EL CONFLICTO SOCIAL EN EL PROYECTO MINERO “LA GRANJA” CAJAMARCA-PERÚ

Ya no es novedad, el enfrentamiento entre campesinos y empresas mineras en el Perú. Hoy el epicentro se traslada al distrito de Querocoto, provincia de Chota y los distritos unidos por la misma cadena montañosa, de pequeños páramos, áreas protegidas, zonas arqueológicas (Pacopamapa), nacientes de agua que interrelacionan distritos como Huambos, Llama, Querocoto (Chota - Cajamarca), Cañaris e Incahuasi en Ferreñafe – Lambayeque. Esta cadena montañosa de cerros que llegan hasta los 3800 m.s.n.m, originan una área de influencia que involucra al distrito de Pucará (Jaén) Querocotillo, Callayuc, Capilla, Santa Cruz, Pimpingos, Choros (Cutervo) por ser nacientes de agua que junto a la caída de sus cerros son importantes afluentes a la cuenca del Huancabamba – Marañón- Amazonas- Atlántico.

El hombre andino ha sabido aprovechar cada espacio eco geográfico para desarrollar una agricultura de autoconsumo, actividades agropecuarias que se expresan en el intercambio comercial de las ferias dominicales y una presencia importante en el mercado de Chiclayo a donde llega papa, ganado, queso, frutas y hasta harina de trigo. Estas actividades sostenibles a pesar del abandono del estado, han dado la vida y trabajo a los pobladores de estos distritos. Hoy con la llegada de la empresa “Río Tinto” ha empezado a desarrollarse una confrontación de ideas y programas de desarrollo, en el sentido de que la minería sería la solución para que las familias que viven en estos distritos salgan de la pobreza, la desnutrición, el analfabetismo y la desocupación, problemas sociales y económicos estructurales del país.

La empresa minera “Río Tinto” ha comprado el Proyecto Minero “La Granja” al estado peruano, después que estuviese muchos años abandonado, a raíz de la baja de los precios del cobre en el mercado mundial. Hoy motivados por la subida constante de los minerales, la empresa “Río Tinto” desarrolla un proceso de exploración con perforaciones que llegarían a los 1 500 metros de profundidad. La conducta de esta empresa es la misma que otras transnacionales, ingresar sin informar a los propietarios de los terrenos, ninguna reunión con las rondas campesinas, la organización más activa de los campesinos. Conformación de grupos de choque, compra de autoridades, para que defiendan el proyecto sin conocerlo.

Esto ha conducido que la Federación Regional de Rondas Campesinas de Cajamarca, la Central Única Nacional de Rondas (CUNARC _ PERU), la Central de Rondas Campesinas de Huambos, Llama, la Federación distrital de Rondas Campesinas de Querocoto y la Central del Naranjo que aglutina 17 bases, inicien un conjunto de charlas y conferencias, para conocer los posibles impactos de la actividad minera. La primera reunión tuvo lugar en Querocoto en junio, luego en Querocotillo en julio y en agosto en Inger. A raíz de estas reuniones la empresa “Río Tinto” lanza una campaña de convencimiento a las comunidades, contrata un equipo de estudios para levantar su línea de base de datos. Es así que el 13 de septiembre se desarrolla una Asamblea de dos mil campesinos en Huambos, con la participación de los ronderos de Huambos, Querocoto y Llama. La esa Asamblea acuerda rechazar la actividad minera en sus jurisdicciones, ahí se enteran que los territorios de sus distritos están concesionados en un alto porcentaje: Huambos 11. 729,72 has, el 47.84 % de la totalidad de su territorio, Llama 40 325.93 has, el 82.18 % de su territorio, Querocotillo 31.637.28 has, el 45.97 % de la totalidad de su territorio, Querocoto 22 971.64 has, el 75.73 % de la totalidad de su territorio.

