domingo, diciembre 27, 2015

EL “A-SALTO” DE LA DERECHA

Escribe: Sociólogo Avelino Zamora Lingán
Hoy, a medio día, escuché a la periodista de Radio Exitosa, quien hace pocos meses fue despedida del diario El Comercio, aguijoneando a Marco Arana para que acepte que “sí está alegre” por la “derrota” de Nicolás Maduro, en Venezuela, en las elecciones legislativas de ayer domingo 6 de diciembre, pedido al cual, Arana, no se sí a regaña dientes o por convicción, tuvo que ceder más o menos de la siguiente forma: “felicito la alternancia en Venezuela”, demostrando que él también se une al salto de alegría derechista por este acontecimiento. Previamente, había entrevistado a un ultra-liberal nato, disqué miembro del equipo técnico de PPK. Aquí si hubo regocijo y alegría total entre el entrevistado y la entrevistadora, frases como “triunfó la democracia”, “regresa la democracia”, “ahora faltan solamente que se vayan a su casa Maduro y Castro”, entre otras frases de odio político-ideológico. Aquí, en Cajamarca, también, no faltaron algunos periodistas, que “analizaban” el tema enrostrándole a Maduro, disqué por ser un “dictador” y, por ello comparándolo con Fujimori, y sugiriendo un escenario socioeconómico venezolano, muy parecido o igual al escenario peruano en época de la dictadura fujimontesinista. Al respecto debo decir: Muchos “analistas” no hallan diferencia entre una dictadura de derecha, de esas, bajo la cual, los pueblos siempre están sometidos, y no ven que ahora mismo también vivimos en dictadura, la dictadura de las transnacionales o de los capitalistas; y, una dictadura de izquierda, que, por lo general, le haría la vida imposible a los explotadores de siempre, vale decir a los ricos y pequeños grupos de poder económico; y procura dar bienestar a los pueblos, que son las grandes mayorías, es decir, que estos grupos políticos apestados para las derechas, tratan de construir democracias reales y NO democracias formales o fantasiosas. 
Ciertamente, la derecha latinoamericana está obteniendo relativo éxito electoral, como por ejemplo: en Argentina, donde ha sido elegido el conservador y neoliberal Mauricio Macri; en Guatemala, ganó las elecciones un cómico, según indican los analistas, nada preocupante para los grupos de poder económico y para la derecha conservadora guatemalteca; en Venezuela, tal como ya lo indicamos, las legislativas, no presidenciales, ganó la derecha, con más de 100 curules en el parlamento; en Brasil, Vilma Roussef y el partido de los trabajadores podrían entregar la banda presidencial a alguien de la derecha y la popularidad de Michelle Bachelet en Chile, está por los suelos; mientras que en Perú, la derecha está saltando de alegría porque en estas elecciones no tiene, al menos a poco más de 100 días de las mismas, ningún competidor que le quite el sueño, vale decir, lo que ellos llaman: ningún “antisistema”, “nacionalista”, “izquierdista”, “anti-minero” o “comunista”. Algunos “izquierdosos” que por ahí están haciendo el intento de competir con la derecha, creo que sólo se van a quedar en eso: “INTENTO”. Salvo que, por ganar elecciones, o por arrancar una pequeña cuota de poder, alquilen su conciencia a algunos empresarios criollos o a las transnacionales mineras para que puedan financiar su campaña electoral y así estén en condiciones de competir con los plutócratas derechistas, con Cesar Acuña, por ejemplo. Y, esto no es ninguna herejía, pues muy bien saben que en el reino del neoliberalismo, y de las transnacionales, la política ha sido reducida a la categoría de mercancía. Los políticos, o mejor dicho, los politiqueros, en campaña electoral, tienen que “fabricar” sus spots publicitarios para “venderse” tan igual como se vende una crema dental, una barra de jabón o un paquete de toallas higiénicas. 
Volviendo a la “derrota” de Maduro y la alegría de la derecha latinoamericana. La cantaleta eterna de la derecha cuando un régimen no es de su conveniencia política, pero más aún, de su conveniencia económica, rápidamente tal régimen es tildado de “dictadura”. Tal es así que los hermanos Castro (Fidel y Raúl) son unos dictadores; Chávez, Maduro, Evo Morales, son unos viles dictadores; ni hablar de Velasco Alvarado, fue un dictador por excelencia; etc., etc. Pero, cuando existen regímenes títeres, que benefician a los intereses económicos de las corporaciones, multinacionales y transnacionales y grupos de poder económico criollos, como los regímenes de Ollanta, García, Toledo y el de Fujimori, en ese caso, tales regímenes sólo cometen “excesos” y “errores”, pero no son tildados de “dictadores” Los regímenes sanguinarios de Pinochet en Chile; el de Videla en Argentina; Strosner en Uruguay, Somoza en Nicaragua, incluido el de Alberto Fujimori en Perú, entre otros asesinos de los pueblos, eran los engreídos, no sólo de las derechas criollas latinoamericanas sino que también de los Estados Unidos. Cuando tales regímenes asesinan a cientos o miles de luchadores sociales, ambientalistas, obreros, empleados y estudiantes, esto pasa por desapercibido, como ha pasado desapercibido los más de 60 muertos del Humalismo, en las protestas sociales, por reclamar sus derechos; o los más de 200 muertos que el régimen de García, ha causado durante su segunda gestión; pero, en cambio, sí en Venezuela hay una sola víctima mortal, durante alguna protesta social, promovida, además, por la propia derecha, allí si los instrumentos mediáticos latinoamericanos, al servicio del capitalismo, hacen todo un escándalo y se pasan semanas y meses hablando de esa víctima. ¡Que tal doble moral de las derechas criollas y vende patria!!!
Ahora bien. Que en Venezuela parcialmente haya triunfado la derecha es una situación que no debe extrañar, pues sus métodos aplicados para ello, es decir, para “sus triunfos”, son los más inimaginables, sobre todo por una opinión pública entretenida o distraída por instrumentos mediáticos transmisores de programas basura y de información político-ideológica altamente distorsionada, destinada únicamente a la manipulación de la conciencia de los pueblos, siendo el resultado de tal manipulación un pensamiento u opinión altamente favorable a sus sagrados intereses económicos. Uno de los métodos favoritos por las derechas latinoamericanas es CREAR CRISIS ARTIFICIALES. Es decir, que muchas de las crisis socioeconómicas de los países latinoamericanos no sólo se genera por caída de la producción, por inflación, por caída de precios en los minerales o por sobre demanda, etc., etc. sino que también son generadas deliberadamente por puro interés político o por el único interés de deshacerse de gobiernos izquierdistas o socialistas. 
En Venezuela, por ejemplo, los empresarios distribuidores de alimentos, de papel higiénico, detergentes, etc., equivalentes aquí en Perú, con el grupo Romero, dueño del 80 % del mercado de alimentos, generaron una ESCACÉS ARTIFICIAL de los alimentos con el único propósito de que la población venezolana vaya en contra del régimen chavista. ¡Claro, quien no va maldecir a un gobierno si es que en el mercado no encuentra ni siquiera papel higiénico, o al realizar enormes colas para conseguir un kilo de azúcar o arroz!!! No tanto porque estos productos hayan escaseado por efectos de alguna plaga maldita, desastre, o por la paralización de la industria, sino porque sencillamente han sido ESCONDIDOS, por los grandes monopolios, para desviar la corriente de opinión hacia su favor. A esto se suman los instrumentos mediáticos de toda América, contribuyendo a desviar esa corriente favorable a los intereses del capital. El objetivo fundamental, que rara vez falla es: PONER AL PUEBLO EN CONTRA DEL REGIMEN AL CUAL QUIEREN TUMBAR. 
Otro de los métodos efectivos utilizados por la derecha es la constitución del clientelismo político en base a la compra de conciencias. Para ello, el único medio es el dinero. El dinero es el antídoto más eficaz para la necesidad, un mal irremediable de los pobres junto con la despolitización o el analfabetismo político. Un pobre y, además, analfabeto político, es capaz de “vender” su conciencia a su propio enemigo y tan sólo por una caja de fósforo, un gorro, un kilo de arroz, o un kilo de lenteja. Es por ello que muchos antropólogos y sociólogos convienen en que la pobreza es un fenómeno creado deliberadamente por los sectores acomodados, para ser utilizados clientelistamente en circunstancias políticas especiales como en escenarios electorales, por ejemplo. Hay voces, y no son pocas, en cuanto a que se habría generado una situación mercantilista de “compra de votos”, a favor de la DERECHA VENEZOLANA, y no es de extrañar puesto que las derechas latinoamericanas son expertas en este tipo de menesteres, por lo mismo, puede darse en Venezuela, en Perú, en Argentina, en Brasil, en Chile o en cualquier otra parte de nuestra América.
Finalmente, cuando en algunos países de América, los grupos políticos progresistas o de “izquierda” llegan a asumir las Presidencias, generalmente encuentran a sus respectivos países hecho un desastre, ya sea por agobiante crisis económica, por altas tasas de desempleo, por industria quebrada, analfabetismo y sobre todo secuestrados por la corrupción de alto vuelo o de cuello y corbata. Todo esto causado por derechistas que han gobernado durante décadas o cientos de años. Frente a esto, los grupos de “izquierda”, salvo excepciones, hacen todos los esfuerzos de poner orden, de sentar las bases para un verdadero proceso de desarrollo, con políticas populares encaminadas, tal como se ha venido haciendo en Venezuela o Argentina, en Uruguay, en Cuba, en Bolivia, etc., aunque bajo el remordimiento de las derechas criollas y grupos de poder económico. Hoy, que las derechas tienden a recuperar el poder, muchas veces, poder que nunca lo perdieron o lo perdieron parcialmente, ¿Tratarán de conservar lo que sus enemigos políticos hicieron? Lo dudo. Estos grupos derechistas, cual vampiros sedientos por sangre o mejor dicho por dólares, entrarían a destruir todo lo que sus antecesores han realizado, tan sólo por venganzas políticas o por incompatibilidad política. Pero, entonces, los pueblos nuevamente se desengañarán de las derechas brutas y achoradas y otra vez reclamarán gobiernos de izquierda. Más aún cuando está en la naturaleza de las derechas no cambiar las estructuras socioeconómicas que oprimen a los pueblos, siendo una de éstas el modelo económico neoliberal, base del capitalismo salvaje. Las derechas llevan sus propias contradicciones: en el discurso, sostienen, que trabajarán para los más necesitados, vale decir por y para los más pobres; pero, en la práctica, se aferran y rinden loas y alabanzas a un sistema y a un modelo económico, cuya aplicación, precisamente, arroja a millones y millones de seres humanos a vivir envueltos en la pobreza y extrema pobreza. ¿Las razones? Más arriba, ya lo explicamos. 
Escrito: 6 de noviembre del 2015

