Sergio Sánchez.
En abril, la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Cajamarca (SEDACAJ) incrementó las tarifas de agua potable hasta en un 15%, esto sumado al IGV hace de este incremento, un monto mucho mayor el que debemos pagar los Cajamarquinos. Según la SUNASS en julio del año pasado hicieron una audiencia pública donde se anunció la necesidad de hacer un incremento. “Este incremento se está haciendo recién a partir de abril. Según SEDACAJ debió haber incrementado 3,4 % los recibos hace dos años, pero hay que recordar que justo hace dos años el actual alcalde mencionó que estos incrementos no se iban a dar. Según la empresa de agua no se ejecutó el incremento y ello ha significado una pérdida para la empresa en el sentido de que los precios han ido aumentando pero no aumentó la tarifa”.
Sólo se puede cobrar el costo de inversión, operación y mantenimiento del servicio y no el recurso hídrico en sí mismo, partiendo de esa premisa y mirando la realidad de nuestra ciudad, SEDACAJ no ha ejecutado obras significativas en ampliación de las redes de distribución de agua y saneamiento ( no tenemos planta de aguas residuales y todo va al rìo directo a los distritos de LLacanora y Jesús), un incremento en el costo del servicio del agua resulta no solo desmedido sino arbitrario.
Hace mucho tiempo se tienen reportes del mal manejo de esta empresa, a la cual le urge una auditoria que le diga en blanco y negro a la población cual es la situación actual de esta importante institución, donde nos hacemos la pregunta si hay incapacidad, inoperancia o corrupción? Está en la quiebra esta empresa y con esta alza salvamos su mal manejo?.
A la empresa le urge la necesidad apremiante de pagar laudos arbitrales perdidos, sentencias judiciales adversas, así como convenios colectivos impuestos por su propio SINDICATO que ven en la institución un feudo privado. En SEDACAJ reina la anarquía, y a lo largo de las gestiones municipales que han venido se han ido aquilatando problemas de dirección y de pugnas de poder de partidarios de diferentes tiendas políticas, que a la fecha hacen de la empresa de todos los Cajamarquinos una entidad ingobernable.
A la fecha no existen condiciones de oferta y demanda que justifiquen el mayor costo y, por ende, el mayor precio del servicio del agua, por otro lado pese a que existe la necesidad de mayor infraestructura para proveer del servicio a la población más pobre y también aquella que permita la adaptación al cambio climático para mantener la provisión del servicio, SEDACAJ, en estas últimas gestiones no ha demostrado eficiencia en la inversión, de construcción de infraestructura que permita una mayor dotación y mejor calidad de agua.
Bajo las condiciones expuestas resulta un atentado a los más pobres que a la fecha cuentan con un suministro intermitente y deficitario.
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