EL ÚNICO CAMINO: ORGANIZACIÓN Y UNIDAD

“…Y ahora el pueblo que se alza en la lucha

Con voz de gigante, gritando adelante:

¡El pueblo unido, jamás será vencido!!

¡El pueblo unido, jamás será vencido!!

¡El pueblo unido, jamás será vencido!!!…”

(Parte de la Letra de la canción “El Pueblo Unido,

 jamás será vencido” del grupo musical Chileno Quilapayun)

Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán

A medida que se aproximan las elecciones del 2014 para renovar autoridades de gobiernos locales y regionales, crece la preocupación en el seno del pueblo cajamarquino, quien obviamente aboga por verdaderos cambios sociales; pero, además, porque las próximas autoridades, elegidas por  votos, que en su abrumadora mayoría provienen precisamente de los sectores populares, DIFICILMENTE o mejor dicho NO se pondrán a la vanguardia de sus protestas sociales, las cuales, hoy son, en su mayoría, en contra de mega-proyectos mineros, destructivos de las fuentes de agua y de los colchones acuíferos y de los recursos naturales en general. Asimismo, ya es hora que tales luchas y protestas sociales del pueblo también se orienten en contra del alza desenfrenada del costo de vida y de la deuda externa o mejor dicho en contra del sacrosanto modelo económico neoliberal al que tanto adoran los grupos de poder económico, expresados en el grupo Romero, Graña y Montero, Miró Quezada, Buenaventura, Roque Benavides, etc.

El problema no es que tal preocupación sea porque no existen o exista alguna “sequia” de candidatos. No, nada de eso. Al contrario, candidatos van haber, digámoslo de alguna forma, “al por mayor y menor”, porque muchos de ellos, estarán dispuestos a vender su conciencia a las transnacionales mineras, aunque sea por un millar de volantes, afiches polos, calendarios, llaveros, etc., etc., para que afronten su campaña electoral. No es vana la preocupación del pueblo, puesto que sí observamos cuidadosamente a cada uno de los personajes voceados como pre candidatos y, muchos de ellos, definidos ya como tales, quienes, hasta el momento se estiman entre 35 y 40, sólo para la alcaldía de Cajamarca; observamos que el 99.9 %, o mejor dicho, casi ninguno de ellos, es confiable en el sentido que garantice que se va poner al lado del pueblo y de sus protestas sociales. Preguntamos por ejemplo a algunos de ellos, los señores: Manuel Becerra (fujimorista), Temístocles Noriega (AP), Ginés Cabanillas (UPP o Fuerza Regional), Eleomar Alaba (Fuerza Regional), Emilio Horna (APRA), Jorge Vásquez (APRA),  Francisco Arroyo (ex aprista hoy MIC), Jesús Julca (…), Lucho Guerrero (FIR), Mauro Siles (MAS, pero pro minero), Armando Chávarry (Cajamarca Siempre Verde, Fujimorismo disfrazado), Roberto Portilla (APP), Luis Vallejos Fernández (APP), Andrés Roncal Muñante (APP), Javier Pereyra (Ex Acción Popular, hoy Fuerza Social) Todos estos voceados como precandidatos, entre otros que probablemente surgirán y algunos de ellos es posible que lleguen, a ser las próximas autoridades, vale decir alcalde y regidores y Presidente Regional y consejeros ¿Estarán dispuestos a ir contra la doctrina de sus propios partidos y agrupaciones políticas, y encabezar las protestas sociales del pueblo contra la ejecución de los mega proyectos mineros en las cabeceras de cuenca, aunque algunas normas prohíba la participación de autoridades en marchas de protestas? ¿Cuál de estos personajes, sino todos, participó encabezando, al lado del pueblo, alguna de las marchas de protesta en contra del mega proyecto Conga? En el resto de provincias y distritos el escenario electoral no es diferente, porque son estos personajes y sus respectivos partidos y grupos políticos quienes impondrán sus candidatos en dichas jurisdicciones. A esto se suman las trasnacionales, quienes no dudarán ni un solo instante y moverán cielo y tierra para imponer autoridades que cumplan la función de marionetas, favorable a sus intereses económicos.            