viernes, diciembre 18, 2015

Sin paz con la Tierra, no habrá paz sobre la Tierra


Resulta evidente que la Humanidad atraviesa un momento complejo. Como nunca antes en su historia su existencia está globalmente amenazada. No se trata ya de enfrentar problemas aislados de sequías o de inundaciones, por ejemplo. Ahora los problemas socio-ambientales provocados por el ser humano, (des)organizado en la civilización capitalista, plantean retos globales. Todo indica que estamos cerca de llegar a un punto sin retorno (o que quizás ya lo estamos superando…). Frente estas realidades y amenazas se elevan muchas voces de angustia y también propuestas de acción. A primera vista parecería que hay una coincidencia de que se tiene que hacer algo. Al menos en el discurso, se acepta la necesidad de replantear las lógicas de producción y de consumo de la sociedad moderna para transitar por otros caminos con una relación más armónica con la Naturaleza. Esa aceptación, sin embargo, no se ha traducido en logros concretos. Hasta ahora. Recordemos que los esfuerzos desplegados desde la aprobación del Convenio de Kioto en 1997 no se han cristalizado en resultados concretos. Más aún, el fracaso de la COP 15, realizada en el año 2009, en Copenhague, sentó un duro precedente. La desazón y desesperanza coparon el ámbito de acción en Naciones Unidas. Y desde esa perspectiva, cuando era poco lo que se esperaba, emerge como un logro el acuerdo global conseguido en la COP 21 en Paris, en diciembre del 2015. En esa ciudad, sacudida poco antes por un brutal atentado terrorista, 95 países miembros de la Convención de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático más la Unión Europea, a la que se considera un estado más, alcanzaron un acuerdo contra el calentamiento global que implica a la práctica totalidad del planeta. Sin embargo, como una primera gran conclusión podemos determinar que, si bien lo logrado es significativo comparado con los fracasos anteriores, resulta muy poco o definitivamente nada con lo que este reto global demanda. 

Para dudar de los aplaudidos alcances conseguido en Paris, cabría preguntarnos, como lo hace Gerardo Honty, por qué “muy distintos actores, desde los grandes exportadores de petróleo a las corporaciones globales, todos ellos, terminaron aplaudiendo el acuerdo parisino. Si esos actores celebran el convenio, es que sin duda no se están poniendo límites a la civilización petrolera”. Igual cosa podríamos plantear desde la aceptación de los países exportadores de petróleo o desde de sus mayores consumidores, como China y Estados Unidos, que también se hallan en el coro de aplaudidores. Veamos unos cuantos aspectos relevantes. Este Acuerdo, mundialmente aplaudido –sobre todo por los grupos de poder político y económico- presenta muchas falencias y debilidades, a más de marginaciones imperdonables. Noemí Klein pronto detectó que no aparecen siquiera nombrados conceptos clave como “combustibles fósiles”, “petróleo” y “carbón” y que la fenomenal deuda climática del norte hacia el sur brilla por su ausencia. En el Acuerdo se han suprimido las referencias a los Derechos Humanos y de las poblaciones indígenas, referencias transladadas al preámbulo. Además, pasará un tiempo para que este Acuerdo entre en vigor: las distintas partes tienen plazo entre abril del 2016 y mayo del 2017 para ratificar el Acuerdo, que entraría en vigor en el año 2020. 
Y una primera revisión de resultados sería en el año 2023. Los debates no abordaron a fondo los puntos sensibles, en tanto los negociadores se esmeraron en evitar los verdaderos problemas y menos aún proponer las verdaderas soluciones. Los países poderosos y las transnacionales consiguieron que ningún documento o decisión afecte sus intereses y se convierta en un obstáculo en la lógica de acumulación del capital. No se cuestionó para nada la perversidad del crecimiento ilimitado cuando ya son evidentes y feroces sus consecuencias socio-ambientales sobre la Madre Tierra. No hay compromisos vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; entonces estas emisiones continuarán aumentando. Tampoco se ha reconocido la deuda climática (mejor hablemos de deuda ecológica) que tienen históricamente los países industrializados con el mundo subdesarrollado; más aún, las grandes potencias, Estados Unidos y la Unión Europea, no solo desconocen esa deuda, sino que hacen todo lo posible para no aceptar sus responsabilidades pasadas y actuales en la desaparición de glaciares, la subida del nivel marino y los eventos climáticos extremos. Al no haberse adoptado medidas drásticas que limiten y hasta reduzcan la oferta de combustibles fósiles, así como medidas que paren la deforestación, la temperatura continuará subiendo, contrariamente a lo proclamado en París. A modo de punto relevante, tengamos presente que el objetivo a largo plazo es que la temperatura del planeta no sobrepase los 2 grados de aumento a final de siglo (incluso se aspira a un objetivo más ambicioso de 1,5 grados) Sin embargo, con los compromisos voluntarios de reducción de emisiones de efecto invernadero, que han presentado los diferentes países en Paris, la temperatura llegaría a sobrepasar los 3 grados. Y por cierto, en estas circunstancias, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera seguirá aumentando. Vistas así las cosas, no todo el contenido del Acuerdo tiene el mismo grado de compromisos. Si los países no están obligados a cumplir los compromisos de reducción de emisiones que han presentado, no habrá sanciones si no cumplen sus ofrecimientos de reducción de emisión, pues quedarán en eso, en simples ofrecimientos. Lo que se espera es que esos ofrecimientos se transformen en compromisos aún más audaces a través de revisiones cada cinco años. El Acuerdo no fija metas claras en lo que al pico de emisiones se refiere. Y tampoco establece medidas a adoptar con el fin de descarbonizar la atmósfera. 
No hay planteamientos concretos tendientes a combatir los subsidios que alientan el uso de los combustibles o para dejar en el subsuelo el 80% de todas las reversas conocidas de dichos combustibles, como recomienda la ciencia e inclusive la Agencia Internacional de la Energía, entidad que de ecologista no tiene un pelo. Si como ya anotamos no se cuestiona “la religión” del crecimiento económico, en ningún punto se pone en entredicho el sistema del comercio mundial, que esconde e incluso fomenta una multiplicidad de causas de los graves problemas socio-ambientales que estamos sufriendo; tanto es así que “el comercio internacional deberá proseguir sin obstáculos, incluso en un planeta muerto”, al decir de Maxime Combes. Sectores altamente contaminantes como la aviación civil y el transporte marítimo, que acumulan cerca del 10 % de las emisiones mundiales quedan exentos de todo compromiso. Tampoco se afectan para nada las sacrosantas leyes del mercado financiero internacional que, sobre todo vía especulación, constituye un motor de aceleración inmisericorde de todos los flujos económicos más allá de la capacidad de resistencia y de resilencia de la Tierra. Y no hay compromisos orientados a facilitar la transferencia de tecnologías destinadas a facilitar la mitigación y la adaptación a los cambios climáticos en beneficio de los países empobrecidos. 
Así las cosas, con este tan promocionado Acuerdo se abren aún más las puertas para impulsar las que se conocen como falsas soluciones en el marco de la “economía verde”, que se sustenta en la continuada e incluso ampliada mercantilización de la Naturaleza. Así, con el fin de lograr un equilibrio de las emisiones antropogénicas, los países podrán compensar sus emisiones a través de mecanismos de mercado que involucren a bosques u océanos; o alentando la geoingeniería, los métodos de captura y almacenaje de carbono, entre otros. Para financiar todos estos esfuerzos se establece un fondo de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020. Esa cantidad, con seguridad menor a la que han recibido los bancos en sus crisis recientes y que no constan en el Acuerdo, podría ser ampliada en 2025; además, este fondo carece de previsbilidad y transparencia. Por cierto el rigor de los compromisos cambia dependiendo de la situación de los países: desarrollados, emergente y “en vías de desarrollo”: eufemismo con el que se conoce a los países empobrecidos por el propio sistema capitalista y su inviable propuesta de desarrollo. Este Acuerdo, en palabras de Silvia Ribeiro, entonces, “se decanta por las opciones más conservadoras y menos ambiciosas” que fueron propuestas durante las negociaciones. De lo expuesto, que deberá ser complementado y profundizado con análisis aún más detenidos y pormenorizados, es fácil concluir que los problemas socio-ambientales globales luego de la COP-21 no encontrarán una solución de fondo. Y así continuará la guerra en contra de la Tierra, causa directa de la ausencia de Paz entre los seres humanos.

