jueves, noviembre 15, 2012

LA DERECHA Y SUS “TEMORES”



Sociólogo: Avelino Zamora Lingán// Escrito: 9 de noviembre del 2012G
Pasarán 30; 40; 100 ó 200 años y la clase política peruana, bajo la hegemonía de una derecha, consagrada ya, como bruta y achorada, toda vez que decide reajustar la política económica, maquillar al modelo neoliberal, desplegar alguna cortina de humo, para ocultar alguna triquiñuela, que favorezca sus intereses político-económicos, como por ejemplo el indulto al ex presidente “vende patria”, Alberto Fujimori; seguirá utilizando como “caballito de Batalla” al tema del “terrorismo”. ¿Qué, no dicen que el “chinito” acabó con el terrorismo? ¿Acaso no han hecho creer a mucha gente, sobre todo en condición de extrema pobreza, tanto de la ciudad como del campo, que el chinito Fujimori acabó con el terrorismo? Si esto fuera así, entonces ¿Por qué ahora, ideólogos, políticos, congresistas, empresarios, opinologos, salen en coro a gritar sobre la presencia y el avance del  “terrorismo”; ¿Por qué las carátulas de sus periódicos, cómplices de las injusticias y de la corrupción fujimontesinista, saturan las mentes de la población con el tema del “terrorismo”? Y, los titulares televisivos y radiales no se quedan atrás con el obsesivo tema del “terrorismo”. Parece que estuvieran en competencia, en cuanto a cual de estos instrumentos mediáticos, bate el record de horas, días o años hablando sobre el tema del “terrorismo”.
La idea en cuanto a que el “chino terminó con el “terrorismo” ha sido fijada en lo más profundo de la conciencia de muchos peruanos, sobre todo de aquellos que fueron los principales receptores del paternalismo fujimorista, que cuando alguien increpa o cuestiona a su añorado “Presidente” aclarándole que éste fue el más grande ladrón de la historia peruana y que fue un violador de los derechos humanos, que ni su esposa se libró de sus métodos de tortura, inmediatamente, saltan como “accionados por un resorte” y le replican “El Presidente Fujimori, terminó con el terrorismo”, “Fue el mejor Presidente del Perú”, “La paz que ahora vives, le debes a Fujimori”, etc., etc. ¡eso de “la paz que ahora vives”, hoy en día suena a burla, a deseo, a imaginación o a  sueño, pero menos a realidad!, pareciera que quien lo dice viviera en otro planeta y no en el Perú, donde hoy existe, sin temor a equivocarme, tantas víctimas mortales de violencia que ya llegan o están cerca de superar la cantidad que hubo por acciones del “terrorismo”. Claro, aunque se trata de víctimas por violencia común, la cual no le preocupa a la clase política de este país; por ello tampoco le interesa diseñar estrategias efectivas, con visión sociológica, orientadas a atacar las raíces, que son básicamente sociales y económicas, para acabar con ella. Al contrario la DBA todo lo ve represión, palo, bomba y bala; sugiriendo con ello, que es para lo único que sirve dicha clase política. Lo que sí le tiene terror y pánico, es al “terrorismo”, bajo el argumento real que éste atenta contra la democracia y el Estado de Derecho. ¿Acaso, la violencia común no atenta contra la democracia, el Estado de Derecho y la paz social?
Pareciera que para la clase política peruana, un muerto por acción del terrorismo, vale mucho más que un muerto por un delincuente común. Del mismo modo, se rasga las vestiduras cuando hay víctimas mortales por el terrorismo, pero es insensible y calla en todos los idiomas frente a los miles de niños que mueren anualmente por hambre o por las consecuencias de éste; o por los miles de niños que por grave  desnutrición crónica no van a desarrollar sus facultades mentales y físicas, adecuadamente; o por los miles de niños que mueren anualmente antes de cumplir el año o los cinco años de vida, por enfermedades que muy bien pudieron ser tratadas y controladas oportuna y gratuitamente. Creo, que el sentido común indica que muerte es muerte, da lo mismo morir por el estallido de un coche bomba que morir por el corte de un cuchillo del delincuente común; o morir a pausas por inanición. La DBA es insensible a la hora de aplicar políticas económicas que por lo general son beneficiosas para los grupos de poder y altamente perniciosas para el pueblo. ¿Acaso Fujimori tuvo sensibilidad social cuando en agosto de 1990 aplicó el famoso shock económico; cuya consecuencia fue que el reducido grupo de ricos multiplicara sus riquezas exponencialmente, en un abrir y cerrar de ojos y que la gran mayoría de pobres también multiplicara su pobreza en las mismas proporciones?; ¿Acaso tuvo sensibilidad social cuando millones de pequeñas y medianas empresas quebraron y en consecuencia millones de trabajadores fueron arrojados a  la calle, a que sobrevivan, ya sea como ambulantes, como carretilleros, estibadores u optando por la delincuencia común; etc., etc.?
