Decíamos ayer que en las cuentas de
Yanacocha se ha logrado el milagro de elevar el costo de producir una onza de
oro a mayor velocidad que lo que subían los precios internacionales que todos
decían que era el despunte más fabuloso de la cotización de un commodities de
toda la historia. Con decir que en 1993, al inicio de las operaciones de la
minera se pagaba 376 dólares por onza de oro y se costeaba la unidad en 180
dólares; el 2005 (12 años después) el precio era de 445 dólares (un aumento de
18%) y el costo de 209 (16% más). El 2013, sin embargo, el precio había
disparado a 1,411 (217% de aumento desde el 2005) y el costo por unidad a 1,001
(379% de incremento en nueve años).
Pero aún con esta inexplicable distorsión
Yanacocha el 2013, debía haber obtenido utilidades antes de impuestos de 338
millones de dólares (1,487,327,000 de ingresos y 1,148,912,000 de costos
finales). Sobre esos costos recortados se habrían logrado alrededor de 90
millones de dólares de impuestos y canon, bastante menos que años anteriores,
pero aún en azul. Pero lo que se lee en la memoria de la empresa son pérdidas
por 562,307,000 millones, que se imputan al concepto de “deterioro de activos
de larga duración) por poco más de mil millones, lo que significa que el Estado
le queda debiendo a la empresa que pobrecita habría estado dilapidando su
plata.
Para explicar por qué una empresa que ya
está agotando la reserva de oro que explotó por 21 años y que ya no requiere de
maquinaria e instalaciones nuevas, aparece declarando un multimillonario
“deterioro de activos”, de un momento a otros (y no a través del tiempo, como
es de rigor), hay que recurrir a las cifras de inversión de los últimos años.
Ahí se ve que Yanacocha asume que ha estado gastando intensamente:
1,139,000,000 millones en 2011 y 1,022,000,000 el 2012, en rubros como equipos
mineros, infraestructura, preparación y otros, que sin duda no son para la
vieja explotación que ya no los necesita, sino para la nueva, es decir Conga.
Para decirlo en cristiano, Newmont-Buenaventura están sacando plata de
Yanacocha, que es otra empresa, colocándola en pérdida, para financiar sus
gastos en Conga, dejando de pagar impuestos y canon.
O sea que con el oro y la plata de
Cajamarca, se paga la “inversión” que se dice traerá un dinerote del
extranjero. Nada que ver, de la misma vaca salen las correas. Los famosos
reservorios los hacen los dueños de Conga, con la plata de su otra propiedad
evitando pagar impuestos y canon. Es
obvio que el gobierno, especialmente el MEF y la SUNAT, saben lo que está
pasando. Pero le dan más importancia a las bodegas de las esquinas que no
entregan comprobantes. Cajamarca que recibió 170 millones por canon del
ejercicio 2012, no recibirá nada del 2013.
13.05.14
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