jueves, febrero 11, 2016

Máxima y la "República Empresarial"

La casta burocrática y su rol en las últimas luchas sociales
Rocío Silva Santisteban
Máxima no es un caso, es un emblema. Precisamente la mujer más vulnerable, pequeña, delicada, campesina, alejada de Lima a cientos de kilómetros, analfabeta, con acceso restringido a puestos de salud pero con un capital simbólico tan rico y amplio: en la indefensión con su sola voluntad y su llanto le ha hecho un pare a la República Empresarial, a esa casta de tecnócratas con sus leyes, sus convenios secretos entre las grandes empresas y la Policía Nacional, con su dinero, su oro, sus minas, sus contactos internacionales, su obsesión por la OCDE y su cooptación del presidente del Perú.  
Francisco Durand, investigador y profesor principal de la PUCP, ha planteado el concepto de “República Empresarial” para referirse a la casta de tecnócratas neoliberales que han capturado el Ministerio de Economía y Finanzas, en BCR y la Superintendencia de Banca y Seguros desde 1990 y que a todas luces responden a la lógica de las grandes corporaciones que imponen un modelo único de desarrollo al que el presidente Ollanta Humala hoy ha adherido la retórica de la “inclusión social”.
Me permito contribuir al análisis pues desde hace años vengo trabajando en las propuestas de “imaginario desarrollista” que vincula a la casta empresarial, sus normas legales y su aparato simbólico (“ciudad mediática”) con una propuesta de ser humano:
consumista, urbano, heterosexual, conservador y de mente adormecida por la televisión basura. Un peruano convencido de que es preciso “basurizar” al otro para erigirse a sí mismo como el sujeto del discurso, de las leyes, de las normas, de las políticas públicas y del bienestar neoextractivista utilizando las herramientas que le dan los grandes medios: creer que vive en “esto es guerra”. Un peruano o peruana que ríe volteándole la cara a los muertos de su felicidad. Insolidario, egoísta, artificial, frívolo: totalmente apto para ser captado por el mal banal (Arendt).
Como sostuvo Raphael Hoetmer en un seminario sobre minería en Cajamarca, este imaginario desarrollista compulsivo basado en la explotación sin reservas de la naturaleza requiere de la criminalización de la disidencia y del control de las fuentes de información (lo que es sumamente difícil en una era de Internet y redes sociales). Precisamente por esta dificultad son las redes y los jóvenes anti-Pulpín, que han adoptado la lucha de Máxima Acuña de Chaupe como suya por indignación pero, también, porque es una forma de plantearle un pare a todo este sistema “republicanoempresarial” que pretende hacer del Perú lo que hace en su empresa.
Hoy es preciso luchar por un cambio de paradigma civilizatorio en el que la explotación de la naturaleza tenga un freno para preservar la vida. Esa debería ser la línea eje que atraviesa todas las luchas: la de nosotras las mujeres, la lucha contra la heteronormatividad, la lucha contra la minería en cabeceras de cuenca, la lucha de los pueblos indígenas por la protección de sus territorios, la lucha de los trabajadores por la dignidad de salarios y condiciones de trabajo, la lucha de los analfabetos por tener acceso a una educación que les garantice no solo ingresar a la ciudad letrada, sino tener herramientas que les permitan, en concordancia con sus (nuestras) culturas ancestrales, vivir a plenitud.


