Por sociólogo: Avelino Zamora Lingán //// Escrito:
5 de abril del 2013
Después de la invasión a Irak y Kuwait, entre otros
países, por parte de Estados Unidos, y sólo durante el siglo XX, no cabe duda
que la población mundial, no los Estados ni gobiernos, debe estar más incrédula
y desconfiada ante las versiones que se viene dando en estos últimos días en
cuanto a la situación en Corea del Norte. En efecto, los instrumentos
mediáticos occidentales, que ya sabemos a qué lado se ubican, menos al lado de
los pueblos, obviamente; y que están acostumbrados a manipular la conciencia de
los pueblos, vienen, no se sabe, si “informando”
o “desinformando” sobre una eventual o inminente “guerra nuclear”, según su
óptica lacaya, “declarada”, por la aludida nación asiática.
Corea del Norte, cuyo nombre oficial es República Democrática Popular de
Corea, está situada al noreste del continente asiático; tiene apenas 120,538
Km2, es decir su extensión territorial es 10 veces más pequeño que la
de Perú, que tiene 1’285,216 Km2. Corea del Norte tiene una
población total, al 2008, de 23, 479,089 habitantes; su tasa de alfabetización adulta
es de 99 %, lo cual significa que sólo el 1 % de la población estaría en
condición de iletrada. La salud es gratuita y todos los ciudadanos coreanos tienen
derecho a recibir beneficios por discapacidad y subsidios de pensiones; su
capital es Pyongyang, que tiene poco más de 3 millones de habitantes. Con el
establecimiento de la República Democrática popular en 1948, a través del Partido
de los Trabajadores, se nacionalizó la agricultura, la industria metalúrgica,
la industria pesquera, entre otros sectores grandes económicos, llegando a
significativos avances en su desarrollo. Así como el Perú, Corea tiene un envidiable
potencial en recursos naturales, entre ellos, minerales, destacando el hierro,
carbón, oro, plata, cobre, Zing, etc. Pero su mayor potencial económico radica
en el recurso hidro-eléctrico, el cual representa el 56.20 % de la producción
eléctrica anual, lo cual le permite que casi todos los pueblos de Corea del
Norte disfruten de energía eléctrica. Al contrario de lo que sucede en Perú, donde
los recursos naturales sirven más para beneficio de las trasnacionales, que
para los propios peruanos y donde la agricultura, especialmente la serrana,
sería una de las más atrasadas del mundo.
Todos sabemos que Estados Unidos y toda la orbita
occidental, a través de sus instrumentos mediáticos preparan, primero a la
opinión publica mundial con una sarta de mentiras y psico-sociales sobre las
condiciones del país al cual quieren atacarlo. El caso de la invasión a Irak en
el 2003, es ilustrativo al respecto: en ese entonces las conciencias de los
pueblos eran manipuladas con los argumentos de Bush, quien decía: “Irak, es una
gran amenaza para el mundo libre, porque tiene armas químicas y biológicas de
destrucción masiva”; “Sí, Sadán Husein es un dictador, que mata de hambre a su
pueblo”, repetían en coro, sus seguidores y sus aliados; al mismo tiempo
sostenían “Irak es un pueblo muy pobre, con tasas de analfabetismo y mortalidad
infantil muy altas”, etc., etc. Con el transcurrir del tiempo, tales argumentos
resultaron falaces o mentirosos, porque ninguno de ellos eran ciertos, sobre
todo el de las armas químicas y biológicas, porque cuando, los propios
comisionados de la ONU las buscaron por todas partes, no encontraron “ni huellas” de dicho arsenal
armamentista. En el fondo, detrás de tales argumentos el objetivo fundamental
(pero oculto) del Tío Sam, era establecer en Irak gobernantes títeres para proteger
y fortalecer sus enormes intereses económicos, basados en el recurso del
petróleo.
