Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Erróneamente se cree que el DIALOGO es la solución para todos los conflictos generados por la humanidad o por lo menos es un deseo generalizado y muy pregonado que lo sea. Sin embargo, tal creencia y deseo se estrella contra la realidad. Ciertamente lo es pero para un tipo de conflictos, lamentablemente no para todos, lo cual significa que el dialogo como mecanismo de solución para los conflictos sociales ES RELATIVO. Si fuera cierto que a través del diálogo se soluciona todo, entonces las batallas y guerras internas y externas, producidas desde los albores de la humanidad, específicamente desde la fase esclavista, no existieran. Para comprender este argumento es importante tipificar los conflictos. En efecto, básicamente existen hasta tres tipos de conflictos: conflictos individuales, conflictos familiares y conflictos sociales.
En psicología, se entiende como conflictos individuales a la “Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos” En efecto, en términos sencillos, un conflicto individual es aquel en el que una persona se encuentra en situación psicológica o emocional contradictoria, o mejor dicho tiene un dilema que resolver, o como se dice está “entre la espada y la pared”. El ejemplo más común es el siguiente: un individuo desea comprarse un automóvil, porque observó que su vecino o su amigo se compró uno, pero la contradicción salta a la vista, cuando dicho individuo no tiene los ingresos suficientes para comprar y satisfacer ese deseo; cuando un determinado individuo, varón o mujer, se enamora de otra u otro, pero al mismo tiempo no está segura de sí mismo o misma de llevar adelante ese proceso de enamoramiento. Cuando una autoridad desea ser fiel a sus principios y coherente con lo pregonado en una campaña electoral, pero al mismo tiempo tiene que obedecer presiones externas de agentes económicos y lo ubican en una situación de elegir entre obedecer a sus principios, ser fiel a su palabra (como por ejemplo el de revisar contratos mineros o estudios de impacto ambiental) o el de obedecer a las transnacionales y defender los intereses económicos de éstas. Estos, entre otros casos, son ejemplos de conflictos individuales. ¿Este tipo de conflicto se soluciona con dialogo? NO, fundamentalmente este tipo de conflicto se soluciona cuando el individuo reflexiona, piensa y toma conciencia sobre qué es lo que más le conviene y así opta por un aspecto de los dilemas. Que puede comunicar su estado de conflictividad a otras personas, recibir sugerencias de éstas, es cierto; pero, esencialmente la solución de un conflicto individual depende de la voluntad y la capacidad del individuo que lo afronta; cuando esa voluntad y esa capacidad no existen entonces asoma la depresión y finalmente el individuo puede llegar al suicidio. En este sentido, los suicidios, no son más que evidencias extremas de que muchos individuos son incapaces de sobrellevar, afrontar y solucionar sus conflictos psicológicos individuales.
Los conflictos familiares son conflictos que surgen en el seno de la familia. Estos conflictos se dan entre hijos o hijas con sus padres; entre hermanos con hermanas; entre nueras o yernos con los suegros o suegras; etc. Generalmente este tipo de conflictos surgen por ausencia de comunicación y por una fuerte tendencia a la imposición. Efectivamente, por tradición, en una familia peruana, existe una fuerte tendencia a la imposición y al autoritarismo, aunque en tiempos “modernos” dicha tendencia va siendo menos fuerte y se está invirtiendo; pero, igual, en ambos casos, se generan los conflictos. Ahora bien. ¿Este tipo de conflictos se solucionan sólo con el dialogo? Generalmente SI. Aquí más que un dialogo, posterior al estallido del conflicto, tiene que haber una comunicación familiar sincera y permanente, con voluntad de CEDER por ambas partes. En el contexto de un conflicto familiar la palabra CEDER no es incompatible sólo tiene que haber una condición clave: VOLUNTAD. Un ejemplo concreto ilustra lo que acabamos de decir: cuando un hijo le pide 20 soles de propina al papá y éste le da pero a cambio de que haga las tareas del colegio; o cuando le pide los 20 soles y el padre sólo le ofrece 10; a lo que el hijo tiene que ceder en su afán de pedir 20; o cuando la hija o hijo piden permiso a los padres para ir al baile y éstos le otorgan pero previamente le fijan una hora de regreso. Sin embargo, en los conflictos familiares también surgen algunos donde no es tan fácil ceder. Por ejemplo, cuando el hijo o hija se enamora de una determinada persona al cual los padres no lo quieren como parte de la familia. Entonces es cuando se generan un grave conflicto familiar, pero también individual, tanto en los padres como en los hijos. Pero en última instancia alguien tiene que terminar cediendo o los padres o el hijo o hija; pues, si esto no ocurre, el conflicto se agrava y puede terminar en un desenlace trágico como el suicidio, no de los padres sino generalmente de los hijos o hijas.