La Paz con la Tierra como mandato para la Paz sobre la Tierra 
Aceptémoslo, los seres humanos para lograr que la Paz reine en la Tierra debemos empezar por hacer la Paz con la Tierra. Para conseguir ese vital objetivo, los seres humanos podemos y debemos convivir armónicamente con la Naturaleza, con sus plantas, con sus animales, con sus ríos y sus lagunas, con sus mares y sus manglares, con sus montañas y sus valles, con su aire, con sus suelos y con todos aquellos elementos y espíritus que hacen la vida posible y digna. Eso demanda un mundo en donde no sea posible la mercantilización depredadora de la Naturaleza, en la que el ser humano sea una parte más de ella y no un factor de destrucción. Y en donde, esto también es fundamental, se asegure la vida digna para todos los seres humanos. Las guerras y el uso del terror, independientemente de los argumentos que las invoquen, tanto como las agresiones a la Naturaleza, destruyen las condiciones de vida digna en el planeta. Para poder celebrar a diario la enorme riqueza de la vida en todos los rincones de la Tierra, así como su gran diversidad biológica y cultural, requerimos construir comunidades democráticas y libres. Y así, conscientes de este mandato, retornemos a Paris. Más allá del mensaje que se puede obtener de la COP 21, es preciso comprender las consignas de guerra desplegadas a raíz de los atentados terroristas del 13 de noviembre pasado, y los redoblados esfuerzos bélicos con que los enfrenta. Las políticas “defensiva” u “ofensiva” para combatir el terror con más terror, a la muerte con más muerte, solo conducen a un permanente adiestramiento para el genocidio, a la normalización de los crímenes de guerra, al crimen selectivo como noticia favorita en los medios de comunicación masiva. Debemos, por tanto oponernos a la institucionalización de cualquier forma de violencia en la vida cotidiana. Y en línea con el pensamiento del Mahatma Gandhi, estamos convencidos que no hay un camino para la Paz, sino que la Paz es el camino. La mejor manera de combatir esas fuerzas aterradoras, empeñadas muchas veces en el control de los combustibles fósiles, como el petróleo en el Oriente Medio, por ejemplo, es recuperando las miradas y cercanías con la Naturaleza. Es decir la capacidad de fascinarnos con la diversidad de las formas de vida existentes en la Tierra; lo que exige el respeto a las diversidades. Y todo esto para sembrar desde lo cotidiano y en todos los rincones de la Tierra, nuestra Madre Tierra o Pachamama, un compromiso de convivencia entre los pueblos entre sí, y de éstos con la Naturaleza. Insistamos, en la tierra no habrá Paz, si no establecemos la Paz con la Naturaleza. La Naturaleza explotada, contaminada, militarizada, es la causa profunda de muchas violencias. Y lo son también las enormes y crecientes brechas entre ricos y pobres en todo el planeta. 

Esta realidad provoca miedo e incertidumbre por el futuro. Desata problemas cada vez más complejos en términos de los cambios climáticos en marcha, que amenazan la vida de los humanos en el planeta. Constituye una manifestación de despojo para la mayoría de habitantes y de acumulación en beneficio de pequeños grupos que han concentrado el poder en base a los extractivismos y la mercantilización de la Tierra. Estas son las verdaderas fuerzas destructoras que impiden las condiciones materiales y existenciales necesarias para la realización de la vida digna para todos los habitantes del planeta. Por ello tiene hoy más sentido que nunca, superando el miedo al terror, enarbolar la bandera de la Paz, y enfrentar las agresiones contra la atmósfera, que provocan el cambio climático; el agronegocio de los organismo genéticamente modificados (los transgénicos) y los agrotóxicos; el desbocado extractivismo en los territorios desde donde se obtiene -con verdaderas amputaciones ecológicas- petróleo, gas o minerales. Y más aún si sabemos que esas agresiones son sostenidas -siempre- con el uso de la fuerza, con la criminalización de los defensores de la vida y en más de una ocasión con operaciones militares. 

El Tribunal de los Derechos de la Naturaleza, respuesta desde la sociedad civil 

En las circunstancias descritas, sobre todo frente a los continuados fracasos de los grupos de poder, que realmente no tienen interés en encontrar las respuestas adecuadas a los problemas provocados por el cambio climático -es decir por ellos mismos-, la sociedad civil propone respuestas y acciones creativas. Es más, la sociedad civil no espera a que den fruto las acciones de los poderosos. La sociedad civil en el Sur y en el Norte se ha puesto en marcha. Resiste y propone. Así, ya desde hace dos años, desde la sociedad civil se construye un espacio para denunciar e incluso sancionar éticamente los crímenes que se cometen en contra de la Tierra y de sus hijos e hijas. Este Tribunal Ético Permanente por Derechos de la Naturaleza, que ha realizado sesiones en Ecuador, Perú, Australia y Estados Unidos, se reunió también en París en forma paralela a la COP 21. En este espacio se analizan y juzgan las agresiones contra la Naturaleza, considerando que ésta es la mayor guerra de agresión y terror es la que se lleva a cabo en el mundo. Quienes conforman este Tribunal Ético Permanente por los Derechos de la Naturaleza, en homenaje a todas las víctimas de toda forma de terror, invitaron a recuperar y a construir los espacios necesarios para propiciar democráticamente una vida en Paz. El desafío es extraordinario. Detener el cambio climático y las agresiones a la Naturaleza excede el marco de las cumbres gubernamentales y requiere del movimiento social global más poderoso de la historia que conecte las distintas luchas de justicia ambientales, económicas, feministas, indígenas, urbanas, obreras. Esto implica coordinar acciones anti-coloniales, anti-racistas, anti-patriarcales y anti-capitalistas, construyendo alternativas civilizatorias. En eso estamos, hacía allá vamos. En suma, la lucha por la Naturaleza y la vida digna de los seres humanos, posible sólo si vivimos en armonía con nuestra Madre Tierra, como expresó el senador argentino Fernando “Pino” Solanas en Paris, en este Tribunal de los Derechos de la Naturaleza, sintetiza “la causa de todas las causas”. 

lunes, diciembre 14, 2015

CARTA DE GOYO A LA COP 21


Penal de Piedras Gordas, diciembre 02-2015
Hermanos:
Colectivos de peruanos en Francia
En el marco de la COP 21
Vaya para cada uno de ustedes compatriotas mis más entrañables saludos. Soy Gregorio Santos Guerrero comunero de nacimiento de la Comunidad Campesina “San Juan” de Chirinos”, provincia de San Ignacio, en la histórica y milenaria región norteña de Cajamarca, considerada la segunda capital del Tahuantinsuyo después del Cuzco. Lugar donde la invasión europea de los Pizarro, tomo prisionero al Inca Atahualpa y luego de engaños con la entrega de oro y plata lo ejecutaron. Soy continuador de la fundación y creación de las Rondas Campesinas, he desempeñado diferentes cargos en esta organización; defendiendo derechos universales a la libre y voluntaria organización de los campesinos, comunidades y pueblos originarios; derecho a La administración de justicia de acuerdo al derecho consuetudinario garantizado en la Constitución peruana y el Convenio Internacional 169 de la OIT; en congresos y asambleas , marchas y movilizaciones hemos defendido el derecho a la consulta previa, libre e informada, ante la imposición violente de proyectos mineros en las Comunidades Campesinas ; defensa de las cabeceras de cuenca, nacientes de agua, humedales, , colchones acuíferos, espejos de agua como las lagunas de Conga, manantiales y riachuelos; en si el derecho a decidir el modelo de Desarrollo y gestión del territorio respetando a sus verdaderos propietarios.
Gracias a la unidad rondera y comunal, democráticamente fui propuesto para las elecciones Regionales del año 2010, resultando electo Presidente Regional en primera vuelta para el periodo 2011-2014. En cumplimiento de los acuerdos ronderos y de los pueblos originarios, desde el gobierno regional se impulso la aprobación de un Plan de Desarrollo Regional Concertado; el mismo que se basa en el protagonismo de las Rondas Campesinas, comuneros y pueblos originarios; que durante años han venido demandando el respeto a su territorio invadido por empresas trasnacionales como Yanacocha, que en alianza con el Grupo Benavides explotan tres yacimientos mineros “La Zanja” , ”Tantahuatay” y “Yanacocha” y pretenden expandir por todas la cabeceras de cuenca de la sierra central cajamarquina, parte de la Columna Vertebral del Perú , la Cordillera de Los Andes . El hecho extremo de la violencia extractivista fue cuando Yanacocha pretendió imponer el megaproyecto minero denominado “Conga” que implica la desaparición, destrucción de lagunas, humedales y bofedales; una de ellas debe ser desaguada y convertida en un relleno de desechos tóxicos.
Ante estos hechos abusivos, en calidad de la Presidente Regional, comunero y rondero, cumpliendo los acuerdos comunales y Ronderos aprobamos sendas ordenanzas regionales. Estas ordenanzas son elaboradas, discutidas y aprobadas por el Consejo Regional y por orden o mandatos de la Ley, promulgadas por el Gobierno Regional. Es así que firmamos la OR 036-2012; Declarando Inviable el Proyecto minero Conga, al amparo de la Ley de Recursos Hídricos y en cumplimiento del pedido popular. Esta acción legal y democrática dio lugar a la brutal arremetida política, fiscal, penal y judicial. En calidad de Presidente Regional fui denunciado por el Fiscal de la Nación por Usurpación de funciones del Presidente de la República, de igual manera el Consejo Regional; se aperturaron mas 37 procesos de investigación fuera de la Jurisdicción de Cajamarca, en Chiclayo, en San Martin, en Lima y en las provincias donde se producían movilizaciones contra la contaminación y la invasión minera.
La ofensiva de persecución política y penal no ceso; la Contraloría General de la Republica, el MEF tomaron por asalto el Gobierno Regional, congelaron el presupuesto, lo recortaron y armaron una denuncia por Asociación Ilícita, Colusión y Cohecho; en razón de que se aprobó la construcción de dos Hospitales, más cinco proyectos de Electrificación Rural, y los estudios definitivos de tres hospitales más, carreteras y construcción de Escuelas. A través de esta denuncia descargaron toda su venganza, y al no tener pruebas, se valieron de colaboradores eficaces, algunos ex–trabajadores de Yanacocha o empresarios presionados por el gobierno; dictando una prisión preventiva de 14 meses y luego la ampliaron por 11 meses más.
Lo curioso de todo es que me detuvieron días antes de las elecciones y me internaron en un penal de Máxima Seguridad, incomunicado con mis familiares, con los dirigentes de mi partido y con los dirigentes sociales. A pesar de este brutal aislamiento fui reelecto con más 44% de votos en primera vuelta. El actual gobierno ha tomado como pretexto esta denuncia, para continuar su campaña de persecución y amedrentamiento; hasta la fecha tengo 106 procesos abiertos, soy la única autoridad regional con una declarada persecución política, promovida desde la CONFIEP, la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo; víctima de una sucia campaña de estigmatización mediática desde los medios de comunicación del Grupo de Comercio (ver editoriales y comentarios) desde donde me atacan y presionan a fiscales y jueces diciendo que soy “anti-sistema”, “anti inversión”, “terrorista económico”, etc., etc.
Compatriotas, en el marco de la COP 21, denuncio ante el mundo que el actual gobierno de Perú, lleva adelante una grosera política de Persecución a los dirigentes ronderos y comuneros, que pacíficamente se resisten a la expansión de proyectos o megaproyectos mineros, que ya le cuestan al país, miles de hectáreas convertidos en suelos áridos y desiertos, decenas de cuencas contaminadas, lagunas y ríos muertos; Compatriotas con metales pesados en su sangre condenados al sufrimiento de por su vida.
Rechazar la posición hipócrita del Presidente Ollanta Humala y su Ministro de Ambiente Pulgar Vidal, quienes han traicionado a los peruanos, porque se comprometieron revisar los contratos con los transnacionales y ser severos en el control ambiental. Ahora somos el país con la más alta deuda ambiental, que no cuentan con el dinero suficiente para reparar o siquiera mitigar los pasivos ambientales. Su gobierno ha debilitado el control ambiental y viene proviniendo el ablandamiento del mismo, bajo el pretexto de destrabar las inversiones, con el único fin de satisfacer la voracidad de las multinacionales.
En calidad de preso político denuncio al régimen de Humala e invoco a ustedes a continuar respaldando la resistencia de los pueblos de Cajamarca y del Perú, en la defensa sagrada e irrenunciable de los recursos naturales, el agua y el medioambiente. Nada quebrará nuestra moral de resistencia y lucha; requerimos un modelo de desarrollo racional y humano que garantiza la vida de las actuales y futuras generaciones.
¡Con Coraje y Dignidad!

