Comentario escrito en honor a la “mujer de barro”,
llamada Evangelina Guerrero, quien, al igual que el zombi, de las películas de
terror, que sale de algún cementerio, cubierto de lodo; ella, también, emergió del
caudaloso huayco, cubierta de barro, demostrando, con ello, a todo el pueblo
peruano, que no es precisamente una “mujer de barro”, sino todo lo contrario,
es una mujer con coraje, valentía y con una voluntad de acero.
Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Cuando el Huracán
Katrina producido en agosto del 2005, genera una gran devastación en Nueva
Orleans- Estados Unidos, los neoliberales, encabezados por Milton Friedman no
vieron la tragedia y sus consecuencias; lo que vieron fue más bien una
estupenda oportunidad para hacer grandes negocios y por encima de todo, el
momento oportuno para que el Sr. Milton Friedman aplique las recetas del
neoliberalismo, como la privatización de los servicios públicos, entre éstos de
la educación. Tal es así que, en lugar de implementar un programa de
reconstrucción de los centros educativos públicos, devastados por el huracán, vieron
mucho más rentable otorgar bonos educativos a cada uno de los padres de familia
para enviar a sus hijos a centros educativos privados, en cualquier espacio del
país norteamericano, los mismos que también fueron beneficiados con exoneración
de impuestos. En apariencia, tal medida fue implementada de manera provisional;
pero, el objetivo de fondo era la privatización de la educación y de otros
servicios públicos, luego de venir haciéndolo en varias naciones de América
Latina desde la década del 70 del siglo pasado, aprovechando las crisis
sociales, generando deliberadamente éstas y, obviamente los llamados desastres
“naturales”. En resumen, El Katrina, fenómeno destructivo “natural”, fue
utilizado, entonces, como palanca para aplicar, en poco tiempo, las recetas
neoliberales, a través de grandes negocios privados, pese a que costó el
despido de más de 4,500 docentes en menos de dos años, medida radical que en
circunstancias normales hubiese sido imposible de aplicar.
En el Perú,
ciertamente no se ha producido ningún huracán, en algún punto determinado del
territorio, pero en cambio se está produciendo desastres “naturales” en la
mayor parte del territorio peruano. Tales desastres se expresan en huaycos que
consiste en deslizamientos de enormes cantidades de lodo acompañado con grandes
rocas, vegetación, cultivos, animales, etc., al igual que desbordes del agua de
los ríos y quebradas. Las consecuencias de tales desastres “naturales” son
sociales, puesto que arrasa con cultivos, viviendas ribereñas y animales
domésticos, lo cual afecta significativamente la economía familiar. Antes de
proseguir con el presente comentario, precisa aclarar la razón por la cual
ponemos entre comillas la palabra “natural” o “naturales”.
En efecto, es
generalizado llamar a aquellos desastres, producidos en apariencia, sin la
intervención o influencia humana, “natural” o “naturales”, con lo cual los
humanos intentan evadir la responsabilidad que pueden tener en la generación de
desastres como terremotos, huracanes, huaycos, desbordes de ríos y quebradas,
exceso de lluvias o exceso de sequías, incendios, etc., etc. Como quien dice, los
humanos queremos zafar cuerpo de la cuota de responsabilidad que tenemos en los
fenómenos o desastres que actualmente está azotando no sólo a Perú sino a todo
el planeta. Esa gran responsabilidad que el hombre tiene ahora en lo que sucede
en todo el mundo y lo peor que sucederá a medida que transcurra el tiempo se
sintetiza en dos grandes palabras, que asusta a todo el mundo: CALENTAMIENTO
GLOBAL. Asimismo, las acciones y las causas sociales o consecuencias sociales
que han generado el proceso de calentamiento global también se sintetiza en
otras dos palabras: CAPITALISMO SALVAJE, el mismo que se presenta como
neoliberalismo o libre mercado. El capitalismo salvaje y su modelo de libre
mercado, en lugar de generar desarrollo social equitativo, inclusivo, humano;
lo que viene generando es depredación de la naturaleza, expresado en
destrucción de fuentes de agua, contaminación de las mismas, desertificación de
los bosques selváticos, serranos, etc. de tal manera que los cerros y, en
general, la geografía empinada del territorio, queda vulnerable o expuesta ante
las fuertes lluvias, cuya consecuencia o respuesta obviamente son los
deslizamientos de enormes trozos de suelos, los huaycos, las crecidas de los
ríos y quebradas y finalmente los desbordes de los mismos, que ahora ha puesto los
pelos de punta a toda la población peruana. Resumiendo, los desastres,
especialmente los haycos, no tienen nada de “naturales”; más aún, en estos
últimos tiempos donde el capitalismo se ha vuelto mucho más salvaje; éstos más
bien constituyen respuestas a la depredación que el hombre, impulsado por su
ambición al dinero, viene generando. Por ello, de alguna manera, razón tienen
los neoliberales cuando llaman “furia de
la naturaleza” a los desastres y sus consecuencias. ¡Pero, claro, como no va a
estar furiosa la naturaleza, cuando el Hombre permanentemente ataca, dinamita,
despoja de su ropaje verde (vale decir de los bosques), en ese afán de extraerle
los recursos que ella encierra en sus entrañas y, a cambio no recibe nada que
pueda aprovechar!!