Hoy, a 10 años de la invasión a Irak, nuevamente
volvemos a oír similares argumentos provenientes de analistas internacionales,
politólogos, ideólogos, etc. y a través de los instrumentos mediáticos. Esta
vez, en referencia a Corea del Norte. Ejemplo: “Corea del Norte es una país
pobre”, “En Corea existe una dinastía, el poder se viene transfiriendo de
padres a hijos”, “Kim Jong Um es dictador comunista”, “Corea tiene armas
nucleares”, “Corea tiene misiles”, “Corea va lanzar la guerra relámpago”,
“Corea es un peligro para la paz mundial”, “Corea tiene un ejército, que es
segundo más poderoso del mundo”, “Corea amenaza al mundo”. etc. etc. Es decir, el primer paso para
invadir Corea está en marcha: preparar, en un plazo más o menos corto, a la
opinión pública mundial, favorable a dicho objetivo por parte de los Estados
Unidos, haciendo creer que “aquí todo el planeta es víctima, incluido Estados
Unidos, de un pequeño país llamado Corea del Norte, el cual nos va atacar con
armas nucleares, en cualquier momento, aunque ya fijaron fecha de un inminente
ataque, para el 15 de abril.
Ahora bien. Para nadie debe ser un secreto que una vez
caída la Unión Soviética y el muro de Berlín, se acabó la “guerra fría” (guerra
ideológico-política), desapareció el bloque socialista y el equilibrio
estratégico y la división de poderes en dos bloques (bloque socialista y bloque
capitalista) Hoy, el mundo está uni-polarizado, solo ha quedado el bloque
capitalista, encabezado por Estados Unidos. Esta situación, probablemente ha
impulsa al país del norte a desarrollar un alto complejo paternal y de gendarme
mundial, así como a considerarse el mesías o el salvador de todas las naciones.
Quizá porque en el imaginario popular se ha construido la idea en cuanto a que
es el país más desarrollado, rico y poderoso del planeta.
¿Desarrollado? Existen serias dudas que Estados Unidos
sea el país más desarrollado, tal vez industrializado, pero no desarrollado.
¿Rico?, Tal vez porque existen ciertos sectores sociales gringos, reducidos,
que son extremadamente ricos, a costillas de mantener a grandes sectores
sociales sumidos en la pobreza y extrema pobreza, tal y como sucede en nuestro
Perú, o en cualquier otro país de América Latina o África. Pero más aún “rico”
a costillas del resto de pobres del mundo, ya que la riqueza de los países
llamados “subdesarrollados” o pobres” van a parar a los grandes bolsillos y
cuentas bancarias de los agentes económicos norteamericanos y, además, porque a
los pobres del mundo, incluido los del Perú, se les quita el pan de la boca para pagar parte de
los intereses de la deuda
externa (de la cual hoy nadie habla), que van a parar a las arcas del
Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial; es “rico” porque teniendo
importante potencial de recursos mineros o petroleros, no los explota porque
más barato les resulta saquear los recursos de otros países, a través de sus
transnacionales, aunque sea al costo de envenenar aguas y de destruir colchones
acuíferos; de aplicar con los trabajadores la política del “cholo barato” y de
corromper conciencias. ¿Poderoso? Claro que si. Pero su poderío se sustenta no
tanto en tecnología, industria, desarrollo de la ciencia, de la medicina, de la
cultura, etc. sino más bien en el desarrollo de la industria armamentista
militar; en su capacidad para andar viajando y explorando la luna; colocar
satélites en el espacio y con ellos cumplir el rol de “espía espacial” en
contra del planeta tierra; y, además, para generar un enorme psico-social a
través de una ficción como la guerra de las galaxias, la guerra de los clones,
etc. etc. ¿Sabían ustedes que, según muchos analistas económicos, Estados Unidos tiene una enorme deuda? En
efecto, esa enorme deuda no lo tiene con ningún país o no es que Estados Unidos
le deba al Perú o a Bolivia; esa deuda lo tiene consigo mismo; es decir, el
Estado norteamericano le debe a la banca privada de su propio país (aunque
muchos dicen que es al revés, que la Banca privada le debe al Estado); lo cierto es que esa deuda que suma miles de
millones de dólares, son utilizados precisamente, en la “aventura de las
galaxias” y sus aventuras guerreristas, llevadas a cabo a lo largo y ancho del
planeta tierra. En este contexto, el guerrerista, la nación amenaza para la paz
mundial y quien probablemente tenga armas nucleares, biológicas, químicas,
etc., etc., no sean otras naciones como Corea del Norte, Irak; Palestina, Cuba,
Siria, Afganistán, Perú. Bolivia, etc. etc., tal vez la verdadera amenaza para
el mundo lo constituye el mismo Estados Unidos.