Gregorio Santos Guerrero

lunes, noviembre 23, 2015

CUATRO AÑOS DE LUCHA CONTRA MINAS CONGA

CONVOCA A MOVILIZACIÓN PARA DÍA 26 DE NOVIEMBRE EN CAJAMARCA
Rondas Campesinas de la provincia de Celendín, Sutep de la provincia de Celendín, Plataforma Inteinstitucional Celendina, Frente de Defensa del distrito de Huasmín, Frente de Defensa del Distrito de Sorochuco, Frente de Defensa de la Cuenca del río Jadibamba, Frente de Defensa de la provincia de Hualgayoc - Bambamarca, Central de Rondas Campesinas de Bambamarca, Juntas Vecinales de Bambamarca, Sutep de la provincia Hualgayoc - Bambamarca, Federación Regional de Rondas Campesinas de Cajamarca, Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú; en asamblea interprovincial celebrada en la Laguna El Perol, realizada el día 20 de octubre, se acordó realizar una gran movilización en la ciudad de Cajamarca para el día 26 de noviembre de 2015, rechazando los trabajos que viene realizando la minera Yanacocha en el dique El Perol, tal como se constató en dicha inspección. Es por ello que se hace la convocatoria para la participación masiva de las distintas comunidades y demostrar al Gobierno y a Yanacocha que este proyecto no tiene licencia social y que no estamos dispuestos a permitir que continúen con sus trabajos.

lunes, noviembre 09, 2015

CANTATA: MAS ALLÁ DE LA POESÍA MUSICAL


 Por Sociólogo Avelino Zamora Lingán

En otros tiempos una simple palabra como CANTATA, traducida en un evento poético musical nocturno, no hubiese causado tanta polémica, opinión o comentario, en pro y en contra. Pero, pese a que estamos en el siglo XXI, donde el pensamiento social –humanista es atropellado por el pragmatismo neoliberal del capitalismo salvaje y en cada instante se apela a la “modernidad”,  surgen voces discordantes contra un evento llamado precisamente “Cantata”, cuya palabra es natural del viejo mundo, específicamente de origen italiano, que surge en el siglo XVII y significa “composición poética extensa, escrita para que se le ponga música y letra”.  Eso es lo rescatable, el hecho que una población, casi somnolienta o aletargada a ratos despierte y levante su voz contra todo lo que signifique alienante; peor aún cuando, a través de una “cantata” se pretende festejar un verdadero genocidio histórico español contra la población indígena de la época. Y, no sólo eso, sino que también, en el fondo, festejar la destrucción de toda una organización social nativa con todo su sistema económico- productivo y sociocultural, como lo fue el incanato y el tahuantinsuyo.  Las etiquetas, las frases poco reflexivas, utilizadas como el pretexto para llevar adelante la famosa “cantata”, devienen en vacías, tal como el cascarón de un huevo después de haber sido succionado. Esto es lo que en realidad significa frases como “encuentro de dos mundos”, “donde todo empezó” o aquella que sugiere que “en 1532 se inició el mestizaje”, etc. etc. En fin, dejemos tales frases para el debate entre historiadores, que son los más autorizados para hacernos entender su significado.

No obstante, la cantata, más allá de ser una composición poética, expresada a través de un canto coral, en el contexto donde nos encontramos y el motivo por el que se ha decidido ponerlo en escena, revela que quienes lo promueven y quienes lo justifican desconocen la verdadera historia; pero también que aún los peruanos padecemos ya no de un colonialismo opresivo, propiamente dicho, que implantó el invasor español; pero sí de un colonialismo cultural o mental, el cual ni siquiera fue erradicado con la independencia del año 1821. Y, ese colonialismo cultural o mental se expresa aún en Perú y en toda nuestra América Latina donde se sufrió el sometimiento del imperio español. Tan cruel y temerario fue ese sometimiento y ese genocidio que hace que los habitantes de hoy, se comporten como si estuviésemos todavía en la época colonial o en la época de los hacendados, donde pese a todo se rinde pleitesía, loas y alabanzas al invasor, al opresor, al genocida o al patrón.  No cabe la menor duda que un comportamiento servil, propio de colonizados, con espíritu de esclavo o siervo causará admiración, por ejemplo, en los españoles, en los norteamericanos, en los chilenos, etc., etc. porque eso les dará mayor motivo y garantía de que en el Perú, hoy, en pleno siglo XXI, tranquilamente pueden ser revividos tiempos coloniales, como creo que ya se lo está haciendo. Ese colonialismo cultural, del cual aún sufrimos la mayoría de peruanos, siendo los más abanderados, los gobernantes de toda la época, es el principal lastre o cuello de botella que impide el desarrollo de nuestra identidad cultural andina, chola y mestiza; ha impedido que nos desarrollemos como nación, fuerte, unida, autónoma y poderosa; y, lo que es peor, ese colonialismo cultural y mental ha devenido en una convivencia en medio del desprecio entre peruanos y en el amor por todo lo “extranjero”, por todo lo que viene de fuera, así sea insignificante;  pero, ahí estamos, con todo nuestro amor, tal como se cree que fue el genocidio español, que por puro amor fue un “encuentro” entre Pizarro y Atahualpa. Olvidando, incluso, por puro amor a lo extranjero, que lo que existió antes de 1532 no sirve, no vale nada; y, por ello, para quienes expresan de manera más genuina ese colonialismo cultural, 1532 representa simplemente “el encuentro de dos mundos: donde todo empezó”. ¿Se imaginan ustedes, un 15 de noviembre de 1532, 4 PM, a Francisco Pizarro, recién llegado de España, haciendo su ingreso a Cajamarca, corriendo con los brazos abiertos a darle el “encuentro” a Atahualpa? Tal escena sólo es posible en los encuentros amorosos de pareja y familiares o en el final de una película romántica. Pero la invasión española estuvo muy lejos de ser todo eso; sin embargo, quienes detentan el poder, esa es la idea que tratan de “vender”. La ya famosa “CANTATA”, es una prueba de ello.  


