Ahora bien ¿cuáles son los temas de fondo que nos presenta la lectura de este informe? Uno primero es que se confirma que estamos inmersos en el escenario del fin del súper ciclo de precios de las materias primas y de los crecientes flujos de inversión. Además, al hablar de la caída de los flujos de la inversión, también debemos hacer referencia al hecho que las fuentes de financiamiento para un sector como el minero se han reducido drásticamente, los agentes se mueven con estrategias sumamente conservadoras y al mismo tiempo el costo del financiamiento se ha encarecido. En suma, el financiamiento para la minería ha comenzado a escasear y se ha vuelto más costoso, un dato que es corroborado por el informe del SNL Metals & Mining.
¿Cuánto puede durar la caída? Todo indica que no estamos en un escenario parecido al del período 2008-2009, en que la crisis financiera internacional produjo una drástica caída (ver gráfico) pero que en menos de un año ya se había revertido. Parece ser que habríamos entrado a un escenario en el que la reducción de los flujos de inversión se explica por el lado de los fundamentos del propio sector minero a nivel global y que podría tener similitudes a lo que pasó en el periodo 1998-2002, luego de la crisis rusa y asiática. Por lo tanto, la caída podría continuar algunos años más.
De hecho, la caída en la exploración minera se arrastra desde el segundo semestre del año 2012 y ha afectado de manera considerable a los principales países mineros. En el siguiente cuadro se observa, por ejemplo, que Canadá redujo su inversión en exploración entre el 2012 y 2014 en -57%, Australia en -51%, Estados Unidos en -56%, México en -45% y Perú en -46%. Se confirma que la caída abrupta afecta a todos los países.
En medio de la tendencia de la caída de los presupuestos de inversión, los datos muestran que América Latina sigue siendo el principal destino de las inversiones en exploración minera y cuatro países (México, Chile, Perú y Brasil) se mantienen en el top ten y concentran algo más del 80% de la inversión en la región.
¿Y qué pasa con el Perú? Lo primero que hay que subrayar es que el Perú mantiene la participación de algo más del 5% que registró el año pasado (con un ligero incremento de 0.2%), se ubica en séptimo lugar a nivel mundial y en el tercero a nivel de América Latina, con una participación regional del 20%.
La caída de la inversión en exploración minera en el Perú ha sido sostenida durante los últimos cuatro años. Como se observa en el gráfico siguiente, la participación de la exploración ha retrocedido de un 15% en el 2010, a solo un 7.2% de las inversiones totales durante el 2014.
Durante el 2014, la inversión minera total en el Perú alcanzó la cifra US$ 8,643’205,654 millones, lo que representa una caída de 11.1% respecto a la cifra registrada en el 2013. Aun así, la inversión total durante el 2014 ha sido superior a la del año 2011 y 2012 y también supera los niveles alcanzados durante la década pasada.
En el último año la caída de la inversión minera ha afectado a casi todos sus rubros: la inversión en equipamiento minero cayó en 28.3%, exploración en 19.6%, equipamiento de planta en 37.8%; explotación en 12.2%; inversión en infraestructura en 20.4% y preparación minera en 15.4%. Tan solo el rubro “Otros” muestra una tasa positiva de 9.9%.
Algunas conclusiones:
Se ha iniciado una etapa de descenso de las inversiones mineras a nivel global. Uno de los indicadores más sensibles, el de las inversiones en exploración, ha caído por segundo año consecutivo, algo que no ocurría desde hace más de una década.
Como consecuencia, los presupuestos de inversiones están cayendo, casi sin excepción, en todos los países y en todas las regiones del mundo. Todo indica que esta situación podría continuar en los próximos años, en la medida que los riesgos de deflación en la zona euro y en el Japón se mantienen, la desaceleración de China es mayor a la prevista, y existe la posibilidad de un ajuste desordenado en los mercados financieros. Por el lado de la oferta, el aumento de la producción de algunos minerales de base podría crear excedentes que seguirán presionando los precios a la baja.
Pese a que el Perú mantiene una participación de algo más del 5% de las inversiones globales en exploración, lo cierto es que la participación de este rubro en las inversiones totales en minería ha caído en los últimos cuatro años. Lo mismo ocurre con otros rubros de inversión minera, como los equipamientos de planta y mineros, explotación, infraestructura, etc.
Aunque en el debate nacional se busca asociar la caída de las inversiones mineras a determinadas políticas internas (por ejemplo, las ambientales, sociales o tributarias), lo cierto es que la explicación central vendría de fuera y es una realidad que el Perú comparte hoy en día con la totalidad de países que han vivido el auge minero de los últimos años. Por el contrario, la tarea pendiente sigue siendo cómo generar los equilibrios económicos, sociales, ambientales, para que el país pueda apostar por un modelo de extracción más sensato que evite los escenarios de conflictos y la afectación de derechos.