miércoles, febrero 21, 2007

EL CONFLICTO DE CHANTA ALTA-CAJAMARCA PERU

Las Cuestiones de Fondo


El día 14 de febrero del 2007 un grupo de aproximadamente sesenta autoridades y
ronderos de cuatro caseríos de Chanta Alta atacó las maquinarias y expulsó por espacio de una hora a trabajadores de Minera Yanacocha de la Calera de China Linda.

Antecedentes: Una Relación de Amor y Odio
A pesar que cientos de familias de Chanta Alta sufren las consecuencias del polvo de las
explosiones, muerte de su ganado e incluso en una ocasión se produjo la contaminación con hidrocarburos de la Laguna de San Antonio de Pachachacas (año 2002), las comunidades de Chanta Alta han sido tradicionalmente aliadas de Minera Yanacocha debido a las promesas de inversión social y algunas ayudas que la minera ha dado a las mismas.
El reciente conflicto muestra que la empresa minera se ha vuelto experta en convertir a sus mejores aliados en sus mejores enemigos. Esta vez, el Centro Poblado Menor (CPM) de Chanta Alta y su Comité Desarrollo constituyen el nuevo núcleo de conflicto social en la zona.

Los Enfrentamientos
El día de miércoles 14 de febrero del 2007, pobladores del CPM de Chanta Alta se
enfrentaron por espacio de una hora con personal de Minera Yanacocha, se supo que tres o cuatro máquinas pesadas y al menos una camioneta habrían sido inutilizadas por efecto de las piedras y palos lanzados por unos sesenta pobladores (Diarios Panorama y El Mercurio 15.02.07)
Las protestas campesinas contra Minera Yanacocha se basan en las promesas incumplidas de ejecución de obras. El alcalde del CPM, Julio Alva y Pedro Acosta, Presidente del Comité de Desarrollo de Chanta Alta informaron al programa de noticias radiales "El Maletero” así como a los diarios El Sol y Panorama en la mañana del jueves (15 y 16.02.07) que están dispuestos a dialogar solo con el Ing. Carlos Santa Cruz, Gerente Latinoamericano de Newmont quien fue el que les hizo promesas de trabajo y de inversión en obras de desarrollo.
Igualmente denunciaron que los funcionarios locales de Yanacocha no han cumplido los
acuerdos firmados en actas y por el contrario han engañado a las autoridades así como
cometido diversos abusos con los pobladores. Señalaron específicamente al Sr. Ricardo
Morel y su equipo de trabajo como los responsables de los incumplimientos y los maltratos. Recuérdese que reclamos similares por promesas incumplidas de la empresa minera fueron el detonante del conflicto de Combayo, el cual sumado a la problemática del agua que no había sido atendido por los funcionarios de Yanacocha terminaron provocando un conflicto de dimensiones violentas que tuvo repercusión nacional pues cobró la vida del líder campesino Isidro Llanos.
El eje de la política de “buena vecindad” de Minera Yanacocha consiste en firmar convenios con las comunidades con la finalidad desconflictivizar zonas críticas y desmovilizar las protestas ciudadanas por reclamos ambientales o sociales, por lo cual, una vez que termina la presión social o la potencial amenaza de conflicto, la empresa suele olvidar e incumplir sus compromisos o busca cambiarlos por otros menos exigentes como ocurrió por ejemplo con el compromiso en la Mesa de Diálogo de Cajamarca por el cual Minera Yanacocha debía implementar el laboratorio independiente de espectofotometrí a (noviembre 2001).

Han pasado cinco años sin que Yanacocha haya cumplido. Otro de los ofrecimientos incumplidos de Yanacocha es el relacionado con la implementació n de medidores Parshal a las juntas de canales de riego (año 2004).
Chanta Alta es una comunidad que se halla en las inmediaciones de la comunidad de
Yanacanchilla Baja, donde Minera Yanacocha pretende realizar el proyecto minero “El
Solitario” que afectaría a más de 200 lagunas que proporcionan agua a los campesinos de San Pablo y a los de Yanacanchilla. El líder campesino Esmundo Becerra fue asesinado en la zona por sicarios (noviembre 2006). El líder Becerra era uno de los mayores opositores al proyecto minero “El Solitario”.

El sicario que lo asesinó fue abatido por la policía (enero 2007), por lo que difícilmente se podrá saber quién ordenó la muerte del líder ambientalista.
En la actualidad, la Empresa Minera Yanacocha tiene al menos siete potenciales conflictos más: San Cirilo, Baños del Inca, Quilish, los Proyectos Yanacocha Este y Oeste, Minas Conga, Proyecto Deborah en la proximidad de Michiquillay y Combayo. Sin duda, el mayor peligro para nuevos proyectos mineros en la región lo constituye la propia Minera Yanacocha cuyas malas prácticas sociales y ambientales han mostrado que la minería puede realmente poner en peligro la cantidad y la calidad de las aguas de las poblaciones de su entorno.

La Cuestión de Fondo: La Debilidad y Ausencia del Estado
En el fondo de este tipo de conflictos, es evidente que la abdicación del Estado a redistribuir riqueza (óbolo voluntario, incumplimiento de la promesa electoral de renegociar conflictos, ausencia de mecanismos de fiscalización social, etc.) y dejar que las empresas sustituyan su rol de promotor de desarrollo, cosa que Yanacocha hasta ahora ha aceptado de buen agrado porque le permitía una política de control social directo de las comunidades, constituirá uno de los principales detonantes de los nuevos conflictos sociales mineros en Cajamarca, cuyo signo más visible es que viejos aliados de Yanacocha están pasando a convertirse en su peor pesadilla.

El Estado debe recuperar su rol promotor de desarrollo, de fiscalizador ambiental y social, garante de seguridad ciudadana y de derechos ciudadanos, de administració n imparcial de justicia y limitador de la omnipresencia y del omnipoder de las empresas mineras.
Con esta debilidad estatal, con empresas con malas prácticas como Yanacocha, permitir la expansión de esta minera que en este momento está solicitando permisos para duplicar el tamaño de su operación solo significará mayor convulsión social en una región tradicionalmente pacífica como siempre ha sido Cajamarca. Es inadmisible que una actividad económica como ésta se haya convertido en la principal fuente de ingobernabilidad y desestabilizació n social en la región. El Estado y la sociedad civil deben intervenir activamente para establecer los mecanismos que frenen la actividad descontrolada y de crecimiento caótico que pretende tener Yanacocha con su nuevo plan de expansión, procediendo a resolver los problemas ambientales y sociales que se han generado a lo largo de sus trece años de operaciones y estableciendo nuevas condiciones que permitan que si se va a promover más minería en la región, ésta se realice con regulaciones y fiscalizaciones ambientales más estrictas (monitoreo independiente, implementación de laboratorio, controles permanentes, etc.) y mejores mecanismos de redistribución de la renta (p.ej. pago de regalías e impuestos a las sobreganancias, mejores condiciones laborales para sus trabajadores, etc.) El conflicto de Chanta Alta no solo muestra que el conflicto es una “oportunidad” para el cambio, sino que si la empresa minera Yanacocha no cambia sus políticas y su torpe personal entonces surgirán más conflictos haciendo que en vez de oportunidades, los conflictos solo sean verdaderas “amenazas” para el desarrollo regional. La sociedad civil, el gobierno central y sobre todo los gobiernos local y regional tienen ante sí estas grandes tareas.

GRUFIDES

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