Escrito: 4 de noviembre del 2015

viernes, octubre 23, 2015

LOS “NIÑOS” DE CONGA

Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Entre las diez estrategias de manipulación a los pueblos, planteados por Noam Chomsky, se encuentra una que generalmente es muy utilizada en la publicidad; pero, hoy, en tiempos de neoliberalismo económico y de DEPREDACIÓN DE LA NATURALEZA, también está siendo utilizada en el campo político, es decir por gobernantes que buscan someter a los pueblos, asimismo, por operadores de grandes empresas privadas y trasnacionales que intentan imponer megaproyectos, sin disponer de licencia social: Esta estrategia consiste, según Chomsky, en “tratar a las personas adultas como a criaturas de poca edad". Consiste en utilizar discursos, argumentos, personajes, gestos y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si los interlocutores fuesen criaturas de poca edad o deficientes mentales. Cuanto más se intente buscar engañar a la opinión pública más se tiende a utilizar un tono infantilizan-te”. Pero ¿Cuál es la razón para este trato aniñado? La razón es muy sencilla, dice Chomsky: “Si uno se dirige a una persona como si tuviese la edad de 12 años o menos, entonces en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una reacción o respuesta también desprovista de racionalidad y sentido crítico, como la de una persona de 12 años de edad”. La sugestionabilidad consiste en dominar la voluntad de alguien llevándolo a obrar en determinado sentido. Por ejemplo, algunas transnacionales mineras buscan que la población cajamarquina obre o se comporte en función a sus intereses económicos, y para lograr ello, que mejor que sugestionar a la población tratándolo como a niños, con argumentos o mensajes aparentemente cargados de racionalidad, pero que en el fondo no son más que falacias o mentiras. 
El ejemplo más evidente del trato infantilizante a la población lo constituye el trato que las transnacionales mineras dan a las poblaciones de su ámbito de influencia, no sólo aquí en la región Cajamarca, sino en todas las regiones donde desarrollan sus actividades. Tal como indica el intelectual norteamericano Chomski, trato que se expresa en una serie de actitudes como gestos, argumentos, discursos, expresiones, exposiciones, etc., etc. Pero, sin duda alguna el argumento de Minera Yanacocha, vertido con relación a los trabajos que viene realizando en las lagunas de Conga, corona, embandera, es el prototipo o el emblema de lo que puede ser un trato infantilizante a la población cajamarquina, aunque algunos llamarían a eso “insulto grosero a la inteligencia”. Argumentar, por ejemplo, en el afán de justificar sus trabajos contemplados en su mega proyecto Conga, que apuntan a construir diques para trasvasar las lagunas, que tales trabajos “son de prevención de desastres ante el fenómeno del niño” es precisamente imaginar que todos quienes oímos o escuchamos tal argumento somos niños menores de edad o lo que es peor unos débiles mentales. Sin embargo, una cosa es que ellos juren y re-juren que los adultos cajachos somos niños o débiles mentales pero otra cosa muy distinta es que en realidad lo seamos. 
El argumento de “trabajos de prevención, por el fenómeno del niño” no se lo cree ni siquiera los niños cajamarquinos, menos los niños campesinos de Conga y, por último, es probable que ni el señor Velarde crea en su propio argumento. Pues, cualquier campesino, con sólo su sentido común, sabe que en los espacios alto-andinos o jalcas, cuya altitud sobrepasa los 3,800 msnm, espacio donde se encuentra precisamente el mega proyecto Conga, es casi imposible que se produzcan deslizamientos de tierra, huaycos o taludes, aunque llueva cuarenta días y cuarenta noches, porque esta se encuentra cubierta de Ichu, yerba de raíz profunda y maciza, además de otros tipos de vegetación, que sirven de fijadores naturales del suelo. Además, estos espacios generalmente son mesetas o semiplanos, muy poco empinados, y escasamente poblados. No obstante hay que indicar que los suelos alto-andinos se aflojarían o debilitarían únicamente cuando hay un fuerte movimiento o remoción del suelo, causado obviamente por la acción humana, tal como la empresa minera está haciendo con sus trabajos “de prevención”. Reiteramos, si es que existe un temor por deslizamientos de suelos o de tierra en las alturas de Conga es porque alguien está removiendo o aflojando a los suelos con maquinaria pesada, entonces en esas condiciones sí podría haber tales deslizamientos; y, no sólo eso, sino habría un proceso de destrucción sistemática del entorno hídrico: destrucción de colchones acuíferos, interrupción de los flujos de agua hacia las fuentes, disminución del caudal de las lagunas, incluido contaminación por los residuos de aceites y petróleo esparcidos por los suelos y las escorrentías de agua. El representante de Yanacocha, quien trata a los cajamarquinos como a menores de edad sostiene que “hay que recordar el fenómeno del niño de 1997, en donde hubieron más de 5000 viviendas afectadas en la región Cajamarca”. Este argumento que busca justificar los trabajos ilegales e ilegítimos de destrucción de los colchones acuíferos, es totalmente manipulador, engañoso y genérico; porque, ciertamente, en 1997 hubieron afectados por el fenómeno del niño, en la región Cajamarca, pero no por deslizamientos, huaycos, crecidas de ríos, bajada de cerros, etc., en la zona de conga o en las zonas alto-andinas; tales desastres son comunes en las partes bajas, vale decir allí donde la tierra es mucho más movediza, empinada, erosionada y con escasa vegetación natural, además donde existe mayor concentración poblacional. 
Agregando un poco más sobre el trato infantilizan-te que dan los grupos de poder a los pueblos y concretamente algunas transnacionales mineras, éste se expresa, por ejemplo en argumentos y gestos harto conocidos y reconocidos, como: decir que “las truchas mueren porque no saben nadar”, “las lagunas de Conga no sirven porque se trata de aguas estancadas”, “las tierras de las zonas alto-andinas no sirven porque son infértiles, eriazas”, “el agua de lluvia se desperdicia porque el 70 % va al mar”, etc., etc., etc. son ejemplos concretos de argumentos que constituyen un insulto al sentido común de los pueblos y que efectivamente, tal como dice Chomsky, demuestran que los grupos de poder económico tratan a los pueblos como a niños menores de 12 años. Otro de los mecanismos mediante los cuales se da tal trato a los pueblos son los gestos traducidos en el otorgamiento de dádivas y regalos, tal como el padre le otorga al niño un caramelo, chocolate o cualquier regalo juguete para que no llore o para que se porte bien. Los programas sociales, de los cuales Ollanta Humala dice “sentirse orgulloso”, y con este mensaje, junto con el de “reciban los saludos de Nadinne”, anda recorriendo el país vociferándolo a los cuatro vientos; sin percatarse o darse cuenta de que tales programas son en realidad programas asistencialistas, paternalistas, que constituyen el indicador más genuino de que éste aprendiz de gobernante y todos los anteriores tratan a las poblaciones como si fueran niños de teta. 

Finalmente, lo del “fenómeno del niño” puede ser real o puede que no. Pero lo que sí es cierto es el uso o el aprovechamiento político que se está haciendo de él. Hasta de cortina de humo podría estar sirviendo, para esconder una diversidad de problemas políticos, judiciales y escándalos de corrupción en la que se encuentra la pareja presidencial y su séquito. Por lo pronto, aquí en Cajamarca, Yanacocha no pierde el tiempo y está utilizando el pretexto del fenómeno del niño para justificar sus trabajos del mega proyecto Conga. Por otro lado, el fenómeno del niño podría ser muy buen pretexto para que muchos gobiernos locales y regionales soliciten millonarias sumas de dinero, sin mayores requisitos, para los “trabajos de prevención del fenómeno del niño”; pero que en realidad gran parte de ese dinero podría hacerse humo en el camino, ir a parar a alguna cuenta bancaria personal; ir a engrosar las billeteras de algunos alcaldes o presidentes regionales, funcionarios públicos, etc. Sino, preguntémosle a la población de Ica, quien fue afectada por el terremoto; millones de soles o dólares fueron a engrosar las billeteras de los funcionarios apristas de esa famosa comisión de reconstrucción del Sur. Bien reza el dicho popular “a río revuelto ganancia de pescadores”, ¡Y qué ganancias que obtienen algunos peces gordos!! Igual destino habrían corrido los 820 millones destinados a la construcción de la planta de tratamiento de Huachipa, la misma que, según los expertos, debería haber permanecer, por lo menos 30 años, sin ningún rasguño; pero que lamentablemente a los cuatro años de inaugurada tal obra ya hace agua por todos lados y por lo tanto ya casi es inservible. En fin, en un país donde la población es tratada como niños no se puede esperar otra cosa; y lo peor, es que a veces, en realidad los peruanos si nos comportamos como si todos fuésemos niños, porque nuestra capacidad de pensar cada vez es más limitada. Nos gusta sólo la farándula, la chismosería mediática, el entretenimiento y el dinero. ¿Acaso, no es así como se comportan los niños?

jueves, octubre 15, 2015

REMEDIO DEL BANCO MUNDIAL ES PEOR QUE LA ENFERMEDAD

Por: Gregorio Santos Guerrero
El encuentro de Gobernadores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (GBM – FMI) ha puesto al descubierto a los hipócritas de la economía mundial. Se dice que el Banco Mundial no es cualquier Banco, lo integran 188 países, tiene 120 oficinas por el mundo y unos diez mil empleados. La coartada que fundamenta su existencia es que busca acabar con la pobreza y extrema pobreza, disminuir el porcentaje de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día y elevarla al 3% antes del 2030. Estos caraduras de la Economía Mundial quieren hacernos tragar el mismo cuento desde 1944; o sea, hace 71 años repiten el mismo rollo, las mismas recetas y "el cadáver ¡ay! siguió muriendo”.
Las proyecciones de crecimiento para el Perú, para América Latina son la demostración de la inviabilidad del modelo Neoliberal primario exportador. La presidenta del FMI lo ha dicho, que al final “todos estaremos fritos” y la única opción que tienen los países dependientes es “elegir el tipo de aceite con el que desean ser fritos”. El Instituto de Finanzas Internacionales, familiares del BM – FMI, anuncia que unos “540 mil millones de dólares se escaparán de los mercados emergentes”. La deuda en moneda extranjera ha aumentado cinco veces, tanto pública como privada. Si bien la Deuda Externa del Perú es de 40 mil millones de dólares, obliga a este sector a presionar, hacer lobbies para que las llamadas APPs permitan que el dinero público de Educación y Salud sirva como base para luego, usando una serie de artimañas, lograr convertir su deuda privada en pública.
En Lima se reúnen para ocultar el desastre, es solo imagen, pura hipocresía. El Capital no conoce la solidaridad, es egoísta, excluyente y saqueador, solo le importa la tasa de ganancia. Su objetivo no es ayudar; es saquear y fugar, evadir las leyes tributarias contando con la complicidad de los gobiernos sumisos a sus dictados. ¿En torno a este tema del modelo económico en qué se diferencian Keiko, PPK, García, Acuña? Solo en el apellido. En esencia los ha parido el modelo neoliberal a su imagen y semejanza. Se vienen años peligrosos, el 50% de la población se considera clase media, el asistencialismo fracasó. Con Estados de Emergencia se puede matar, encarcelar, perseguir; pero no gobernar.
El MAS tiene la enorme responsabilidad de forjar la Unidad del Pueblo, para impulsar una revolución ciudadana, que ordene la economía colocándola al servicio de las mayorías. Estamos convocados, que el desastre recurrente nos encuentre preparados y despiertos.

miércoles, setiembre 09, 2015

REVOCAN MANDATO QUE PERMITIA A MINERA YANACOCHA CERRAR VÍAS DE COMUNICACIÓN


La Dra. Mirtha Vásquez anunció que el Poder Judicial de Cajamarca revocó la decisión del Juzgado de Celendín que permitía a Minera Yanacocha bloquear trochas carrozables, caminos ancestrales y vías de comunicación en perjuicio de miles de pobladores que habitan en las inmediaciones del proyecto Conga. 
Este logro de permitir el desbloqueo de las vías de comunicación cerradas por la empresa minera en lo que considera su propiedad privada ha perjudicado seriamente a la población de Celendín, Bambamarca y Cajamarca al ocasionar, aparte de las molestías e indignación, pérdida de tiempo y gastos económicos al tener que optar por rutas más largas que demandaban el doble de tiempo para trasladarse de un lugar a otro.
¨Se logró gracias a que se interpuso un ¨Habeas Corpus¨ para permitir el libre desplazamiento de los pobladores  por caminos ¨ancestrales¨, hoy convertidos en carreteras, dichos caminos existieron desde antes de la presencia de la mina en la región, la cual ha transgredido el libre tránsito de los ciudadanos¨, indico la doctora Mirtha Vásquez, Directora de la ONG GRUFIDES.
Una de las perjudicadas con el cierre de caminos ha sido Máxima Acuña y su familia que se le ha quebrantado su derecho a transitar libremente por los caminos.
Las últimas veces en un acto totalmente condenable la Empresa Minera llego a colocar pesados bloques de cemento para la población no pueda pasar.
El cierre de los caminos con Puestos de Control también ha generado enfrentamientos entre los comuneros, la policía y los trabajadores de Yanacocha al tener, los primeros, que utilizar la fuerza para seguir desplazándose.

