miércoles, marzo 22, 2017

LLEGÓ EL “KATRINA” AL PERÚ



Comentario escrito en honor a la “mujer de barro”, llamada Evangelina Guerrero, quien, al igual que el zombi, de las películas de terror, que sale de algún cementerio, cubierto de lodo; ella, también, emergió del caudaloso huayco, cubierta de barro, demostrando, con ello, a todo el pueblo peruano, que no es precisamente una “mujer de barro”, sino todo lo contrario, es una mujer con coraje, valentía y con una voluntad de acero.       
Sociólogo: Avelino Zamora Lingán

Cuando el Huracán Katrina producido en agosto del 2005, genera una gran devastación en Nueva Orleans- Estados Unidos, los neoliberales, encabezados por Milton Friedman no vieron la tragedia y sus consecuencias; lo que vieron fue más bien una estupenda oportunidad para hacer grandes negocios y por encima de todo, el momento oportuno para que el Sr. Milton Friedman aplique las recetas del neoliberalismo, como la privatización de los servicios públicos, entre éstos de la educación. Tal es así que, en lugar de implementar un programa de reconstrucción de los centros educativos públicos, devastados por el huracán, vieron mucho más rentable otorgar bonos educativos a cada uno de los padres de familia para enviar a sus hijos a centros educativos privados, en cualquier espacio del país norteamericano, los mismos que también fueron beneficiados con exoneración de impuestos. En apariencia, tal medida fue implementada de manera provisional; pero, el objetivo de fondo era la privatización de la educación y de otros servicios públicos, luego de venir haciéndolo en varias naciones de América Latina desde la década del 70 del siglo pasado, aprovechando las crisis sociales, generando deliberadamente éstas y, obviamente los llamados desastres “naturales”. En resumen, El Katrina, fenómeno destructivo “natural”, fue utilizado, entonces, como palanca para aplicar, en poco tiempo, las recetas neoliberales, a través de grandes negocios privados, pese a que costó el despido de más de 4,500 docentes en menos de dos años, medida radical que en circunstancias normales hubiese sido imposible de aplicar.
En el Perú, ciertamente no se ha producido ningún huracán, en algún punto determinado del territorio, pero en cambio se está produciendo desastres “naturales” en la mayor parte del territorio peruano. Tales desastres se expresan en huaycos que consiste en deslizamientos de enormes cantidades de lodo acompañado con grandes rocas, vegetación, cultivos, animales, etc., al igual que desbordes del agua de los ríos y quebradas. Las consecuencias de tales desastres “naturales” son sociales, puesto que arrasa con cultivos, viviendas ribereñas y animales domésticos, lo cual afecta significativamente la economía familiar. Antes de proseguir con el presente comentario, precisa aclarar la razón por la cual ponemos entre comillas la palabra “natural” o “naturales”.
En efecto, es generalizado llamar a aquellos desastres, producidos en apariencia, sin la intervención o influencia humana, “natural” o “naturales”, con lo cual los humanos intentan evadir la responsabilidad que pueden tener en la generación de desastres como terremotos, huracanes, huaycos, desbordes de ríos y quebradas, exceso de lluvias o exceso de sequías, incendios, etc., etc. Como quien dice, los humanos queremos zafar cuerpo de la cuota de responsabilidad que tenemos en los fenómenos o desastres que actualmente está azotando no sólo a Perú sino a todo el planeta. Esa gran responsabilidad que el hombre tiene ahora en lo que sucede en todo el mundo y lo peor que sucederá a medida que transcurra el tiempo se sintetiza en dos grandes palabras, que asusta a todo el mundo: CALENTAMIENTO GLOBAL. Asimismo, las acciones y las causas sociales o consecuencias sociales que han generado el proceso de calentamiento global también se sintetiza en otras dos palabras: CAPITALISMO SALVAJE, el mismo que se presenta como neoliberalismo o libre mercado. El capitalismo salvaje y su modelo de libre mercado, en lugar de generar desarrollo social equitativo, inclusivo, humano; lo que viene generando es depredación de la naturaleza, expresado en destrucción de fuentes de agua, contaminación de las mismas, desertificación de los bosques selváticos, serranos, etc. de tal manera que los cerros y, en general, la geografía empinada del territorio, queda vulnerable o expuesta ante las fuertes lluvias, cuya consecuencia o respuesta obviamente son los deslizamientos de enormes trozos de suelos, los huaycos, las crecidas de los ríos y quebradas y finalmente los desbordes de los mismos, que ahora ha puesto los pelos de punta a toda la población peruana. Resumiendo, los desastres, especialmente los haycos, no tienen nada de “naturales”; más aún, en estos últimos tiempos donde el capitalismo se ha vuelto mucho más salvaje; éstos más bien constituyen respuestas a la depredación que el hombre, impulsado por su ambición al dinero, viene generando. Por ello, de alguna manera, razón tienen los neoliberales cuando llaman  “furia de la naturaleza” a los desastres y sus consecuencias. ¡Pero, claro, como no va a estar furiosa la naturaleza, cuando el Hombre permanentemente ataca, dinamita, despoja de su ropaje verde (vale decir de los bosques), en ese afán de extraerle los recursos que ella encierra en sus entrañas y, a cambio no recibe nada que pueda aprovechar!!