miércoles, febrero 03, 2016

EL PLAGIO DE ACUÑA: MAL DE MUCHOS, PREOCUPACIÓN DE POCOS

Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
“Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”, sentenció Jesucristo a la multitud escandalizada que estaba a punto de dar muerte a pedrada limpia a una prostituta de la época. Desde entonces, es decir, desde hace más de 2000 años, esta expresión, muy cristiana, ha echado profundas raíces en la conciencia  colectiva hasta el día de hoy, la cual inmediatamente aflora cuando alguien desea justificar tal o cual “pecado” o hecho negativo de algún individuo. Sin embargo, ello no es tan gratuito o fácil, pues, para ello, la colectividad tiene que CREER en que el hecho no es aislado, sino es algo frecuente, además es común, es decir que gran parte lo practicaría o está tentado a practicarlo.
Algo parecido sucede con el famoso plagio de Cesar Acuña, el hombre que tiene “plata como cancha” y que es uno de los fuertes candidatos a la Presidencia de la República. De acuerdo con las pruebas que no dejan espacio para la duda, porque son contundentes, este señor acaba de ser identificado, sorprendido o ampayado como “el mayor plagiador del Perú”, expresado a través de su tesis doctoral, por la cual le ha sido otorgado el título de “doctor”, nada menos que por una de las universidades más prestigiosas del mundo como lo es la Universidad Complutense de Madrid- España. Entonces, la expresión expuesta en el párrafo anterior viene a colación en tanto que los comentarios de gran parte de la población, apuntan o están orientados, precisamente, a justificar, mostrar indiferencia o simplemente no prestarle importancia, pese a que el PLAGIO es sinónimo de “robo”  o “hurto” de la propiedad intelectual, y como tal es un delito sancionado con multa pecuniaria y pena privativa de la libertad. Y, aquí es donde ese sector poblacional aplica la expresión bíblica, quizá, impulsado por el escaso conocimiento de lo que significa plagiar, sea por fanatismo político, por simple temor a no perder la oportunidad de acomodo personal o por conocimiento de que “todo el mundo plagia”. Desde nuestra perspectiva, todas las “razones” son válidas.
Escaso conocimiento de lo que significa “plagiar”. Existe un pequeño, pero importante sector de la población que no está familiarizado con este hecho o mejor dicho no conoce lo que significa “plagiar”, “plagio” o “plagiador”. Ese sector es el sector iletrado o “analfabeto” A este sector le es indiferente o es el quien pasa por desapercibido el tema del Plagio del Sr. Acuña. No le interesa, ni le preocupa. En este sentido, quienes ya hayan fijado o decidido votar por Acuña, lo van a hacer sin ningún problema, aunque todos los días oigan o escuchen que “el candidato Acuña ha plagiado su tesis”. Aquí, entre este sector, tampoco no es aplicable la expresión que reza “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra” 
El mundo académico sí conoce el significado de lo que significa “plagiar”. En efecto, Un enorme sector social y elector si conoce lo que significa “plagiar”, y, por lo mismo, sabría de lo que se trata. Por ello, puede conocer o saber que el señor Acuña ha cometido un flagrante delito que tira por la borda o por los suelos a esas otrora grandes virtudes humanas como son la moral y la ética. Pero aquí surge un  problema: Es que precisamente en el mundo académico es donde no sólo se conoce o se sabe el significado del término plagio, sino que una gran mayoría lo practicaría o, al menos, lo ha practicado en algún momento de su vida, claro, especialmente cuando era estudiante; y más, aún, hoy que el avance de la tecnología, como el Internet, facilita la práctica del plagio, por es que ha se ha acuñado esa palabra “COPY Y PEGA” o copia y pega. Es por ello que inmediatamente, cuando se trata el tema del plagio del señor Acuña surge esa expresión “quien este libre de pecado que tire la primera piedra”. O que, en todo caso, se opte por no darle importancia, por no mostrar interés, ni preocupación, por el tema del plagio. En este caso no porque se desconozca el tema sino porque, además, se apelaría a esa otra expresión “todo el mundo lo hace”, o “todo el mundo lo ha hecho”, es decir, “todo el mundo ha plagiado alguna vez”, por lo tanto el plagio del señor Acuña es normal, es uno más, de los millones de plagios que pueden estar dándose en estos momentos. Sólo que quienes piensan así no se percatan que una cosa es que juan Pérez o perico de los palotes haya plagiado alguna vez en su vida pero otra cosa es que el señor Acuña, aspirante nada mas y nada menos que a la presidencia de la republica sea un plagiador ¡Un ladrón de ideas!!. ¡El patrón de conducta, de moral y de ética que transmitiría este señor en el supuesto de que sea elegido presidente de nuestro país!! Desde esta perspectiva, ya podemos concluir que entre el mundo académico existirán muchos que han decido votar por el señor Acuña y tampoco les interesará el Plagio de su líder o de candidato favorito. No harán otra cosa que taponearse los oídos para no escuchar la lluvia de comentarios negativos o los cuestionamientos sobre el plagio de dicho candidato