Con esta decisión judicial se logrará que la empresa minera no interfiera en el libre desplazamiento de las personas, además que instó a las autoridades a hacer cumplir esta http://www.grufides.org/content/revocan-mandato-que-permitia-minera-yanacocha-cerrar-v-de-comunicaci-n#sthash.6AdxzSOm.dpuf

MARCO ARANA Y SU TESTIMONIO DE LUCHA EN PORCÓN



http://marcoporelperu.pe/…/como-una-minera-mino-una-socied…/
Muchas personas, amigos, periodistas y documentalistas sobre todo compañeros y compañeras de diversos movimientos ambientales que a lo largo de estos años he ido conociendo, me han sugerido escribir mi testimonio de cómo se inició mi compromiso con la defensa de derechos ambientales relacionados con la gran minería que se instaló en Cajamarca a inicios de los años 90. A su vez, mis detractores sostienen que se trata solo de motivaciones ideológicas o intereses mezquinos. Escribiré en dos partes cómo fue que siendo párroco rural terminé comprometido en el surgimiento de un amplio movimiento ciudadano nacional que lucha por la defensa de los derechos humanos así como por los derechos ecoterritoriales. En esa misma línea, quisiera reflexionar desde mi experiencia personal de los últimos años sobre el surgimiento de un movimiento ecopolítico que desata las furias de los grandes poderes económicos, esos mismos que buscan perpetuar la injusticia social y ecológica en el Perú.
LA GRAN OPORTUNIDAD
Al principio, en 1992-1993, todo parecía ser prometedor: un primer signo de la superación de la catástrofe económica que había causado la corrupción y la irresponsabilidad de Alan García (1985-1990), era el anuncio de la inversión minera más grande de los últimos 40 años, Newmont Gold Corporation, el Banco Mundial y la entonces pequeña compañía peruana de Minas Buenaventura se habían unido para explotar lo que también entonces decían que iba a ser un pequeño proyecto minero denominado Yanacocha. La inversión venía como rueda salvadora: a) a nivel nacional Sendero Luminoso había declarado 1992 como el año de “su equilibrio estratégico” y asediaba Lima; b) Fujimori había dado el autogolpe y tenía problemas para legitimarse internacionalmente; c) la economía estaba recesada y he ahí que “inversionistas privados generosos apostaban con fe por el país”. Ese fue también el año en el que a nivel internacional se realizó la Cumbre de Río que abrió paso a las cuestiones de la sustentabilidad del desarrollo, los límites del crecimiento y permitió la formulación de la Agenda 21.
En el espacio provincial, Luis Guerrero, un ex comunista que llegó por vía electoral a inicios de los noventa a ser un alcalde que había declarado La Municipalidad de Cajamarca como “la Primera Municipalidad Ecológica del Perú” hacía propaganda de la llegada de “la mina ecológica” y las oportunidades que se abrirían “en puestos de trabajo, canon minero e inversiones directas de la empresa minera que actuaría con plena responsabilidad social, Cajamarca saldría de su postergación y pobreza”.
LOS TEMPRANOS AGUAFIESTAS
Sin embargo, una docena de familias del Cerro Quilish sector 38 aparecerían como los aguafiestas (Alan se hallaba fugado y no pudo calificarlos de “perros del hortelano”). Aconteció que las familias campesinas habían sufrido la primera usurpación agravada de tierras que realizaría la Minera Yanacocha. Entusiasmados con sus operaciones y el gran apoyo político nacional y local, los mineros iniciaron un febril proceso de exploraciones en torno a su autorizada área de operaciones y para ello habían prometido a sus vecinos que iban a hacer “unos agujeritos” en el suelo, pero que iban a necesitar construir plataformas de concreto de aproximadamente 6 por 3 metros en las cuales colocarían sus perforadoras y que para ello también necesitaban construir unas pequeñas trochas de acceso, a cambio de todo ello “les darían trabajo y les pagarían algo. Igual aseguraban que los trabajos durarían dos o tres semanas y no iba a haber perturbaciones ni daños ambientales”.
No obstante, pasó más de medio año de culminadas las perforaciones y no hubo ayuda ni pago alguno y cuando los campesinos exigieron que los mineros cumplieran con los pagos, personal de la entonces FORZA (hoy SECURITAS) les respondió a palos y tiros al aire. Lo único que quedó en las tierras de los campesinos fueron las trochas, las plataformas de cemento y los agujeros con un precario sello de cemento con una placa de cemento que tenía inscritos un código y los metros de profundidad de la perforación, en esos años la legislación minera no exigía mayor seguridad en las perforaciones.
Los campesinos fueron a reclamar en la gobernación de Cajamarca, a la oficina regional de agricultura y la municipalidad provincial de Cajamarca, pero allí se enteraron “que la mina tenía permisos desde el gobierno de Lima y nada se podía hacer”. Incluso en la Municipalidad provincial de Cajamarca les quisieron cobrar por el formulario de presentación de su queja, motivo por el cual no la registraron por escrito. Pasaron unos meses y llegaron las lluvias, los precarios tapones de cemento de las perforaciones fueron expulsados por los suelos saturados de agua y comenzaron a salir de ellos unas sustancias de colores rojizos, grises, marrones y cremas, de consistencia grasosas unas y jabonosas otras. Las aguas que discurrían entre los pastos que alimentaban las ovejas pronto generarían las primeras alarmas de contaminación pues se produjeron varias muertes de ganado y los pastores decían que no podían tomar las nuevas aguas cochinas y pestilentes. En reiteradas ocasiones los campesinos fueron a las puertas de la oficina de Yanacocha en Cajamarca o a la entrada de las operaciones mineras pero nadie los recibía y “los Forzas les amenazaban con pegarles si los cholos de mierda seguían jodiendo.”
Lo último que les quedó a las familias campesinas fue venir a conversar con los que entonces éramos jóvenes párrocos en la recientemente creada parroquia “Cristo Ramos de Porcón.” Era noviembre de 1993.

