“Lo único universal en el capitalismo es el mercado” Giles Deleuze y Félix Guattari en su libro ¿Qué es la Filosofía?
Por Sociólogo : Avelino Zamora Lingán
Hoy en día, ya no resulta extraño el hecho que en el imaginario popular subsista la idea respecto a que las GUERRAS DEL FUTURO ya no serán tanto por causa de la expansión económica mundial, el reacomodo territorial o el reparto del mundo, tal como lo fue en la Primera como en la Segunda Guerra mundial, porque un nuevo elemento ha sido añadido a las causas bélicas: EL AGUA. En efecto, el agua, elemento vital, del cual ningún SER VIVIENTE puede prescindir para su existencia, se ha convertido en la actualidad la causa principal de gran parte de los conflictos sociales existentes a lo largo y ancho de este planeta llamado TIERRA. Asimismo, el agua es el medio fundamental mediante el cual el cambio climático global afecta a los ecosistemas del planeta y, por lo tanto, a la vida y al bienestar de la humanidad. En la actualidad, ya se aprecian los impactos del cambio climático relacionados con el agua en forma de sequías e inundaciones cada vez más frecuentes y severas. La subida de las temperaturas, los cambios en los patrones de las precipitaciones y las temperaturas extremas, así como la desertificación, afectan ya la disponibilidad de recursos hídricos mediante cambios en la distribución de las lluvias, la humedad del suelo, el deshielo de los glaciares, las nieves perpetuas y las corrientes de los ríos y las aguas subterráneas. Asimismo, en torno al agua se producen las más grandes desigualdades (brecha hídrica), tanto así que las necesidades de agua por persona y día son calculadas en un mínimo de 25 litros; pero en muchos países no llegan a los 20 litros, mientras que los países desarrollados utilizan entre 400 y 500 litros.
Y, es que en torno al AGUA, hoy se vienen generando dos procesos fundamentales: El CALENTAMIENTO GLOBAL y su conversión en MERCANCÍA POR EL CAPITALISMO. En cuanto al calentamiento global, sabemos que éste fenómeno planetario surge de la gran contaminación ambiental, el mismo que consiste en el derretimiento de glaciares, resultado del incremento de la temperatura, el cual, a su vez, causará, por un lado, sequías excesivas y permanentes y por otro, lluvias excesivas. Son, precisamente estos fenómenos, los que vienen determinando la escasez de agua dulce afectando así a todos los seres vivos. Asimismo, conocido es que en el contexto del capitalismo, TODO es convertido en mercancía, lo cual implica que todo, incluido la CONCIENCIA HUMANA, son sometidos a las leyes del MERCADO, donde todo se compra y todo se vende. El agua, elemento imprescindible para la vida, no podía quedar al margen de la lógica capitalista, atendiendo, justamente al principio capitalista, indicado por Giles Deleuze y Felix Guattari: “lo único universal para el capitalismo es el MERCADO”. Es en el marco de esta lógica que hoy existen trasnacionales, Estados, Gobiernos Locales que no dudan en plantear POLÍTICAS DE PRIVATIZACIÓN DE FUENTES DE AGUA, ADMINISTRACIONES PRIVADAS DE LOS SISTEMAS DE AGUA POTABLE, y de las grandes REPRESAS DE AGUA DE IRRIGACIÓN, etc., para ser manejadas obviamente desde la lógica del mercado y con único fin: RENTABILIDAD ECONÓMICA.
Pero, también, tal como lo determina la dialéctica, todo tiene su contradicción, el capitalismo tiene sus contradicciones y en este caso concreto respecto al agua, afronta una: Por un lado el apetito de convertir al líquido vital y a sus fuentes en mercancía rentable y por otro, el destruir tales fuentes para extraer los minerales en MERCANCÍA. Tiene que optar por uno de ellos, porque no puede hacer las dos cosas al mismo tiempo. Es un dilema, que siempre será el “dolor de cabeza” de la lógica capitalista. Ni la tecnología más avanzada puede dar solución a tan grande obstáculo, cual es la de destruir las fuentes de agua, y la de extraer los minerales que se encuentran debajo de ellas, únicamente para satisfacer su voraz apetito de RENTABILIDAD ECONÓMICA. El PROYECTO CONGA, promovido por la Newmont Mining Corporation (Minera Yanacocha), en Cajamarca Perú, precisamente evidencia esta gran contradicción: Por un lado, la viabilidad de Dicho Proyecto significa la DESTRUCCIÓN de seis (6) hermosas lagunas, las cuales en conjunto representan cerca de 70 hectáreas de ESPEJO DE AGUA, y una cantidad de metros cúbicos de agua incalculables, para extraer oro, plata y cobre, cuyo valor en el mercado se traduce en miles de millones de dólares de ganancia; y por otro, no cabe duda que los millones o billones de metros cúbicos de agua, existentes debajo de las lagunas, representan miles de millones de dólares de rentabilidad, que cualquier transnacional, incluida Yanacocha, ya quisieran poseerla o explotarla.
En fin, lo que estamos viviendo actualmente, en relación al agua, no es más que, tal como lo indica Enrique Leff: “La cuestión ambiental, más que una problemática ecológica, es una crisis del pensamiento y del entendimiento, de la ontología y de la epistemología con las que la civilización occidental ha comprendido el ser, a los entes y a las cosas; de la racionalidad científica y tecnológica con la que ha sido dominada la naturaleza y economizado el mundo moderno”
Finalmente, decir que las GUERRAS DEL FUTURO serán por el agua, es simplemente un DECIR, porque las guerras por el agua YA SON DEL PRESENTE, si bien no de tal grado como para ser caracterizadas como “guerras”, en el pleno sentido del término, pero los inicios, los chispazos, los conflictos sociales internos y externos, que son los detonantes de cualquier guerra, están en pleno proceso y vigencia, en algún espacio de este nuestro sufrido planeta tierra. Según fuentes, existentes en las redes sociales, estos son algunos casos: Conflictos entre Turquía, Irán y Siria por el control del Tigris y el Éufrates; Israel con Palestina, Jordania y Siria por el Jordán (el punto más dramático de este conflicto puede ejemplificarse en el mar Muerto que, según los expertos, al no entrar agua del Jordán, se desecará en 50 años si no se invierte la situación actual); Israel con Palestina por los acuíferos de Cisjordania (donde la apropiación por parte de los colonos israelíes y por el Estado hebreo condena a la población palestina a tener solo algunas horas de agua al día); India con Pakistán por el control del Indo; Bangladesh e India por el Ganges; Tailandia y Birmania por el río Salween; EE.UU. y México se han venido enfrentando por el control de los ríos Grande y Bravo; Etiopía y Sudán con Egipto por el Nilo; la República sudafricana con Namibia por el Orange; Zimbabwe con Malawi y Mozambique por el Zambeze; Hungría y Eslovaquia por el Danubio; España y Portugal por el Miño, Duero, Tajo y Guadiana.
Aquí, en Perú, los conflictos sociales por el agua cada vez son más intensos y generalizados, como el que recientemente se está dando en torno a la protección de las lagunas de CONGA y no cabe duda que surgirán otros a nivel regional y nacional, puesto que la gran contradicción IRRECONCILIABLE es entre las transnacionales mineras que pugnan por las riquezas minerales existentes debajo de las fuentes de agua y los pueblos que están dispuestos a evitar, a todo costo, la DESTRUCCIÓN de sus fuentes de agua porque saben que EL AGUA ES VIDA y la VIDA NO ES INTERCAMBIABLE NI POR TODO EL ORO DEL MUNDO.
Escrito: 19 de diciembre del 2011
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