Temor a perder la oportunidad de acomodo (por oportunismo político) Este es otro sector que muy bien sabe lo que implica plagiar, pero aún así se esfuerzan por “tapar el solo con un dedo”. Es decir, este sector que está muy cercano al candidato, no tanto por convicción político ideológica sino por un puesto o cargo que podría tener en caso de que Acuña llegue a la presidencia de la República. Ni hablar que entre este sector se genere un anti-voto a raíz de la difusión del plagio de Acuña. Al contrario, se fanatizan mucho más y se esfuerzan por pregonar “inocencia”; pero sobre todo, inmediatamente sacan a flote esas expresiones antes indicadas: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”, “todo el mundo lo hace”, “Meche Cabanillas lo hizo, etc., etc.” Por lo tanto en este sector, expresión del oportunismo político, ni hablar de que cambiarían de opinión y votaría por otro que no sea Acuña. En este sentido, los candidatos a congresistas y a las vice Presidencias, en la lista de Acuña, son sus más fanáticos defensores 
Sin embargo, es probable que sí exista una reserva ética y moral en el Perú, que obviamente sabe muy bien de que se habla cuando se alude a “plagio de una tesis”. Este sector puede ser pequeño, electoralmente, pero es muy valioso, porque de hecho no votaría jamás por un candidato del nivel del Señor Acuña. Para este sector las expresión bíblica o la otra “todo el mundo lo hace no tienen asidero, no son escusa, es más, esta ultima lleva a un conformismo pernicioso, porque estaríamos justificando las faltas a la moral, a la ética, a la corrupción, etc. en fin esto equivale a decir “mal de muchos, consuelo de tontos” Aunque la justicia no sancione este delito, el sector social, que constituye la reserva moral del país, está en la obligación de sancionar, aunque sea moralmente, al señor candidato de la “plata como cancha”.
La pregunta es ¿Impacta en las encuestas o no la difusión de la tesis plagiada de Acuña? No cabe duda que el tema sale a luz con la intención de que suceda algo con su candidatura o que suba o que baje. Aparentemente, más fácil es pensar que posiblemente bajará en las encuestas; pero, también puede haber surgido por otras razones, entre éstas: hacer una cortina de humo, para que tanto medios de comunicación, como los políticos y los opinólogos, etc., etc. se entretengan o entretengan al pueblo comentando noche y día sobre el “plagio de Acuña”, y no de propuestas electorales que es lo que al pueblo más le interesa ¿A las transnacionales, los grupos de poder económico o a los inversionistas, les interesa propuestas y, más aún, que sean generadoras de cambio social? NO, para nada, pues, para ellos, el libreto ya está escrito: es el modelo económico neoliberal, el consenso de Washington, la constitución fujimontesinista, los contratos ley que fueron impuestos a partir de 1990. A estos grupos les interesa que estos instrumentos legales no sean tocados ni con el pétalo de una rosa. Y, para ello, sólo hace falta, en palacio de gobierno sólo hace falta a un tecnócrata, un administrador, que funja de presidente de la República. O, en todo caso, un gendarme o wachimán que cuide celosamente los intereses económicos de las transnacionales y de los grupos de poder económico criollos.
Finalmente, hay una fuerte tendencia, expresada durante las campañas electorales: La victimización. La victimización se genera a raíz de una contra-campaña; es decir, el ataque certero a un determinado candidato da lugar a que éste se victimice. Para lograr esto, es condición, por un lado, que el ataque sea frecuente o en exceso y, por otro lado, que sea inoportuno, es decir que el ataque sea muy extemporáneo o mejor dicho muy tarde, puesto que un ataque, en tales condiciones, puede que ya no genere el objetivo buscado sino que, al contrario, sea contraproducente, es decir que genere un impacto contrario al buscado, ya que es posible que la población electoral ya haya fijado la idea de votar por el candidato atacado. Desde esta perspectiva quienes buscan “tumbar” al rival político, haciendo ataques, denuncias, contra-campañas, generando “noticias bomba” puede que les “salga el tiro por la culata” o terminen “disparándose a los pies”, porque ese rival político, en lugar de bajar, sube. Puede que esto también sea el caso del señor Acuña, más conocido ya como “el hombre de la raza distinta” o el que “tiene plata como cancha”.


Escrito: 1 de febrero del 2016