EL DIÁLOGO QUE NO FUE
Para nosotros, los entonces jóvenes párrocos, parecía que las plagas se estaban abatiendo sobre Porcón: el verano de 1992 y el verano de 1993 nos había asolado la epidemia del cólera. Las pequeñas poblaciones de varios caseríos habían sido infectadas por aquellos de sus miembros que iban a a trabajar de cargadores en Chimbote, Trujillo o en las siembras de arroz de Chepén. Como no conocían la enfermedad, los hábitos de higiene por inexistencia de servicios sanitarios y conexiones domiciliarias de agua y la costumbre de velar a sus muertos durante cuatro días, comiendo “en compañía”, a lo que se sumó la huelga del escaso personal de salud que había en la zona hicieron el resto. El caserío de Hualtipampa fue el más asolado. La compañía de bomberos, personal de Cáritas y los hermanos maristas cumplieron notable labor al traernos medicinas y enseñarnos incluso a colocar sueros y antibióticos y evacuar a los más graves. Nuestra casa parroquial, aún en construcción, se convirtió en precario hospital de campaña para el tratamiento o referencias al abarrotado hospital de Cajamarca. Las fiestas de Semana Santa de ese año no olían tanto el incienso o el romero quemado de la feligresía campesina, sino a lejía de la excesiva y hasta obsesiva limpieza que nos impusimos. Como si el cólera no bastara, llegaron los campesinos del Qulish 38 con las denuncias de que su ganado se moría y que los pastores ya no podían tomar las aguas por “la cochinadas que salían de los agujeros que habían hecho los gringos de la minera”.
Recibidas las denuncias y constatados fotográficamente los daños informamos al nuevo obispo que había llegado a Cajamarca y que decía ser “buen amigo de don Alberto Benavides desde los tiempos de su anterior diócesis en Jaén”. La nueva autoridad eclesiástica dio poco crédito a las denuncias de los campesinos pues decía que “la minera le había asegurado que usaban tecnologías modernas y cuidaban el medio ambiente ayudando a los campesinos en sus necesidades”. Debimos acudir al presbiterio (reunión de todo el clero de la Diócesis) para que el tema fuera tratado en una reunión de párrocos con el obispo. Hubo todo tipo de argumentos, desde aquel fallecido sacerdote que señaló que “es mala suerte que los campesinos hayan vivido pobres todo este tiempo sin saber que había oro y qué bueno ahora que hay quienes vendrán a sacarlo para darles trabajo”, hasta otros que decían que “había que saber aprovechar las ayudas de la minera en vez de pelearnos con ella porque sino terminarán dándole apoyo a los evangélicos” y una mayoría que pensábamos que “la iglesia no podía volver a jugar el rol de Valverde, sino asumir su rol evangélico de defensa de la justicia y de los más pobres”.
Los primeros videos sobre Yanacocha
En la parroquia de Porcón debimos hacer un video que recogía los testimonios de los campesinos que narraban los abusos de los Forzas y mostraba los daños hechos por Yanacocha. Cuando el obispo vio los testimonios, promovió una reunión con los funcionarios de la minera: un jovensísimo Carlos Santa Cruz que se convertiría luego en el azote minero de los cajamarquinos, Peter Orams, Fernando Schwalb y un funcionario de origen nisei de apellido Osada. Dos sacerdotes, el obispo y esos funcionarios vimos el video en el salón del presbiterio del Obispado de Cajamarca. Los funcionarios se mostraron extrañados, dijeron no estar enterados y pidieron una copia del video para averiguar lo que había pasado “seguramente con personal de campo que no sabía tratar a las personas”, prometieron que “sí habían problemas se iban a resolver”. La reunión terminó y ellos pidieron una copia del video, a lo cual accedí.
Una semana después algunos campesinos vinieron a la casa parroquial visiblemente intimidados pues habían sido visitados por personal de la minera que les habían dicho que “se olvidaran de buscar trabajo en la minera por haberse juntado con curas comunistas”. No sabían qué hacer y nosotros quedamos indignados. A los pocos días decidimos que el video debía ser editado y dado a conocer a los medios de comunicación de la ciudad. El video editado artesanalmente se llamó “Yanacocha, la mina que no contamina”. Todos los canales de TV local lo pasaron. Sin embargo, la primicia fue de Global TV. La prensa escrita y radial hablaron un par de semanas de los abusos. La minera salió con sus argumentos, que después de 24 años no han cambiado: “se trataba de una conspiración para dañar su imagen, todo se estaba haciendo bien”.
En una conferencia de prensa en el Hotel Continental, Carlos Santa Cruz, gerente de Yanacocha incluso llegó a declarar que “el cura había trucado las imágenes”. La prensa local (en esa época era en su mayoría independiente) criticó duramente a la minera.
No faltaron algunas voces de conocidos profesionales cajamarquinos que salieron a defender la minera: “cualquier actividad humana contamina, lo importante era que la mina genere oportunidades de trabajo”, por supuesto varios de ellos fueron contratados como “consultores” y si no aseguraron que sus familiares tuvieran trabajo en la “mina ecológica”. Penoso rol el que jugaron muchos de los principales docentes universitarios o reconocidos profesionales cajamarquinos.
EL CLERO
El obispo buscó un nuevo canal de diálogo, esta vez habría diálogo con el mismo Alberto Benavides De La Quintana en Lima bajo el auspicio de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS). El obispo me designó para que fuera, pedí que pudieran ir dos campesinos pero se me dijo que no y no había pasajes para solventar los gastos de ellos. Los míos serían pagados por la parroquia de Porcón que recibía desde 1992 un pequeño apoyo de una parroquia de Tettnang en el sur de Alemania.
Fui a Lima, después de largas horas de viaje por tierra, estuve en el CEAS a las 4 pm que era la hora pactada para el diálogo, pero pasadas las 5pm se nos comunicó que la reunión no se realizaría, el señor Alberto Benavides había decidido no asistir. Dos días después retorné a Cajamarca, hablé con los campesinos, luego consultamos con algunos sacerdotes amigos y decidimos iniciar una denuncia contra Yanacocha ante la 4ta. Fiscalía Provincial Penal que presidía el fiscal de nombre Pequeño Morales. Luego sabría yo que el fiscal era yerno del Dr. Cristóbal Arana, quién era el asesor legal de Yanacocha (yo no tengo ningún parentesco con él). Se iniciaron largos meses de lucha jurídica y mediática. Menos mal el concurso de una joven abogada cajamarquina a la que no le tembló la mano y que quiso colaborar desinteresadamente asumió la defensa de los campesinos.
El ex obispo de Cajamarca, Mons. José Dammert que se hallaba jubilado en Lima, escribió un artículo en La República: “si los campesinos no participan de la distribución de la riqueza, se habrá escrito otro capítulo de la historia de la ignominia del oro en Cajamarca”. En esas semanas el diario La República nacional enviaría un reportero a Porcón y publicó una página central sobre la usurpación de tierras y las primeras denuncias de contaminación de la minera. Al nuevo obispo no le complació el carácter público de la disputa, recibí los primeros llamados de atención eclesiástica.
“LOS EXPERTOS Y RECONOCIDOS COMUNICADORES”
La minera estaba en boca de todo el mundo local e incluso de un sector informado de la sociedad nacional. La respuesta de la minera no se hizo esperar: apareció en el escenario el antropólogo Juan Ossio como “consultor independiente” para precisar que “en la zona no existían comunidades campesinas jurídicamente reconocidas y que históricamente en Cajamarca la conducción de la propiedad de la tierra había sido tradicionalmente individual” concluyendo que yo “estaba utilizando impropiamente la palabra comuneros campesinos”. De nada valió que yo esgrimiera los estudios de Orlando Plaza y Marfil Francke que afirmaban que la comunidad campesina, más que un hecho jurídico, era el conjunto de relaciones sociales, económicas y culturales, como era el caso de los campesinos de Porcón, muchos de los cuales además estaban unidos por un idioma común, el quechua Cañaris.
Apareció también en escena el editor de la columna y programa de TVE nacional “La Torre de Papel”, Luis Rey de Castro, discípulo del controvertido Pedro Beltrán, que cuando se entrevistó conmigo en la casa parroquial de Porcón dijo que había esperado encontrarse con “un honorable sacerdote, pero que le decepcionaba haberse encontrado con un cura jovenzuelo ideologizado por la teología de la liberación”. Este periodista sería uno de los primeros en iniciar los ataques mediáticos a nivel nacional de quienes nos mostrábamos críticos de los abusos de Yanacocha. Imposible prever entonces que en adelante ese sería un tratamiento común y sistemático de los grandes medios de la prensa capitalina.
LA “SOLUCIÓN” FISCAL
Después de varios meses de tensión, de diligencias fiscales, de las primeras amenazas de muerte verbales de los Forzas contra mi persona y, en medio un tiempo en el cual tampoco faltaron ofrecimientos de Yanacocha para hacer donaciones a las obras parroquiales, las cuales, por cierto fueron rechazadas por los párrocos, las tensiones continuaron y se acrecentaron. Hasta que un buen día apareció Leonard Harris, el gerente de Newmont para América Latina, que hablaba perfecto español y decía estar casado con una peruana. Él mismo se auto invitó para desayunar en la casa parroquial y prestar oídos a lo que estaba pasando y decía querer oír nuestra versión de la historia. La reunión terminó con el compromiso de que “todo se iba a arreglar con los campesinos que habían sido afectados”.
A los pocos días, el fiscal comunicaba verbalmente a la abogada de los campesinos que la minera se quería acoger al principio de oportunidad y, por tanto, pedía que se iniciara un diálogo con la minera para llegar a una compensación con los campesinos. La reunión se realizó en el salón parroquial de Porcón con amplia presencia de las familias campesinas y varios funcionarios de la minera. El incidente desagradable fue que el personal de Forza, de manera inconsulta se había apertrechado incluso en el balcón de la casa parroquial haciendo uso visible que portaban armas, tuve que acudir a Leonard Harris y al fiscal para pedir el inmediato retiro de todo el personal armado por ser agraviante e innecesario. El diálogo casi se rompe por este indignante incidente.