Ahora, bien. El
“Katrina” llegó al Perú y los neoliberales, entre ellos los corruptos de alto
vuelo, están de plácemes; y, además,
ocupadísimos analizando y planificando para sacar el máximo provecho de la tragedia
que vive el Perú. Porque, fieles a su lógica de pensamiento ellos nunca ven el
vaso medio vacío, sino siempre lo ven al vaso medio lleno. Dicho en otra
palabras, a la desgracia, a la tragedia, a los desastres y al dolor humano que
éstos fenómenos causan, hay que sacarle provecho sea económico o político. Por
lo pronto ya lo están haciendo, sobre todo en el sector transporte, que es
precisamente el que mayor demanda tiene en estos días. Así un pasaje en cierta
línea aérea, que no es peruana, ahora llamada LATAN, de Piura a Lima por
ejemplo, puede costarle a Ud. amigo, común y mortal, la exorbitante suma de
hasta 500 dólares. Las empresas de transporte terrestre no se quedan atrás,
aprovechándose del dolor ajeno, tal es así que pasajes de 5; 15; ó 30 nuevos
soles; ahora le puede costar 15; 70; 120
ó 150 nuevos soles respectivamente. ¡Viva el libre mercado, vivan los desastres
“naturales. Ojalá se sigan dando para continuar con el asalto a los bolsillos
del pueblo!! Los supermercados chilenos, haciendo su agosto en marzo, elevando
precios o acaparando productos como el agua mineral, entre otros de primera
necesidad. Hasta los pequeños comerciantes lucran excesivamente con la
tragedia. ¡Un tomate o una manzana, que no llega a los 30 gramos de peso lo
venden a un sol! ¿Culpable?: los costos de transporte. Pero, en realidad, el
verdadero culpable es el sacrosanto libre mercado. Si las lluvias continúan,
entonces los desbordes y los huaycos también, las desgracias humanas se
agravarán y será el caos total, expresado en especulaciones, precios de los
productos de primera necesidad inalcanzables y muchos de ellos escasos o de
manera natural o de manera artificial; pero la idea es crear caos, crisis
social, desesperación, porque, precisamente estas condiciones anómalas son el
abono, el caldo de cultivo, el nutriente del neoliberalismo y del capitalismo
salvaje. Aquí se cumple a cabalidad ese dicho popular: “A rio revuelto ganancia
de pescadores”. Pero aquí habría que parafrasear un tantito y decir: ¡A más
desbordes y huaycos, ganancia de neoliberales!!
A propósito de
corruptos de “alto vuelo”, los huaycos y los desbordes se constituyeron en su
gran aliado, en su gran cortina de humo, puesto que de concentrados que estaban
el pueblo peruano y los instrumentos mediáticos en la mega corrupción de
ODEBRECHT, se desvió tal concentración, primero hacia la “ideología de género”,
lo cual que quedó empequeñecido frente al tema de los huaycos y desbordes, el
cual concentra hoy la atención de todo el pueblo peruano y ni que decir de los
instrumentos mediáticos, que seguramente no veían la hora porque surja un gran
tema para desviar la atención del público. Pero quienes estarían mucho más
felices y contentos son los corruptos de alto vuelo como Toledo (el
sentenciado, pero no “ubicado), Ollanta Humala, Alan García y por supuesto los
fujimoristas y sus respectivos cómplices. Estos últimos, vale decir los
fujimoristas, expertos en hacer sus shows en el Congreso, aprovechando su
mayoría, cuando en un momento votan en
contra de la investigación a los curas pedófilos del Sodalicio, luego la jefa
Keiko les enmienda la plana, como quien diciendo “yo soy la jefa”, “yo mando
aquí, y los conmino a que de todas maneras voten por la investigación”; o
negándose a interpelar a Vizcarra en un momento; y, en otro, votando por la
interpelación, etc., etc. Todo esto para aparecer como una fuerte “oposición”
al gobierno de PPK, aparecer, también, como los adalides de la moral, y como
los abanderados de la lucha contra la corrupción. Pero, sobre todo, haciendo
campaña política, de manera muy sistemática y subliminal desde el Congreso con
miras al 2021. ¡Cálculo político puro!! ¡Los matemáticos les quedan pequeños a
los fujimoristas, y en general a todos los políticos criollos y corruptos!!
¿Excepciones? Seguramente las hay; pero tendremos que buscarlo con una linterna
encendida a plena luz del sol, como lo hacía Diógenes en época de los griegos,
para encontrar una persona honesta para gobernar Grecia.
Escrito:
marzo, mes de los huaycos en el Perú, del 2017
No hay comentarios.:
Publicar un comentario