Aldo Miyashiro
Nos estamos matando. Nos odiamos con tanta furia
que aterra saber que compartimos la misma nacionalidad. Vomitamos toda nuestra
frustración con la única intención de hacer daño. La idea pasa por menospreciar,
ningunear, menoscabar, humillar al otro.
Celebramos la derrota y la miseria ajena. Los
triunfos de los compatriotas nos joden, nos hierven por dentro, nos provoca
escupir.
Y las muertes ya no nos conmueven.
La sangre derramada no nos toca, la sentimos
distante como música de fondo en nuestra egoísta y rutinaria película de hombre
trabajador en el Perú de la comida deliciosa que muchos no pueden comer.
Dos peruanos han muerto en un enfrentamiento que
todos subestimaron. Una crisis por no escuchar al que piensa diferente. Una
disputa violenta que se repite con los mismos elementos y que solo cambia de
escenario. Los de un lado les dirán terroristas a quienes quieren protestar
porque no quieren que sus hijos respiren un aire maleado por el metal. Los de la
otra vereda gritaran fascistas a los que buscan que la economía no se caiga a
partir de la actividad que manda. Nadie escuchará. Nadie buscará un equilibrio
que permita el razonable progreso del país, con información previa a los que
viven y trabajan en el lugar, con beneficios reales para la comunidad que
permitan compensar la jodida necesidad de tener que golpear el medio ambiente,
compartir esas ganancias y elaborar un proyecto que involucre a todos, que
genere grandes utilidades y mejores colegios, calificados puestos de trabajo e
instalaciones deportivas. Que entregue tanta riqueza que pueda terminar con la
pobreza.
No sucede nada de eso. En cada conflicto seguimos
muriendo. Policías que ganan un sueldo miserable son mandados al paredón desde
Bagua. Los ciudadanos de segunda clase se preparan para morir. Estamos en una
guerra absurda y dolorosa. Tan dolorosa que nadie parece querer la solución,
los intereses valen más que la vida. Tan absurda que nuestros políticos con su
magnífica sensibilidad y valentía se hieren solamente por Twitter.
Que no nos volvamos a matar durante veinte años.
http://www.larepublica.pe/columnistas/chino-de-mi-barrio/nosotros-matamos-mas-11-05-2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario