viernes, julio 19, 2013

“LA MARCHA DE LOS FELIPILLOS”


“Sí allá en Chile tienen su famosa “marcha de los pingüinos”, aquí en Perú y concretamente en Cajamarca, tenemos la “marcha de los felipillos”. Pero, mientras la “marcha de los pingüinos” es de jóvenes chilenos indignados y de impacto nacional, en contra de la privatización educativa y del modelo neoliberal; en Perú la “marcha de los felipillos”, es todo lo contrario, es una marcha de sirvientes de transnacionales, tal como durante la conquista española y la Colonia hubieron indígenas y caciques que traicionaron a los propios peruanos, al ponerse al  lado del pastor de chanchos, Francisco Pizarro. Sin duda la historia parece repetirse”. A.Z. Lingán.        
Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Un ligero balance de la marcha de los trabajadores y de los empresarios sirvientes de Yanacocha, muy bien catalogada como la “marcha de los felipìllos”, sugiere realizar las siguientes conclusiones:
Probablemente la trasnacional no haya quedado satisfecha con la marcha del día 16 de julio, lo cual obviamente merecerá una seria llamada de atención al Colectivo Cajamarca y al resto de sus felipillos, responsables visibles de la organización de dicha marcha. A mi modesto entender las razones serían las siguientes:
En primer lugar, no cabe ninguna duda que la publicitada marcha tuvo menor cantidad de participantes (estimado en dos o un máximo de tres mil)  que aquella otra marcha anterior, mas conocida como la marcha de las “dos piletas”, cuya cantidad se estimó, en ese entonces, en 8,000 personas). Ciertamente, la plaza de armas estuvo casi llena, pero siendo honestos y objetivos gran parte de ella fue cubierta, por un lado por “curiosos”, es decir, por personas que piensan que son “neutrales” y que dicen, no estar ni con los “anticonga” ni con los “pro conga”. Son aquellos que no son ni “chana” ni “juana” o “ni chicha ni limonada”; y, también, por aquellos que creen que al mismo tiempo se puede estar bien con dios y con el diablo; mientras que por otro lado, un amplio espacio, ubicado frente al atrio de la iglesia San Francisco, fue cubierta por los luchadores sociales, por la población consciente e inteligente que no está dispuesta a cambiar sus fuentes de agua ni por un plato de comida o por dos o tres meses de trabajo mal pagado. Hay que, agregar también, que la plaza de armas casi se llena con la gran cantidad de policías, cuya cantidad se estima entre 200 y 300, quienes armados hasta los dientes cuidaron más a los que protestaron contra el saqueo y la depredación, que a los que “ruegan” porque la minería termine con dicha depredación y dicho saqueo. Desde esta perspectiva, se puede afirmar que los “más convencidos” de que el genocidio contra la naturaleza continúe a cambio de trabajo, fueron ubicados muy cerca del estrado y de las oficinas de telefónica.    
En segundo lugar, queda claro que, cuando se impone la amenaza, la coerción y la manipulación, los resultados no van a ser los esperados, sino otros. Digo esto porque, la maza que logró traer la mina a su marcha, fue una maza sin entusiasmo, sin ganas de corear sus slogans y sin ganas para aplaudir. Lo cual es una señal que la amenaza, la imposición y el chantaje ya no le está saliendo bien a la transnacional, aunque exista miles o millones de por medio. Lo único que resaltaba y hacía eco en toda la plaza de armas era la voz del animador, gracias al millonario equipo utilizado. Esto explica el porqué la minera acostumbra a contratar buenos equipos y montarse buenos estrados, porque es consciente de que la gente que trae no grita ni muestra entusiasmo y ante esa situación lo único que resalta e impresiona son los buenos equipos, el estrados y la voz del animador. En realidad más entusiasmo y más convicción se observó en el otro frente, especialmente en las mujeres, quienes con coraje y convencimiento corearon cientos de veces el histórico “Conga no Va”, slogan que tal vez haya quedado impregnado en los cerebros de algunos policías que amenazantes como siempre, estuvieron  acordonando a los manifestantes.
