COMUNEROS DE NEGRITOS ALTO INGRESAN A CAMPAMENTO MINERO “LA QUINUA” EN YANACOCHA-CAJAMARCA-PERU
Un nuevo conflicto para Yanacocha se registró al promediar la media noche de ayer y las primeras horas de hoy, aproximadamente unos comuneros de la comunidad de Negritos ingresó a la zona de operaciones del campamento “La Quinua Minera Yanacocha de la Newmont Mining Corporation como una medida que radicaliza la protesta que sostienen desde el 16 de abril y tras el fracaso del proceso de diálogo en el que la minera negó solución a los reclamos que vienen realizando.
EL CONFLICTO
Como en reiterados casos el motivo es el incumplimiento de acuerdos y/o convenios.
En 1993 minera Yanacocha, tras desaparecer una carretera de la comunidad de Negritos que pasaba por propiedad de la empresa, les ofreció vía “convenio” construir una nueva y dar mantenimiento 3 veces por año a la carretera carretera Shoclla – Yanacancha – Chanta Alta (carretera construida por la comunidad y la Misión Bautista) con mano de obra de la comunidad debidamente remunerada. Estos acuerdos nunca se cumplieron, Yanacocha no construyó ninguna carretera, no dieron mas que tres mantenimientos en los 13 años a la carretera Socclla- Chanta, pese a que la misma es utilizada por la empresa, y la mano de obra de la comunidad contratadas en estas pocas oportunidades no la quiso remunerar pues Yanacocha alega que como se trata de un “convenio”, el aporte de mano de obra de la comunidad no tiene porque pagarlo.
ANTECEDENTES
La comunidad de Negritos venía protestando hace varios meses por el incumplimiento de los convenios de 1993 y 1994 firmados entra la comunidad y Yanacocha. La empresa minera ha hecho caso omiso de los reclamos de la comunidad y las múltiples solicitudes de diálogo aduciendo que sus arreglos serían con los alcaldes de los centros poblados a quienes la comunidad ha cuestionado por su actuación arbitraria y concesiva a la empresa. El 16 de abril del año en curso la comunidad adoptó medidas de fuerza contra minera Yanacocha, en la que se retuvo maquinarias de contratistas de la empresa y dos camionetas de la propia minera. Durante este tiempo ha habido intentos de diálogo para solucionar el conflicto, incluso con mediación de la unidad de conflictos de la PCM. Lamentablemente y debido a la posición de la empresa el diálogo fracasó.
POSICION DE LAS PARTES
La comunidad en un inicio tenía las siguientes demandas: solicitaba el asfaltado de la carretera Socclla- Yanacancha Alta, como compensación a los trece años de incumplimiento de la minera del mantenimiento de su carretera. Además solicitaba mano de obra remunerada conforme a ley. La minera por su parte aducía que no iba a dialogar si es que la comunidad no liberaba su maquinaria y en cuanto al convenio solo se limitaría a cumplirlo en los términos previstos, descartando posibilidad de asfaltado de carretera.
En el proceso de diálogo con mediación de la unidad de conflictos de la PCM, la comunidad ha cedido a alguna de las exigencias de la minera: entregó la maquinaria pesada, conservando solo dos camionetas de la empresa, ha cedido en su posición de solicitar asfaltado de su carretera aceptando que solo sea un afirmado y convino incluso proceder a la entrega de sus dos camionetas con la única condición de que la empresa minera retire todas las denuncias que ha interpuesto en contra de los comuneros a raíz de esta retención de maquinaria, a fin de facilitar un diálogo sin presiones de ninguna de las partes.
La empresa minera por intermedio de su Gerente Libio Paliza y su abogado Wilby Cáceres manifestaron que No retirarán ninguna denuncia contra los campesinos, posición que truncó la última reunión de diálogo del 31 de mayo.
Pese a los esfuerzos de la PCM, la empresa minera no ha querido ceder en su posición, por ello la comunidad al parecer ha decidido radicalizar sus medidas. Se teme que este conflicto pueda escalar aún más y que un asunto de relativamente fácil solución para la empresa tenga situaciones que lamentar debido a una posición poco racional de parte de la empresa.
EL CONFLICTO
Como en reiterados casos el motivo es el incumplimiento de acuerdos y/o convenios.
En 1993 minera Yanacocha, tras desaparecer una carretera de la comunidad de Negritos que pasaba por propiedad de la empresa, les ofreció vía “convenio” construir una nueva y dar mantenimiento 3 veces por año a la carretera carretera Shoclla – Yanacancha – Chanta Alta (carretera construida por la comunidad y la Misión Bautista) con mano de obra de la comunidad debidamente remunerada. Estos acuerdos nunca se cumplieron, Yanacocha no construyó ninguna carretera, no dieron mas que tres mantenimientos en los 13 años a la carretera Socclla- Chanta, pese a que la misma es utilizada por la empresa, y la mano de obra de la comunidad contratadas en estas pocas oportunidades no la quiso remunerar pues Yanacocha alega que como se trata de un “convenio”, el aporte de mano de obra de la comunidad no tiene porque pagarlo.
ANTECEDENTES
La comunidad de Negritos venía protestando hace varios meses por el incumplimiento de los convenios de 1993 y 1994 firmados entra la comunidad y Yanacocha. La empresa minera ha hecho caso omiso de los reclamos de la comunidad y las múltiples solicitudes de diálogo aduciendo que sus arreglos serían con los alcaldes de los centros poblados a quienes la comunidad ha cuestionado por su actuación arbitraria y concesiva a la empresa. El 16 de abril del año en curso la comunidad adoptó medidas de fuerza contra minera Yanacocha, en la que se retuvo maquinarias de contratistas de la empresa y dos camionetas de la propia minera. Durante este tiempo ha habido intentos de diálogo para solucionar el conflicto, incluso con mediación de la unidad de conflictos de la PCM. Lamentablemente y debido a la posición de la empresa el diálogo fracasó.
POSICION DE LAS PARTES
La comunidad en un inicio tenía las siguientes demandas: solicitaba el asfaltado de la carretera Socclla- Yanacancha Alta, como compensación a los trece años de incumplimiento de la minera del mantenimiento de su carretera. Además solicitaba mano de obra remunerada conforme a ley. La minera por su parte aducía que no iba a dialogar si es que la comunidad no liberaba su maquinaria y en cuanto al convenio solo se limitaría a cumplirlo en los términos previstos, descartando posibilidad de asfaltado de carretera.
En el proceso de diálogo con mediación de la unidad de conflictos de la PCM, la comunidad ha cedido a alguna de las exigencias de la minera: entregó la maquinaria pesada, conservando solo dos camionetas de la empresa, ha cedido en su posición de solicitar asfaltado de su carretera aceptando que solo sea un afirmado y convino incluso proceder a la entrega de sus dos camionetas con la única condición de que la empresa minera retire todas las denuncias que ha interpuesto en contra de los comuneros a raíz de esta retención de maquinaria, a fin de facilitar un diálogo sin presiones de ninguna de las partes.
La empresa minera por intermedio de su Gerente Libio Paliza y su abogado Wilby Cáceres manifestaron que No retirarán ninguna denuncia contra los campesinos, posición que truncó la última reunión de diálogo del 31 de mayo.
Pese a los esfuerzos de la PCM, la empresa minera no ha querido ceder en su posición, por ello la comunidad al parecer ha decidido radicalizar sus medidas. Se teme que este conflicto pueda escalar aún más y que un asunto de relativamente fácil solución para la empresa tenga situaciones que lamentar debido a una posición poco racional de parte de la empresa.
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