MENSAJE
ESCRITO EN EL AÑO 2030: UN LLAMADO A LA CONCIENCIA
Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Esto
es lo que probablemente ocurrirá en menos de 20 años, si es que ahora no
hacemos nada para defender las poquísimas fuentes de agua que quedan en
Cajamarca y en todo el país. Ser indiferente a las protestas sociales en contra
de proyectos destructivos como el Mega Proyecto Conga, es un suicidio colectivo.
Inicio
mi recorrido
Viajo
imaginariamente al futuro y llego al año 2030. Son las 8 de la mañana, de
pronto salgo a la calle y lo primero que observo son enormes colas para comprar
apenas una jarra de agua, la misma que está siendo vendida por poderosas
empresas dedicadas a este lucrativo negocio
(El agua ha sido privatizada absolutamente)
Militarización
de las fuentes de agua
No es nada
extraño ver numerosos contingentes
de policía y del ejército custodiando a
las cisternas distribuidoras del líquido vital, con el fin de evitar saqueos,
robos y agresiones físicas y verbales. En los lugares donde aún se encuentran
algunas fuentes de agua el panorama militar es muy similar. Pues, éstas son
celosamente custodiadas las 24 horas del día por fuerzas militares y policiales
armados hasta los dientes. (Ya en el año 2012 fueron militarizadas las hermosas
lagunas de Conga)
El costo de la
indiferencia
Obviamente, la curiosidad me impulsa a
preguntar a una ama de casa quien preocupada hace cola ¿A cuánto están
vendiendo el agua? La señora muy ofuscada y a la vez resignada me responde “a
50 soles señor”; y además agrega:
“si usted pierde su agua como consecuencia del tumulto de la gente,
es su problema, ya no le reconocen nada”.
Lucha
contra el calentamiento global
Camino un
poco más allá y me encuentro con una enorme y violenta manifestación de estudiantes
universitarios, secundarios y de institutos superiores, los mismos que me hacen
llegar un volante en el que dice: “Hoy
es un gran día de lucha a favor de la recuperación de la especie humana”,
más abajo en el mismo volante dice: “el calentamiento global, la desaparición
de los recursos naturales entre éstos del agua, ha puesto en grave peligro a la
especie humana, junto con los otros seres vivientes”. “Hoy es el día en que el mundo se ha puesto
en pie de guerra, para evitar la extinción de la humanidad” “Te invocamos a
unirte” “No seas indiferente” “La
indiferencia nos quitó el agua” entre otras consignas más.
Unidad
en la lucha
Un poco más
tarde aparecen interminables columnas de manifestantes, de varias
organizaciones y gremios: Rondas campesinas, SUTEP, numerosos sindicatos,
partidos políticos de izquierda, municipales, grupos ecologistas, etc.,
que avanzan presurosos a unirse a la manifestación universitaria. Las arengas y
slogan
que se escucha son “abajo el calentamiento global”, “nunca más minería”,
“queremos agua”, “abajo el costo del agua”, “el oro se regala, el agua cuesta
plata”, “abajo el neoliberalismo” “no al
libre mercado”. Similar
situación se está viviendo en otras partes de la costa sierra y selva de
nuestro país.
Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, el Ministerio de Salud,
ha desplegado una carpa gigante para atender a las miles de personas que pugnan
por ser atendidas de la diversidad de enfermedades, asociadas a la escasez de
agua y a su contaminación: diarreas, acarosis, parasitosis, gastritis, úlceras,
cáncer, etc. etc. Se comenta que los hospitales y postas médicas han quedado
totalmente insuficientes, por la cantidad de pacientes que diariamente se incrementan de manera alarmante.
¡Saqueos,
violencia hambre!
Al mismo
tiempo, se esparce como pólvora comentarios sobre grupos de personas que han
saqueado tiendas de abarrotes, puestos de comestibles, llevándose cada uno de
ellos arroz, fideos, aceite, harinas, artefactos, bidones y botellas con agua, etc.
No podía ser de otra manera, porque estos productos también están igual o más
caros que el agua; pues a todas luces son productos que ya no están al alcance
de las grandes mayorías
Desaparición
de la agricultura
Más aún,
leche, huevos, papas, ocas, ollucos, trigo cebada, habas, frijoles, y cuanto
producto agropecuario son productos que han quedado solo en fotografías e
imágenes y en la imaginación. Los escasos pobladores que viven en el campo no
siembran porque no hay agua, y los suelos están altamente contaminados; por
ello, tales pobladores batallan por atiborrar las ciudades, en busca de una
oportunidad de trabajo o, en todo caso, ser parte de grupos pandilleros, que
abundan en todas las ciudades.
Contramanifestaciones
Pese a ello, también no es raro
encontrar, como en los viejos tiempos, a pequeños grupos de trabajadores mineros con cascos y
chalecos amarillos y blancos y a “colectivos”
pro-mineros, realizando
contramanifestaciones. Ellos no son
conscientes que,
el planeta está siendo destrozado
y la humanidad, incluido sus familias, al borde de extinguirse, por la
escasez del agua, sin embargo su indiferencia, su
espíritu servil y su individualismo les impulsa a cumplir el rol de contra-manifestantes,
con arengas como estas: “viva el
desarrollo”, “Abajo los antisistema”, “abajo el terrorismo”, “Queremos más minería”,
“viva la inversión privada”, “queremos la paz”, etc., etc.
Sin
autoridades
Y, ¿las
autoridades? Como siempre, indiferentes ante las masivas luchas populares. Sólo unas que otras acompañaban
a los
manifestantes.
Por el contrario se comenta que muchas de ellas han acumulado fortuna, lo suficiente, como para que, ellos y sus familiares, vayan a residir al
extranjero. Aunque
hoy en día se sabe que ni
en el extranjero se puede vivir en paz, ni cómodamente, tal como los “padres de la patria” y los allegados a las transnacionales contaminadoras
soñaron años atrás
¿Fin de la
indiferencia?
Lo interesante y reconfortante es saber que
a diferencia de hace 20 años, en que se veía mucha indiferencia, apatía e
inconciencia, muy parecidos a la estupidez, frente a los problemas relacionados
con el agua, la contaminación y el calentamiento global, incluso se criticaba a
quienes participaban en manifestaciones calificándolos de “ociosos”, “comunistas”,
“revoltosos”, “antisistema”, “ambientalistas radicales”, etc.; hoy, 1,930, la
gran mayoría está uniéndose a las protestas de los pueblos.
¿Un reto imposible?
La tierra, los glaciares, el agua y los recursos naturales se formaron en el
transcurso de millones de años. Por lo tanto su recuperación, en el supuesto
que sea posible, tardará otros tantos millones de años. En fin es el costo que
hay que pagar por el deseo desenfrenado por el oro y por acumular riqueza, en complicidad
con Estados y gobernantes títeres y por la indiferencia de los pueblos.
Todavía estamos a
tiempo de salvar el planeta
Si a partir de este momento, (año 2012), después de haber leído o
escuchado este mensaje, te unieras a las luchas contra el calentamiento global, la destrucción de las fuentes
de agua y la contaminación ambiental, desde el lugar que ocupas y de diversas maneras, formarías parte de la
legión de luchadores sociales y de verdaderos guardianes del nuestro planeta.
Estoy seguro que tus hijos, y los hijos de tus hijos, te lo agradecerán
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