Un conflicto social es “una especie de oposición social en la que, el objetivo inmediato consiste en el daño que pueda causarse a uno o más de los individuos o grupos en perjuicios que puedan producirse a su propiedad o valores culturales o a cualquier cosa de su apego o afecto: supone pues, ataque y defensa; o, bien, que las actividades de una persona o de grupos de personas, de modo deliberado o no, impiden el funcionamiento o dañan la estructura de otra persona o grupo” (Fuente: Diccionario de Sociología) Empresas mineras transnacionales, motivados por intereses estrictamente económicos, con concepciones y valores culturales opuestos a los de poblaciones situadas en los ámbitos de influencia de tales empresas obviamente generan grandes conflictos sociales y, no es que tales conflictos se generen producto de la intransigencia, de opositores al desarrollo, de personas que tienen como hobby practicar la violencia, ni mucho menos de gente inculta o ignorante, tal y como lo expresan los grandes analistas, periodistas y políticos ultraliberales de derecha, quienes, en su mayoría, se limitan a confundir a pueblos enteros. El ejemplo más ilustrativo de hechos que inevitablemente llevan a un conflicto social es el del proyecto CONGA. Este proyecto, consiste precisamente, en el ataque a una población o cientos de miles de individuos cajamarquinos, a través de la destrucción de los colchones acuíferos y de las lagunas, que en el fondo son sistemas acuíferos que dan VIDA, tal como la sangre da vida a animales y humanos, así como la savia da vida a una planta; es más esa sangre y esa savia que da vida, se forma como resultado del agua que se bebe durante la existencia. Por lo tanto, aquí el conflicto social no sólo surge por el hecho del intento de destrucción de las fuentes hídricas, también surge porque se evidencia un ataque a los valores culturales, a las costumbres y a los estilos de vida de toda una población.
Es importante indicar que los conflictos sociales, a diferencia de los conflictos individuales, familiares y de grupos pequeños, son motivados por grandes e irreconciliables intereses. Es decir, son motivados por lo que los científicos sociales llaman intereses de clase. Se refieren a clase social, siendo únicamente dos las clases sociales existentes en una sociedad como la peruana: una dominante y una dominada. La dominante, si bien es cierto cuantitativamente es mucho más pequeña que la clase dominada, pero sin embargo tiene todos los poderes: político, económico, social y sobre todo tiene a una gran maquinaria como el ESTADO, expresado en leyes, normas y decretos (Estado de Derecho), fuerzas armadas y policiales, los medios de comunicación, incluso la religión, que los utiliza muy bien para el CONTROL SOCIAL (que no es más que control al pueblo) y así imponer sus objetivos y perennizar su dominio sobre la clase dominada. Sin lugar a dudas, los conflictos sociales originados por las transnacionales mineras, específicamente, el del PROYECTO CONGA, evidencian dos tipos de intereses irreconciliables: Por un lado está el interés estrictamente económico de la transnacional Newmont y por otro el de la población cajamarquina que busca evitar que sus fuentes hídricas sean destruidas y junto con ellas también sean destruidas su agricultura, sus valores culturales, afectando su vida misma. Por ello es que el conflicto social, particularmente el asociado a las actividades mineras y específicamente el del proyecto Conga, generalmente encierra intereses irreconciliables, incompatibles, NO NEGOCIABLES.
¿Cabe, entonces, el dialogo, en este tipo de conflictos? NO. Puesto que generalmente el dialogo es para que las partes en conflicto terminen CEDIENDO algo, bajo el supuesto de que ambas tienen que salir ganando Y, aquí, en el caso Conga, por ejemplo, la transnacional puede CEDER uno, dos, tres o varios, miles de dólares más, para ellos no hay problema en ceder y seguir cediendo; pero en cambio, la otra parte, que son los campesinos, el pueblo en general, NO TIENEN NADA QUE CEDER ¿Acaso van a ceder sus lagunas, para que sean destruidas? Y, como se sabe la empresa lo único que quiere son las lagunas porque bajo el subsuelo de éstas se encuentra el oro. Por ello, es que conflictos sociales como el surgido por el proyecto Conga no se puede solucionar con DIALOGO, simplemente lo que debe haber es una resolución, un decreto o una ley o simplemente hacer cumplir las leyes existentes respecto a que NO SE PUEDE REALIZAR ACTIVIDADES MINERAS EN CABECERA DE CUENCA Y MENOS AÚN ALLÍ DONDE IMPLIQUE DESTRUIR COLCHONES Y FUENTES DEL RECURSO AGUA.