En tercer lugar, En aras de la confusión y la distorsión de los hechos, los organizadores han cuidado de no aparecer o no dar la cara, presentándose en el estrado como oradores, tal como la población preveía. Preveía que iban a dar la cara, por ejemplo, Jorge Vergara,  Lucho Guerrero, Emilio Horna, Rosa Gálvez, Manuel Becerra o tal vez Absalón Vásquez, entre otros más o menos conocidos empresarios, tal como muchos de estos nombrados si lo hicieron en la marcha de las dos piletas. Esta vez utilizaron a otros felipillos, unos reverendos desconocidos, tanto del campo como de la ciudad, quienes al parecer manejaron un solo libreto, porque todos se dedicaron a decir que “quieren trabajo”, que “no quieren corrupción”, que “sin las inversiones privadas, Cajamarca no hubiera desarrollado”, etc., etc. Aunque también apareció un empresario, ex teniente alcalde durante el mandato de Marco La Torre, quien se dedicó a rendir loas y alabanzas a la inversión privada y a la paz. Claro, muchos de los que salieron a darle la mano a la minera, posiblemente son integrantes de muchas “empresas de servicios generales”, que están esperando turno para que la transnacional le de trabajo; o algunos dirigentes y pobladores que han recibido alguna oveja, chancho o gallina, días antes de la “gran marcha”.
No hay que pasar por alto, el hecho que tanto oradores y el moderador coreaban incansablemente algunas frases parecidas: “alto a la corrupción”, “el miedo se acabó”, “viva la dignidad, “nuestra marcha no es política”. Sólo faltó que corearan “Conga no Va” y la confusión era total. Habían momentos en qué muchos se preguntaban sí en realidad estábamos ante una manifestación de empresarios o una manifestación de los ambientalistas. Pero, claro, es aquí donde se evidencia la clara intención de confundir a la población; pero al mismo tiempo atraerlo a su favor. Por lo tanto, tales frases, salida de la boca de quienes durante 20 años se dedicaron a corromper conciencias, a sembrar miedo, a través de la amenaza y coerción y a meter a los políticos a sus bolsillos, son sólo el sebo rancio para atraer a los ingenuos y confundir más a dicha población.  La pregunta es ¿Les dará resultados la estratagema de mimetizarse verbalmente, es decir el uso de un lenguaje semejante al utilizado por el pueblo durante sus marchas y manifestaciones? Yo creo que no. Los políticos de derecha y los que explotan a los pobres también suelen utilizar en sus discursos un lenguaje muy parecido; pero el pueblo del siglo XXI ya no es aquel de los años 50, hoy está mucho más despierto. Además, creo que ya a la trasnacional se le está agotando todas sus estratagemas y todas le están dando pésimos resultados. ¿Qué estrategia utilizarán las próximas marchas? Sólo el devenir de la lucha directa del pueblo y de la historia lo dirá.
Finalmente, todo indica que los 200,000 soles otorgados por los varones de Yanacocha a los felipillos organizadores de la marcha no les dieron buenos resultados, puesto que habría sido otorgado con la condición de que, según el Felipillo mayor Jorge Vergara, entre otros, reúnan a por lo menos 40,000 personas y, en realidad, sólo logaron reunir aproximadamente 2000. Esto significa que la transnacional debe estar solicitando a sus felipillos urgente rendición de cuentas. ¡Creo que rodaran las cabezas de algunos operadores! Es más, de esas 2000 personas asistentes a la marcha, los campesinos, a quienes acostumbran darles propinas y comida para que asistan a sus movilizaciones, en el mejor de los casos habrían alcanzado un total de 200. A sus trabajadores no creo que le hayan dado ninguna propina de esos 200,000, ellos salen obligados, a cambio de no perder el puesto de trabajo. En fin, como dicen los paisanos cajachos, la verdad tarda pero llega, algún día se sabrá.


Escrito: 16 de julio del 2013

1 comentario:

Anónimo dijo...

newmont dice: viva los felipillos peruanos jajajjaa