Los campesinos preocupados por presencia de empresarios mineros en sus jurisdicciones sen haber sido informados, deciden convocar a una nueva Asamblea General de Ronderos, la misma que se programa para el día 19 de octubre en la Plaza de Armas del distrito de Querocoto. A las 10 de la mañana la plaza estaba llena. Sin embargo el alcalde, trabajadores de la empresa “La Granja” pretendieron impedir que la Asamblea se realice y nos pidieron que nos retiráramos. Mi persona y el Congresista Werner Cabrera intentamos hablar con los opositores a la reunión, ellos señalaron que la posterguemos para otra fecha, porque no habían sido avisados y que era una burla, para ellos. Sin embargo los campesinos de Querocoto, mostraron los oficios de coordinación, y demostraron que ellos sabía de la Asamblea y por ello mayoritariamente los ronderos asistían, pidieron que la asamblea de todas maneras se desarrolle. Uno de los dirigentes que defendía al alcalde y al proyecto minero, tomó la palabra y dijo que ellos quieren que les traigan propuestas, “no queremos críticas, estamos cansados de críticas a la minería y dijo que ellos son libres en su pueblo” los mil 500 ronderos, permanecieron disciplinadamente en silencio. Hasta que se notó un vacío, una anarquía, si se hacía o no la Asamblea.

Corriendo todos los riesgos subí a un muro del Parque y lancé un llamado, con todas nuestras fuerzas, sabíamos del riesgo, era probable que nos linchen. En cuanto empecé hablar, tres señoras se me lazaron, para bajarme del muro, resití, en ese momento diez ronderos rodearon el muro y me protegieron, la multitud se concentró y con gritos de viva las rondas campesinas, hicieron callar al pequeño grupo, que había tenido, como objetivo impedir que la reunión se desarrolle. Hice uso de la palabra por unos 30 minutos, mire a mi alrededor para ubicar al Congresista, que estaba resguardado por la policía, ya se había acercado a nuestro improvisado estrado, también hizo uso de la palabra. Luego habló el Vicepresidente de la Central única Nacional de Rondas Campesinas del Perú, quien había discutido con el congresista. Felizmente primó la unidad y el mensaje fue de fortalecimiento de nuestras rondas campesinas y de defender los derechos de los comuneros y el medio ambiente. El grupo opositor a nuestra Asamblea, lo calculé en unos 30, pero muy agresivos, en ciertos momentos arrojaron a la multitud huevos podridos, pero se corrieron porque los ronderos empezaron a poner disciplina.

Finalmente, el vicepresidente de la 4ta zona, de apellido Carranza, tomó la palabra y un extraordinario llamado convocó a todos a continuar la Asamblea en la loza deportiva, donde la disciplina rondera, se ubicó en lugares estratégicos y la Asamblea se desarrolló y conlcuyó en los siguientes acuerdos:

Solicitar a los gobiernos locales de los distritos de Huambos, Llama, Querocoto, Querocotillo, aprueben, organicen y convoquen a una Consulta Popular, para decidir si se aprueba o desaprueba la actividad minera en sus distritos. De no se escuchados por los alcaldes, las bases ronderas y demás organizaciones, conformaremos un Comité Especial y de honor que convoque a la Consulta Popular.
Defender unidos nuestro territorio, nuestras fuentes de agua y el derecho a decidir nuestro propio modelo de desarrollo, para ello actuaremos unidos las bases ronderas y demás organizaciones de Llama, Querocoto, Querocotillo, Huambos, Pucará, Cañaris y otros pueblos afectados que quieran sumarse.
Exigir a los gobiernos locales, distritales, provinciales y regional inversión productiva en proyectos de desarrollo agrario, forestal, turístico e industrial. Así mismo hagan valer las zonas protegidas, las nacientes de agua y realicen el ordenamiento territorial.
Solicitar el estudio hidrológico de las zonas concesionadas, como requisito previo al estudio de impacto ambiental, el registro de la biodiversidad existente en la zona, estudios de la cantidad y calidad del agua y del aire, por una institución internacional independiente.
Continuar el desarrollo de nuestras reuniones, talleres, asambleas de información y conocimiento sobre los impactos de la minería en la vida de nuestra familia y en la sociedad.

Así se abre el debate, en momentos que el régimen de García ha declarado de necesidad pública la Minería en el Perú, y uno de ellos es el Proyecto La Granja, que según los primeros estudios alberga 3 mil 500 millones de toneladas de cobre, se trata de uno mega proyecto minero. Los primeros enfrentamientos ya se produjeron, es el inicio de un conflicto social causado por el estado irresponsable y por un gobierno regional que parece no darse por enterado. Nosotros seguiremos acompañando a nuestros hermanos del campo, hasta que cambien las reglas de juego, que favorezca a las grandes mayorías y no ha un grupo de transnacionales que han asaltado el estado y sus principales ministerios, para beneficiarse del modelo primario exportador que ha fracasado históricamente.