Finalmente, las preguntas que los pueblos del mundo le
harían a Estados Unidos es ¿porqué le interesa tanto tener gran cantidad de
bases militares en muchos países? ¿Acaso esto no significa estar aplicando una
política de provocación permanente, ¿Acaso ese hecho no significa el desarrollo
de una política internacional guerrerista? Se comenta que casi en todos los
países, que se han sometido a sus intereses o que funcionan bajo el sistema capitalista
neoliberal, los Estados Unidos tienen bases militares. Por ejemplo en Colombia
tendría más de 7 bases militares; en
Perú, tiene bases militares, aunque no se sabe cuantas, pero, sin duda, existen. Y, según fuentes
fidedignas, en Corea del Sur, país de régimen capitalista, vecino muy cercano de
Corea del Norte, además aliado estratégico de Estados Unidos, éste mantiene desde
hace mucho tiempo varias bases militares y más de 40,000 soldados norteamericanos,
con las cuales obviamente ha venido desarrollado una política de hostigamiento
y provocación continua contra Corea del Norte, país socialista que no ha sido sometido
al régimen de saqueo capitalista. Por ello, con el mayor descaro y cinismo
Estados Unidos ha declarado que defenderán a su aliado que es Corea del Sur.
Cabe indicar que donde existen gobiernos con vocación de títere son los que
permiten la instalación de bases militares norteamericanas y desde allí, bajo
el pretexto de combatir al terrorismo, se dedican a hostigar a naciones que no
le rinden culto ni lanzan loas y alabanzas al capitalismo salvaje. En este
sentido, aquí en América, Colombia y Perú, se llevan el premio; Israel, en el
medio Oriente; Corea del Sur, en Asia e Inglaterra en Europa, por citar sólo
algunos ejemplos; son los nominados a ganar el campeonato de la indignidad y
anti-soberanía.
Por último, ya que para Estados Unidos,
conceptos como los de “libre determinación de los pueblos”, “soberanía”, “dignidad”,
“nación”, etc., han sido tirados al tacho de la historia, a los pueblos del
mundo, no les queda otra alternativa que UNIRSE Y RESISTIR. La idea interesada
y cómoda para un país con tendencias imperialistas y neocolonialistas, respecto
a que en este siglo y en tiempos de globalización las fronteras, al igual que
las ideologías (que no sean del capitalismo, por supuesto) deben desaparecer,
tienen que ser rechazadas por los pueblos si es que no quieren verse
convertidos en neo colonias del imperio norteamericano, tal como ya lo estamos
observando aquí en nuestro país. En
esta perspectiva, debemos ser conscientes que aquí ningún país, menos Estados
Unidos, va llegar como enviado de dios o como el Mesías, a “liberarnos”,
“desarrollarnos” o “sacarnos de la pobreza”, nosotros mismos, los pueblos
tenemos que ser nuestros propios libertadores, nuestros propios agentes de
desarrollo. Y, de otro lado, probablemente, de
concretarse la estrategia guerrerista contra Corea del Norte, quien más
sufriría es el pueblo, los niños, ancianos, mujeres, los pobres, porque
seguramente Estados Unidos los aplastaría, con todo el arsenal armamentista que
posee; y lo peor que muchas naciones, entre ellas Perú, justificarían tal
genocidio, en nombre de una democracia formal y de una paz mundial, sin justicia
social. En fin, libreto que cada cierto tiempo sale a relucir: Ayer fue para
invadir Irak, hoy nuevamente se esgrime para invadir Corea del Norte y quien
podría dudar que mañana sea
para invadir Perú, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, o cualquier otra nación
que no se someta al pensamiento
guía del capitalismo neoliberal globalizado, o mejor dicho del
pensamiento imperialis
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