Por otro lado, ¿Ha notado usted que la clase política peruana ha encontrado en el tema del terrorismo un atractivo y rentable negocio? Claro que sí lo ha notado. Porque el manejo que hace de dicho tema en ese sentido es muy evidente, explícito y sospechoso. Por ello es que iniciamos el presente comentario indicando que pasarán 30, 40, 100 ó 200 años y la derecha o la clase política en general seguirá hablando del terrorismo, seguirá echándole la culpa al terrorismo de todos los males que existe y existirán en el país; de todas las cosas que no puede hacer para satisfacer las demandas sociales, hasta de su incapacidad política, técnica y profesional le echa la culpa al terrorismo; Pero, también, durante las campañas electorales, se agarra del terrorismo, para meter miedo a la población; para evitar que algún candidato progresista, con tufillo izquierdista triunfe, se cuelga del terrorismo. Quiere levantar alguna cortina de humo, para desviar la atención del pueblo y no vea sus actos inmorales y vergonzosos de corrupción, inmediatamente saca, cual mago saca conejos del sombrero, el tema del terrorismo; hoy, está desesperada por liberar al ex dictador, entonces destapa el tema del terrorismo, sabiendo que un gran sector de la población está convencida en cuanto a que el “chinito” lo combatió; por lo tanto, esa misma población, probablemente reclame, la salida de su cárcel dorada, para que lo “combata nuevamente”. Es decir con el tema del terrorismo, la clase política peruana está obteniendo muchos logros políticos y electorales; por ello, la pregunta es; ¿qué pasaría sí en realidad, la clase política peruana, terminaría con el terrorismo? ¿Cuál sería su nuevo caballito de batalla, para utilizarlo políticamente, para meter miedo a la población y salir triunfante en los procesos electorales?
Bajo esta lógica no sería extraño que la negación de la inscripción en el Registro del Jurado Nacional de Elecciones al MOVADEF, mostraría que lejos de querer terminar con el terrorismo, más bien estaría reflejando lo contrario; es decir, su permanente existencia. Porque la pregunta que cualquier ser pensante se hace es ¿Qué es lo que temen de un grupo que quiere participar en contiendas electorales, y con ello, probablemente someterse a las reglas de juego de los procesos electorales, a las reglas de la democracia y del estado de derecho? ¿Acaso no sería una de las grandes posibilidades de acabar de una vez por todas con el terrorismo, tan igual como lo van a lograr en Colombia con las FARC? ¿Acaso no es cierto que cualquier grupo, movimiento o partido político, progresista o de izquierda terminan atrapados en la telaraña tejida por la derecha, por el sistema, es decir, durante las campañas electorales, si quieren salir triunfantes, tienen que someterse a las viejas y mañosas prácticas de la derecha? ¿Y, cuando ganan y adquieren una cuota de poder, también terminan haciendo y diciendo lo que la derecha sabe hacer, o imitándolo hasta en los actos de corrupción? Creo que todos sabemos que la derecha y los grupos de poder económico, junto con las transnacionales son campeones en someter y domesticar a la izquierda y a cuanto grupo o personaje progresista para que gobierne de acuerdo con sus intereses económicos y políticos. El ejemplo más palpable y reciente es lo logrado con Ollanta Humala; un personaje que en situación de candidato, para la derecha, era de lo peor: era violentista, revoltoso, chavista, antisistema, poco faltaba que le coloquen la etiqueta de “terrorista”; sin embargo, hoy que es presidente esa misma clase política de derecha, hipócritamente, le revienta cohetes, le frota la espalda y aplaude sus acciones políticas, las cuales obviamente, son favorables a sus intereses económicos. ¿Qué o quién impediría que en el caso del MOVADEF no suceda lo mismo que con el nacionalismo de Ollanta Humala; es decir, que de rojos pasen a rosados o verdes y terminen totalmente domesticados, sometidos a los dictados de la derecha y enredados en la telaraña del sistema o del orden social imperante? En fin, en este país, es necesario reflexionar sobre lo que nuestra clase política criolla hace o deja de hacer; dice o deja de decir. Total no cabe ninguna duda que, durante toda la vida republicana, su praxis política y sus cálculos han sido siempre en función de sus sagrados intereses económicos y de su lucha por su permanencia “eterna” en el poder.
Sólo a modo de ilustración en cuanto a la violencia común: Según el informe del observatorio de Criminalidad del Ministerio Público del Perú – Fiscalía de la Nación, citado por el IDL, en su Informe sobre seguridad ciudadana, en el Perú se reportaron o registraron un total de 50,403 casos delictuosos o de violencia común, ocurridos sólo entre enero y diciembre del 2009, un incremento del 20.15 % respecto al año 2008.Claro entre esos delitos comunes están incluidos una gran diversidad: violencia familiar, en diversas modalidades; homicidios, violaciones, asaltos, etc., etc. Asimismo, de acuerdo con los datos del anuario estadístico de la Policía Nacional, citado por IDL, estimamos que entre el 2000 y el 2009 se registraron 20,700 víctimas mortales por homicidio. ¿Le interesa a la clase política peruana atacar a las raíces sociales y económicas de la violencia común? Todo indica que les interesa únicamente saturar las mentes de la población de los hechos de sangre y todo tipo de delitos, a través de los instrumentos mediáticos. ¡Solo prenda Ud. su  televisor a partir de las 6 de la mañana o vea las carátulas de los diarios chicha! ¡El resultado: la población peruana cada vez se indigna o escandaliza menos por los miles de víctimas mortales, que anualmente se producen por causa de la violencia común!

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