Finalmente, es cierto que el dialogo es importante para solucionar conflictos, especialmente conflictos familiares y conflictos de pequeños grupos, que son motivados por intereses NO OPUESTOS o no IRRECONCLIABLES, pero la condición fundamental del dialogo es que exista VOLUNTAD, por un lado y por otro, tiene que haber DEBATE AMPLIO, SINSERO y objetivo, tal cual se presenta en los hechos. Pero para la solución de los grandes conflictos sociales, no existe dialogo que tenga eficacia, más aún cuando una de las partes trata de imponer sus criterios y la otra parte se siente obstaculizada o limitada para tal exposición. Menos todavía puede haber dialogo, cuando a una parte se le amenaza sistemática y subliminalmente o en base a psicosociales para que CEDA lo que no está en condiciones de ceder. Este es el caso por ejemplo del gobierno que quiere imponer criterios y quiere imponer el dialogo mismo, para lo cual usa el psicosocial muy bien al estilo del fujimontesinismo, al abarrotar la plaza de armas de soldados y policías y al decretar sin ningún motivo Estado de emergencia, al decidir quien entra y quien no entra al dialogo, al asumir actitudes prepotentes y autoritarias, etc. Sí Lerner representaba a la derecha, a los empresarios y de alguna manera se mostraba más dialogante, porque en realidad dialogó nueve horas, cuando vino a Cajamarca; el premier, Valdez, su reemplazante, simple y llanamente CONFUNDIO a la municipalidad con un CUARTEL MILITAR, donde todo funciona bajo el principio de ORDENES SE CUMPLEN SIN DUDAS NI MURMURACIONES. Por ello es que trajo un acta llena sólo para que lo firmen los dirigentes y autoridades de Cajamarca. Faltó solo un paso para que les ponga un fusil en la sien para que firmaran la famosa acta. ¿Así se dialoga? Ahora entiendo y creo que también el pueblo, porqué las cacareadas mesas de diálogo no funcionan o funcionan mal y porqué, generalmente, en estas mesas de dialogo se firman acuerdos que van en contra de los intereses de los pueblos y porqué muchas autoridades y dirigentes TRAICIONAN A LOS INTERESES DE SUS PUEBLOS. Esto tiene que ser así y no de otra manera, especialmente cuando las formas de dialogo son como las del señor Oscar Valdez y cuando las autoridades y dirigentes de los pueblos demuestran que son fáciles de intimidar, proclives a vender sus conciencias y fáciles de convencer. Pero, cuando autoridades como el Presidente Regional de Cajamarca y dirigentes como Wilfredo Saavedra del Frente de Defensa del Medio Ambiente de Cajamarca, tienen la VALENTÍA para no aceptar los chantajes del gobierno y tampoco no son mellados por los psicosociales y las amenazas y se ponen firmes, junto con el pueblo, ante la defensa de los intereses, como la protección de las fuentes hídricas, ahí es cuando surgen calificativos de “intransigentes”, “ patria roja”, terrorista”, además de innumerables procesos judiciales y varias amenazas sistemáticas. En fin todas estas persecuciones y amenazas caen en saco roto o simplemente revelan desesperación de la derecha y de la clase social dominante, frente a una única arma que tienen los pueblos: LA VERDAD. Asimismo, si alguna lección hay que sacar del conflicto Conga es que queda claro los estilos de gobernar de la derecha y de la clase dominante, quienes siempre están acostumbrados a imponer, a tirar los principios democráticos por el desagüe, cuando sienten que sus intereses, únicamente y exclusivamente económicos, son afectados o se les puede ir de las manos. Así han gobernado durante estos 180 años de vida republicana, amparados en un CENTRALISMO LIMEÑO que les impulsa a creer que LIMA ES EL PERÚ y en el resto del país solo hay simples opositores al desarrollo, perros del hortelano, o ciudadanos de segunda, tercera, cuarta, “n” clase. Ese es el status social en el cual nos han mantenido y ese es el que quieren mantener, a todo costo, incluso a sangre y fuego. Por parte del pueblo, como no tenemos nada que perder, pero sí que ganar, una mejor sociedad, más justa y digna sólo decimos: ¡SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS Y CONGA NO VA, NI HOY NI NUNCA!
Escrito: 26 de diciembre del 2011
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