miércoles, junio 03, 2009

Entreguismo total: Cajamarca concesionada a la minería el 94 %


LA EXPANSION MINERA Y EL DESARROLLO EN LA MACRORREGION NORTE

Por: Marco Arana Zegarra

Sin que las autoridades y las poblaciones locales de la macrorregión norte estén siquiera enteradas, sus territorios están siendo concesionados casi en su totalidad a empresas mineras que comienzan a buscar minerales, desde el preciado oro en Cajamarca y La Libertad hasta el radioactivo uranio en Lambayeque y Piura.


LAMBAYEQUE

En Lambayeque los distritos que más han sido concesionados son Chongoyape y Cayaltí, precisamente donde se ubican las mejores plantaciones de caña azúcar de Lambayeque y donde se halla la reserva de protección privada El Chaparrí y el reservorio de Tinajones. Recuérdese que en el año 2004 se había dado concesiones mineras incluso dentro de la zona del reservorio, que de no ser por el ojo vigilante y la presión de la junta de usuarios de riego, a lo mejor Tinajones terminaba siendo un tajo abierto, una laguna de drenaje de aguas ácidas permanente. El Frente de Defensa Ambiental de Reque viene luchando por el retiro de una planta demostrativa de minería de cobre por biolixiviación de Rio Tinto que se instalaría en una zona de expansión urbana municipal.

LA LIBERTAD

El departamento de La Libertad figura entre las regiones con mayor número de denuncios mineros de todo el país. La mayoría de sus distritos registran concesiones mineras. Y ya está operando en el Alto Chicama una de las mineras más cuestionadas a nivel latinoamericano como es la Barrick Gold, que precisamente en estos años de calentamiento global busca remover dos glaciares en el norte de Chile para extraer el oro que se halla debajo, todo con “tecnología de punta” (el controvertido Proyecto Pascua Lama).


AMAZONAS

La región de Amazonas está atrayendo a las empresas mineras que están buscando oro, plomo y zinc. Las provincias de Condorcanqui, Bagua, Luya, Utcubamba y Bongará son las favoritas. Recuérdese que en el año 2005 los guardianes de la fortaleza de Kuelap denunciaron a un grupo de mineros que no quiso pagar su entrada y los agredieron argumentando que la fortaleza se hallaba dentro de su concesión.


CAJAMARCA

En el caso de Cajamarca, prácticamente todas las provincias tienen alguna concesión minera, e incluso de manera ilegal, algunos de sus distritos tienen concesiones mineras al 100% de su territorio (La Encañada, Tongod, Tumbadén, Llapa, Pulán, Yauyucán, San Silvestre de Cochán, Catilluc, Calquis y Huasmín, entre otros), cuando la ley prohíbe que se concesionen centros urbanos. Pero desde una oficina del Ministerio de Energía y Minas en Lima todo se puede concesionar. Total los provincianos no cuentan y nuestras autoridades parecen hipnotizadas frente a las expectativas del canon. “La concesión no necesariamente implica explotación” se dicen a sí mismos, acaso pretendiendo acallar la voz de su conciencia con una media verdad, puesto que la verdad completa es que nadie realiza una concesión sin no pretendiera hacer una explotación en una zona donde los estudios geológicos indican que hay un enorme potencial minero.

El problema no es que nuestra macrorregión sea rica en minerales y que existan ahora las modernas tecnologías que permiten extraer hasta 05 grs de oro por tonelada métrica de roca removida, sino que la minería es considerada en todo el mundo como una de las actividades industriales ecológicamente más nocivas y que en el caso del Perú además se dan las siguientes situaciones:

  1. La mayoría de estas concesiones pueden terminar siendo explotaciones mineras que en realidad pagan muy pocos impuestos. Actualmente, por ejemplo, si bien la minería representa más de la mitad de nuestras exportaciones, sin embargo no pagan ni el 10% de los impuestos totales del país debido a las exoneraciones tributarias de las que gozan y a nivel de mano de obra, la actividad que más ayuda a generar empleo no es la minería, sino la agricultura cuyo potencial es muy grande en toda la macrorregión pero que es una actividad que no goza de los privilegios que los últimos tres gobiernos han decidido dar a los mineros.

  1. La mayoría de estos proyectos mineros se ubican en las cabeceras de cuencas de los ríos que van al Pacífico como al Atlántico y los volúmenes de suelo que son removidos y disturbados son tan gigantescos que terminan destruyendo el ciclo hídrico como está ocurriendo con Yanacocha en Cajamarca (que remueve hasta 600 mil toneladas de roca diaria), lo que implica destrucción de lagunas, ríos, quebradas, agotamiento y contaminación de las aguas subterráneas. Todo esto ocurre, aún cuando las autoridades saben que técnica y científicamente los problemas de toda minería son los que quedan para remediar en el futuro, cuando las empresas se hayan ido. Las empresas ganan, los Estados limpian, y cuando no pueden hacerlo simplemente las poblaciones se ven condenadas a vivir en la pobreza y contaminación.

  1. Por último, la promoción de todas las actividades mineras se hace sin que el Estado cuente con organismos eficaces y eficientes para la fiscalización y control ambiental, ni planes de ordenamiento territorial y planes de gestión y protección de recursos hídricos, por lo que la calidad y cantidad de aguas disponibles para las poblaciones que son afectadas por las operaciones mineras, así como la salud de las poblaciones no constituya una prioridad en la política de desarrollo del Estado como efectivamente debiera serlo.

Bajo las actuales circunstancias, la expansión de la minería en la macrorregión norte más que representar una oportunidad para el desarrollo, solo significa una amenaza para la vida de los más pobres. Solo gobiernos regionales y locales que concerten sus metas de desarrollo en base a actividades económicas sostenibles ecológicamente, y que por tanto afirmen su rol protagónico en el desarrollo y sin someterse a los intereses de las empresas mineras o los caprichos del centralismo limeño que actúa coludido con los grandes grupos de poder; y de otro lado, la acción de organizaciones sociales de base fortalecidas y unificadas, podría hacer que, si se quiere promover la minería en la macrorregión, ésta se haga previo cambio de las actuales condiciones que están beneficiando sustantivamente a las empresas mineras y que solo están dejando dejan migajas y contaminación para nuestros pueblos, sin atender al hecho que el futuro de nuestro desarrollo macrorregional está en la inversión intensiva del potencial de biodiversidad, ecoturismo, forestación, agroganadería para asegurar la nutrición de nuestra población y la agroexportación para la generación de divisas.

Conclusión:

Definir nuestra macrorregión como “región minera” es solo condenarla a la contaminación y la pobreza. Nuestra macrorregión es biodiversa, y en ella la minería puede jugar un rol, siempre y cuando se haga de manera regulada y controlada y no de manera caótica, depredadora e incluso violenta como ahora quiere hacerse en Majaz o se está haciendo con Yanacocha en Cajamarca.

1 comentario:

CMUÑOZ dijo...

e leído toda la publicación y pues parece bien que se haga este tipo de publicaciones en las redes sociales, así la gente pueda tomar consciencia que "la minería no trae desarrollo trae pobreza y destrucción al ecosistema"
basta ya de tanto daño a la tierra (nuestra madre)¡NO A LA MINERÍA!