Ahora, bien. El “Katrina” llegó al Perú y los neoliberales, entre ellos los corruptos de alto vuelo,  están de plácemes; y, además, ocupadísimos analizando y planificando para sacar el máximo provecho de la tragedia que vive el Perú. Porque, fieles a su lógica de pensamiento ellos nunca ven el vaso medio vacío, sino siempre lo ven al vaso medio lleno. Dicho en otra palabras, a la desgracia, a la tragedia, a los desastres y al dolor humano que éstos fenómenos causan, hay que sacarle provecho sea económico o político. Por lo pronto ya lo están haciendo, sobre todo en el sector transporte, que es precisamente el que mayor demanda tiene en estos días. Así un pasaje en cierta línea aérea, que no es peruana, ahora llamada LATAN, de Piura a Lima por ejemplo, puede costarle a Ud. amigo, común y mortal, la exorbitante suma de hasta 500 dólares. Las empresas de transporte terrestre no se quedan atrás, aprovechándose del dolor ajeno, tal es así que pasajes de 5; 15; ó 30 nuevos soles;  ahora le puede costar 15; 70; 120 ó 150 nuevos soles respectivamente. ¡Viva el libre mercado, vivan los desastres “naturales. Ojalá se sigan dando para continuar con el asalto a los bolsillos del pueblo!! Los supermercados chilenos, haciendo su agosto en marzo, elevando precios o acaparando productos como el agua mineral, entre otros de primera necesidad. Hasta los pequeños comerciantes lucran excesivamente con la tragedia. ¡Un tomate o una manzana, que no llega a los 30 gramos de peso lo venden a un sol! ¿Culpable?: los costos de transporte. Pero, en realidad, el verdadero culpable es el sacrosanto libre mercado. Si las lluvias continúan, entonces los desbordes y los huaycos también, las desgracias humanas se agravarán y será el caos total, expresado en especulaciones, precios de los productos de primera necesidad inalcanzables y muchos de ellos escasos o de manera natural o de manera artificial; pero la idea es crear caos, crisis social, desesperación, porque, precisamente estas condiciones anómalas son el abono, el caldo de cultivo, el nutriente del neoliberalismo y del capitalismo salvaje. Aquí se cumple a cabalidad ese dicho popular: “A rio revuelto ganancia de pescadores”. Pero aquí habría que parafrasear un tantito y decir: ¡A más desbordes y huaycos, ganancia de neoliberales!!   
A propósito de corruptos de “alto vuelo”, los huaycos y los desbordes se constituyeron en su gran aliado, en su gran cortina de humo, puesto que de concentrados que estaban el pueblo peruano y los instrumentos mediáticos en la mega corrupción de ODEBRECHT, se desvió tal concentración, primero hacia la “ideología de género”, lo cual que quedó empequeñecido frente al tema de los huaycos y desbordes, el cual concentra hoy la atención de todo el pueblo peruano y ni que decir de los instrumentos mediáticos, que seguramente no veían la hora porque surja un gran tema para desviar la atención del público. Pero quienes estarían mucho más felices y contentos son los corruptos de alto vuelo como Toledo (el sentenciado, pero no “ubicado), Ollanta Humala, Alan García y por supuesto los fujimoristas y sus respectivos cómplices. Estos últimos, vale decir los fujimoristas, expertos en hacer sus shows en el Congreso, aprovechando su mayoría,  cuando en un momento votan en contra de la investigación a los curas pedófilos del Sodalicio, luego la jefa Keiko les enmienda la plana, como quien diciendo “yo soy la jefa”, “yo mando aquí, y los conmino a que de todas maneras voten por la investigación”; o negándose a interpelar a Vizcarra en un momento; y, en otro, votando por la interpelación, etc., etc. Todo esto para aparecer como una fuerte “oposición” al gobierno de PPK, aparecer, también, como los adalides de la moral, y como los abanderados de la lucha contra la corrupción. Pero, sobre todo, haciendo campaña política, de manera muy sistemática y subliminal desde el Congreso con miras al 2021. ¡Cálculo político puro!! ¡Los matemáticos les quedan pequeños a los fujimoristas, y en general a todos los políticos criollos y corruptos!! ¿Excepciones? Seguramente las hay; pero tendremos que buscarlo con una linterna encendida a plena luz del sol, como lo hacía Diógenes en época de los griegos, para encontrar una persona honesta para gobernar Grecia.
       Escrito: marzo, mes de los huaycos en el Perú, del 2017

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