Indudablemente, en la fase de candidatos y durante la campaña electoral muchos van a jurar y rejurar que sí están con el pueblo y seguramente van a decir y corear junto con él “Conga NO VA”; lo cual quiere decir que muchos lobos se vestirán de corderos hasta obtener los tan ansiados votos que les lleve al sillón municipal o regional. Más aún cuando está en la “naturaleza” del candidato o del político el hecho de mentirle al elector, tanto que en la antigua Grecia se justificaba la mentira política y, hoy, en plena era moderna hay muchos especialistas del marketing político que aconsejan a sus clientes usar la mentira política para alcanzar el éxito. Pero el problema es también de los electores o concretamente del pueblo, quien tiene que desterrar su analfabetismo político (tiene que formar conciencia política), interesarse, por la política, involucrarse en los asuntos del Estado, abandonar la apatía o indiferencia política, para evitar ser embaucado por los “zorros” de la política, especialmente los jóvenes. Aquí radica el gran reto de los verdaderos líderes y dirigentes: Alfabetizar o educar políticamente a las bases sociales. Pero para ello primero, líderes y dirigentes tienen que auto-alfabetizarse políticamente, en lugar de contribuir a la despolitización o renegar de la política, ser transparente en sus actos, al no mentirle al pueblo, ni tampoco ocultarle nada. Tal es el rol de dirigentes y líderes, especialmente de todos aquellos que alegan ser de izquierda, rol que tal tendencia política nunca lo cumplió, más prefirió ser el furgón de cola de las agrupaciones políticas de derecha, para ocupar alguna curul en el Congreso o simplemente “triunfar” en una que otra campaña electoral en algún punto geográfico de nuestro país.        

En este contexto, la preocupación, desconfianza y temor del pueblo se incrementa de manera exponencial toda vez que se avecinan elecciones y observa que no existe ningún candidato que encarne sus intereses, ningún candidato y luego autoridad que se ponga al lado de él en sus protestas sociales. Hoy mucho más todavía, porque, además, se suma otro hecho: la corrupción, que también se ha generalizado e intensificado de manera alarmante. Vemos, sentimos, escuchamos mediáticamente hechos y procesos de corrupción hasta en los más altos niveles oficiales. Prueba palpable de esto es que los tres últimos Presidentes de la república y sus más cercanos colaboradores están siendo procesados por delitos de corrupción y uno de ellos ya está en la cárcel. Sin duda, creo que sólo en Perú se ha llegado a este nivel de corrupción donde tres ex presidentes estén involucrados en delitos de esta naturaleza y, nadie puede asegurar que el actual mandatario y el próximo que puede venir el 2016 no se sumen a la legión de ex Presidentes corruptos; por lo pronto el actual ya se a unido a la legión de los mentirosos y traicioneros.

Obviamente, esta realidad, en la que casi toda la clase política (incluido aquellos que se definen como independientes) ha sido teñida o salpicada por la corrupción, lo cual ha elevado en el pueblo, su nivel de desconfianza de tal forma que hoy difícilmente puede creer o confiar que tal o cual candidato y luego cuando salga elegido tal o cual autoridad, se pondrá a su lado para defender sus intereses y no le robará su dinero. En este sentido, las ofertas o alternativas que se le presentan al pueblo son muy escasas, no obstante de los 30 ó cuarenta que se presentan tanto para el gobierno local como para el gobierno regional uno de ellos tiene necesariamente que salir elegido. Es como alguien indicaba que “de los únicos 10 ó 15 corruptos que se ofertan como candidatos uno de ellos tiene que salir elegido”, apelando a ese criterio que lamentablemente ya se ha hecho popular: “elegir al mal menor”; no preguntándose “si tal o cual candidato robará; sino, cual de ellos robará menos que el otro”.

Ante este negro panorama político electoral que se avecina, no queda otra alternativa que LA ORGANIZACIÓN Y LA UNIDAD DEL PUEBLO, desde ahora. Un pueblo organizado y unido es invencible, puede ejercer presión social, vía la lucha directa de masas, vale decir a través de la lucha en las calles y hacer retroceder a cualquier gobernante en la aplicación de políticas antipopulares. Por ello, los grupos de poder económico, las transnacionales y los gobernantes antipopulares a lo único que le temen y que les pone nerviosos y los pelos de punta es a la organización y unidad del pueblo, porque un pueblo unido jamás ha sido es y será vencido. De allí que la mayor preocupación de los gobernantes y de todos quienes se convierten en enemigos del pueblo es como dividir o dispersar a éste, ya que un pueblo dividido, disperso y además con organizaciones débiles es un “un león eternamente dormido” que aunque le pisen la cola no reacciona. Sembrar la división en el seno del pueblo es su mayor objetivo de los antipopulares, el mismo que una vez alcanzado constituye su mayor triunfo. ¡Cuando los enemigos del pueblo logran su objetivo divisionista los anaqueles repletos de whisky, vino y champagne, son vaciados!! ¡Y, para lograr tal división son capaces de infiltrar a sus agentes hasta en la sopa!! En fin, el transcurrir del tiempo y el devenir histórico darán o no la razón a este breve comentario, escrito a solicitud de muchos amigos y colegas, a propósito del próximo escenario electoral cajamarquino.