El resultado práctico del diálogo fue que la minera, que había estado pagando por hectárea de tierra comprada el irrisorio precio de cien nuevos soles utilizando la amenaza de expropiación, debió admitir que debía pagar dos mil nuevos soles por cada plataforma instalada (eran, si mal no recuerdo, 12 plataformas) y además debía pagar un monto adicional por los daños realizados por las trochas de acceso. En cuanto a la denuncia por contaminación ambiental, se desistía de ésta “por falta de pruebas”, ya que lo único que teníamos como pruebas era la palabra de los campesinos, unas fotografías y video, así como un precario informe de análisis químico cualitativo realizado por una profesora universitaria en un laboratorio “no acreditado sobre muestras que además habían sido recogidas por nosotros, sin haber seguido ningún protocolo ni haber contado con la presencia de autoridad alguna”. Al final de la reunión, que Leonard Harris garantizó que discurriera con normalidad pues todos sus subalternos en la minera se comportaron inusualmente amables y bondadosos, el discurso del fiscal a los campesinos al final de la reunión fue que “debían dar gracias a Dios por tener un padre como el padre Marco Arana que los había defendido”. A los pocos días, en el acta fiscal de esa reunión, ese mismo fiscal, yerno del asesor legal de Yanacocha, decía por escrito que “las relaciones entre la minera siempre habían transcurrido en un clima de armonía pero que había habido manipulación de terceros para indisponer a los campesinos contra la empresa minera”. Nunca se supo cuánto costó este viraje.
LAS PROMESAS INCUMPLIDAS
La noticia remeció a la sociedad cajamarquina. Recién la ciudad se enteraba de los abusos que la minera estaba cometiendo, sus promesas no estaban siendo sino sólo un discurso encantador. La mayoría ciudadana respaldaba la acción que los párrocos de Porcón habíamos emprendido. La prensa local jugó en general destacada labor por su entonces independencia. Varias parroquias se solidarizaron con la lucha emprendida por los párrocos de Porcón.
Los campesinos de Combayo, que pertenencia al distrito de La Encañada, se enteraron de los resultados en los que los campesinos de Quilish 38 habían recibido más de 12 mil soles sólo por daños, y entonces decidieron acudir a la parroquia de Porcón para solicitarnos apoyo. Más de 40 familias de Combayo habían vendido entre 1991-1992 miles de hectáreas de tierras a sólo 100 nuevos soles la hectárea y se sentían estafados por la minera que les había dicho que les iban a dar trabajo, que incluso cuando terminara la explotación minera les iban a devolver las tierras, que mientras tanto, donde no había operaciones cercanas podían pastear su ganado. Sin embargo, se sentían engañados, nada de lo prometido se estaba cumpliendo: el empleo que les dieron sólo fue por unos meses, las nubes de polvo de las explosiones hacía que el ganado no pudiera comer los pastos y los Forzas los habían conminado a salir de las tierras que habían vendido.
Acudimos a reunirnos con ellos en Combayo, que era otra jurisdicción parroquial y, con la anuencia del párroco y el apoyo de la Vicaría de Solidaridad de la Diócesis de Cajamarca hicimos un segundo video artesanal denominado “Combayo y los abusos del oro”. Yanacocha volvió a estar en boca de la gente: desde el inicio lamina estaba mostrando que no estaba actuando de la manera como había prometido.
CAMINOS NUEVOS E INESPERADOS
En 1992 habíamos decidido crear el Colegio Parroquial “Cristo Ramos” de Porcón, sería un colegio mixto para dar oportunidad a que las mujeres accedieran a los que les estaba negado:
educación secundaria y ampliar sus oportunidades para que pudiera un día acceder a formación profesional. El enfoque debía ser técnico agropecuario y la educación ambiental debía tener rol destacado en la formación de los maestros, los padres de familia y los estudiantes.
Junto a las aulas del colegio parroquial, talleres y granjas para animales menores debía haber un campo deportivo y biohuertos escolares con vivero forestal para árboles nativos, también pino que demandaban los padres de familia. Decidimos limitar la siembra de eucaliptos, aunque debimos disponer de algunos cientos de plantones por la insistencia campesina.
Con mingas mensuales fuimos construyendo el primer colegio de Porcón Bajo, entretanto compartíamos la casa parroquial con las primeras aulas para los niños y jóvenes, hombres y mujeres, algunos de los cuales venían de dos o tres horas de camino. Todo el equipo sacerdotal de Porcón organizaba grandes mingas comunales que se realizaban una vez al mes para facilitar el aplanamiento del terreno, acarrear piedra desde los ríos y abrir los primeros cimientos. Los pequeños apoyos de la hermana parroquia de Saint Gallus de Tettnang, el apoyo de los hermanos maristas, de algunos hermanos sacerdotes que trabajaban en la Catedral de Cajamarca, el aliento de monseñor José Dammert, obispo emérito de Cajamarca, así como de mi familia fue fundamental para iniciar esta gran obra educativa. Esta era la tarea pastoral más hermosa y prometedora para dar oportunidades de vida nueva a los niños, niñas y juventudes del ámbito parroquial que incluso comprendía comunidades de las provincias de San Miguel y San Pablo. Pero los conflictos con la minera no podían ser ignorados, había terminado sólo uno y pronto se abrían nuevos, en esos momentos yo no podía imaginar las magnitudes que tomarían en los años posteriores.
A los pocos meses de tantas tensiones y denuncias públicas contra los abusos mineros, el Obispo me planteó la importancia de que yo hiciera estudios de especialización teológica en Roma. Durante mis estudios universitarios y seminarísticos había destacado como alumno y especializarme era en realidad una opción previsible. Sin embargo, yo consideré que debía tener más experiencia parroquial en medios rurales por lo que pedí que la decisión de salir a estudiar se aplazara unos años más.
Transcurrieron los meses y la autoridad eclesiástica me planteó claramente un dilema: “o te vas a estudiar a Roma o sales de la diócesis”. Tuve, por lo tanto, que viajar a Roma durante los años 1994-1996. La despedida de los campesinos de Porcón fue de lo más sentida. La última misa que celebré en la abarrotada capillita de la casa parroquial a la que asistieron fieles católicos y evangélicos tuvo como texto bíblico central aquel texto de Jesús en que dice: “Gracias Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y poderosos y las has revelado a los pequeños, sí Padre, eso te pareció bien” (Mt. 11, 25-30).
ROMA, DISTANCIA Y CERCANÍA
Agosto de 1994. En el primer tour por las imponentes basílicas romanas, una en particular me recordó viejas heridas. La guía para turistas daba cuenta que el inmenso techo de pan de oro de la basílica Santa María Maggiore había sido hecho con el primer oro que llegó de Cajamarca a España y que el rey donó al Papa (“si racconta che l’oro con cui è ricoperto venne ricavato dalla fusione di oggetti depredati dalle popolazioni indigene delle Americhe appena scoperte”). Ese oro me devolvió al escenario del cuarto del rescate, que aún existe en Cajamarca, y al recuerdo de la muerte del inca, y al genocidio y opresión que se abatió sobre nuestros pueblos originarios. Imposible no tener en cuenta que nuevos conquistadores habían llegado a Cajamarca de la cual me hallaba apartado.
Los dos años de estudios transcurrieron lentamente. Fueron intensos y exigentes. Sin embargo, varias familias campesinas nunca dejaron de escribirme. La mina crecía. Había muchos accidentes de tránsito y los mineros no reconocían cuando mataban las ovejas, gallinas o los perritos que terminaban aplastados por sus vehículos que se habían adueñado de la carretera. Trabajo había para pocos y la mina crecía hacia los distritos de La Encañada, Cajamarca y Baños del Inca. La gente dejaba de tomar aguardiente para sustituirlo con cerveza. En algunas familias había peleas por el reparto del dinero de la venta de tierras o por las pugnas para entrar a trabajar a la minera. Algunos ingenieros pedían regalos para enganchar con el trabajo en la mina.
Yo compré en las surtidas librerías de Roma mis dos primeros textos de sociología y ecología. Mis amigos de una pequeña parroquia alemana que eran benefactores de las obras sociales de la parroquia de Porcón me proporcionaron los primeros estudios accesibles en español sobre la moderna minería de oro con lixiviación de cianuro. Versaban sobre minería con cianuro a pequeña escala, con estándares internacionales y mencionaban el desconocimiento que había sobre minería de cianuro a gran escala. Hablaban de la necesidad de poner mallas sobre las pozas de aguas cianuradas para que no murieran las aves. Era claro que se trataba de una minería que debía tener claras regulaciones y estrictos controles ambientales, que yo dudaba que se estuvieran tomando en cuenta en Cajamarca debido a la inexistente institucionalidad ambiental entonces casi inexistente y con un gobierno que era claro tenía graves problemas de corrupción.
TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A PORCÓN
Al terminar los estudios de licenciatura en teología, mi obispo me pidió permanecer en Roma para iniciar mis estudios de doctorado, serían unos tres años más. Los costos de los estudios estaban solventados por una beca de la iglesia alemana y el Collegio Pío Latinoamericano, en el cual los jesuitas nos orientaban con sabiduría, respeto y cariño. Sin embargo, decidí retornar a Cajamarca.
En Roma habían muchas cosas bellas y hermosas, el clima intelectual y las oportunidades de estudiar eran envidiables. Pero el clima espiritual había que buscarlo con lupa, el compromiso cristiano liberador estaba casi proscrito y aunque habían comunidades de base y parroquias populares que incluso hacían afiches conmemorativos al asesinato de Mons. Óscar Romero, lo cierto es que eran la época del auge del neoconservadurismo eclesial que había inaugurado a fines de los setenta Juan Pablo II. Eran los tiempos del “invierno eclesial” que sobrevino a la gran reforma del Vaticano II. El Opus Dei dominaba la curia romana. Los Legionarios de Cristo eran la portátil papal. El Sodalitium Christianane Vitae, en esos años el grupo ultraconservador de factura peruana buscaba alcanzar reconocimiento pontificio en Roma. La teología de la liberación seguía siendo procesada. Estaba fresca la expulsión de Leonardo Boff. Al padre Gustavo Gutiérrez que formalmente sólo habían amonestado pero no prohibido hacer teología, le prohibieron en 1994 dar una conferencia en el aula magna de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y hubo de realizarla más tarde en el inmenso auditorio del Colegio Brasileño de Roma, a la que asistimos más gente, por supuesto, de la que inicialmente habría habido en la conferencia oficial. El reencuentro con el padre Gustavo fue muy inspirador, aún en la iglesia romana había espacios de renovación y esperanza.
Al retornar a Cajamarca el reencuentro con las familias de Porcón fue muy intenso. La parroquia estaba entonces administrada por religiosas franciscanas que habían proseguido y mejorado la obra social y ambiental que habíamos comenzado los anteriores párrocos. La espiritualidad franciscana si tonizaba bien además con la primera evangelización que en Porcón se tradujo en una religiosidad altamente sincrética en la que el amor al agua, la tierra, las plantas, los animales, todo envuelto en un ambiente místico y espiritual que se desbordaba cada año en las fiestas delas cruces del Domingo de Ramos, al inicio de la Semana Santa. Decenas de cruces ornamentadas con palmeras de la ceja de selva, flores andinas, romeros, claveles, abundantes espejos que rememoran puquios y manantiales de agua, con cruces verdes que marchan en ordenadas largas filas de cruces “machos y hembras”, “santísimos y santísimas”, agolpándose luego en procesión en torno a una imagen de Cristo montado en su “burrita con su pollinita”, como en el relato neotestamentario de inicios de la era cristiana. Sólo que está vez tenía lugar en Porcón, en el “lugar de los cerros”, como sostiene uno de los estudios sobre toponimia cajamarquina.
La minera buscaba hacerse presente en la fiesta religiosa regalando pisco (en vez del tradicional aguardiente de mala calidad), comida, cirios y hasta algunas veces los palios que protegían del sol a la imagen central de la procesión. El alcalde del centro poblado menor pugnaba por sacarle alguna ayuda a la minera para mejorar la escuela estatal, pintar la fachada del templo, la posta médica o su propio local municipal, además de asegurar trabajo, primero para él, sus familiares y allegados. Con intermitencias, la minera solía acceder a sus pedidos. No había ninguna ONG que prestara apoyo a las comunidades afectadas por las actividades mineras. La iglesia oficial había entablado convenios de cooperación con la minera, como lo habían hecho la mayoría de oenegés locales. Muchos medios de comunicación aparecían o desaparecían al calor o el frío de la codiciada publicidad de la minera.
En medio de todo ello Yanacocha avanzaba comprando más y más tierras, sólo que ya no a los 100 nuevos soles de los años 92 – 93, sino esa cifra se había ampliado a uno o dos dígitos más. Los investigadores de GRADE, Manuel Glave y Juana Kuramoto, escribieron un informe en el cual daban cuenta que, en un primer momento, la acción de defensa parroquial condujo a la paralización del proceso de compra de tierras de la minera entre los años 1994 a 1997 y luego a una subida notable de los precios de las tierras puesto que los campesinos ya sabían que la orden que los mineros “tenían del gobierno de Lima” podía ser cuestionada y hasta rechazada por ser ellos los propietarios del suelo superficial y sobre todo porque si la minera violaba sus derechos de propiedad o abusaba ahora podía ser denunciada. Los funcionarios de la empresa minera acusarían en mi los mayores costos de su operación. Tengo diversos testimonios de cómo, la inicial relación de posibles entendimientos, se había convertido en un obstáculo y una posible amenaza para que sus malas prácticas se hicieran públicas. Se iniciaría así, una relación marcada por diversas tensiones y momentos en los que, de vez en cuando, la minera permitiría diversas visitas mías a sus operaciones para convencerme de que sus operaciones eran inocuas para el ambiente y beneficiaban a los campesinos de las comunidades aledañas.
Mi conocimiento más sistemático sobre los impactos de la gran minería se inició por aquellos tiempos. La ayuda de un amigo biólogo, Nilton Deza, el descubrir literatura más basta, comenzar mis primeros estudios sobre ecología política fueron también etapas importantes de mis primeros esfuerzos de formación académica autodidacta en mega minería de cianuro.
Otra importante contribución tendría en mi el descubrimiento algo tardío de la bula del papa Juan Pablo II que había declarado ya en 1979 a San Francisco como patrono de los ecologistas. Leonardo Boff, el teólogo de la liberación brasilero que había sido sancionado por la curia romana comenzaba también a difundir sus primeros escritos sobre ecoteología. Toda una oportunidad para la formación espiritual y académica se abrió ante mis ojos. Decidí entonces intuitivamente profundizar en la práctica pastoral inspirada en la teología de la creación, la teología de la tierra, un mayor conocimiento de la sabiduría andina de Porcón, la educación ambiental, la sociología y la historia de los conflictos socioambientales.