente inviable:
1. Inviable económicamente, cada gota de agua cuesta más que cada gota de oro; porque, la gota de agua se renueva cada ciclo del agua y tenemos millones de millones de ciclos del agua, mientras que el oro es por única vez. Explotar esa zona geográfica implica afectar el ciclo del agua para siempre.
2. Inviable socialmente: pues se afecta la cultura, los valores, la cosmovisión, usos costumbres, derechos consuetudinarios, el Perú a partir de su cultura andina, de su cultura del agua aporta significativamente al cuidado del planeta frente al calentamiento global, la contaminación ambiental y la recuperación del equilibrio ecológico del planeta. No hablemos de los problemas ambientales en la sociedad actual del campo o de la ciudad, que Cajamarca ya tiene buena experiencia al respecto.
3. Inviable ecológicamente: la alteración de los cursos de agua, derribo de cerros, cambio del paisaje andino, pérdida de cubierta vegetal, pérdida de plantas, animales, altera sensiblemente los nichos de vida de animales, plantas, cambia el clima, el curso de aguas, vientos, altera el equilibrio ambiental naturalmente elaborado por millones de años desde el nacimiento de la cordillera andina. Se abre una herida muy sensible en la tierra, tiene efecto mariposa y puede generar conflictos ambientales muy lejos de donde se generó el problema.
Por ello, frente a este panorama adverso para Cajamarca merece volvernos a unir para que el presidente Ollanta comprenda que debe cumplir con su palabra, que lo ayudaremos a demostrar el daño profundo que hace la minería a la naturaleza, a nuestra cultura, a nuestra sociedad, a la madre tierra en general. Que lo que hoy pagan por el oro que se roban es una minucia frente a las desastrozas consecuencias del presente y el futuro.
Si esto no ocurre, considero que debemos salir al frente y decirle que definitivamente se aprovechó de nuestro voto, que nos ha traicionado y que nuestro camino es defender nuestras aguas, nuestros cerros, nuestros andes, nuestras plantas y animales, nuestra cultura andina, nuestra sociedad andina. Que se quede el oro donde está porque sacarlo es imposible sin afectar todo nuestro ecosistema.
Jorge Tejada
Docente Universidad Nacional de Cajamarca
3 comentarios:
Qué buen mensaje Jorge, me alegra mucho que pienses asi.
Att: Mishell Spelucin
pues sinceramente estoy en total desacuerdo con el titere ollanta humala... yo vivo en el extranjero y no me enteraba muy bien lo q quiso decir ollanta con eso de la transformacion y gracias a este mensaje- se puede decir, lo entendi y sinseramente lo q este hijo de su madre ollanta humala quiere hacer es convertir un pais lleno de paisajes etc en unas tierras sin futuro y sin vida ...
que vas a saver si no vives aqui en el peru uno tiene que vivir en el peru aqui se nesecita las minas con desarrollo si no es el van aser otros president porque las minerias son del pueblo peruano no de uos cuantos sabes cuanto ayuda esta dando alos canpecinos que ningun otro presidente a echo quien a llegado aos pueblos avandonado nadies todos los trabajos lo realisavan en lima os periodista acaso decian algo no porque a ellos recivian millones de dolares y lo tapavan la boca hor hay ayuda para esos anciano que les den su pencion 65 los periodista quiere chapar toda esa plata mejor que los ancianos del peru que chapen su pencion yno los grandes mafioso como fujimori y alan garcia eso si fuero grandes ladrones del pueblo peruano
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