Sociólogo: Avelino
Zamora Lingán
“Por Santos estamos pobres”, fue
una frase curiosa y sugerente cuya
autoría, según el diario local que lo publicó como titular de portada,
pertenecería al ex alcalde de Cajamarca Luis Guerrero Figueroa. No cabe duda
que dicho titular, más allá de ser una preocupante noticia, fue un efectivo
psicosocial, orientado a sensibilizar en torno a la ejecución del mega proyecto
Conga. En las líneas que siguen ahondamos un poco más sobre este sentido
problema social: La pobreza.
Hace pocos días, la
noticia “bomba” que lanzó el INEI fue lo referido a que Cajamarca ocupa hoy en día el primer lugar en pobreza
y pobreza extrema. No se sabe si tal difusión fue una cuestión coordinada
con el gobierno y con la transnacional, que está desesperada por ejecutar (al
100 %) el mega proyecto Conga, o si lo hizo con el único
propósito de difundir el estado real en la que se encuentran las
regiones de nuestro país. Me inclino por lo primero, considerando que en una
lucha contra un pueblo que se opone a la ejecución de un proyecto destructor
del medio ambiente, todo vale, hasta los datos sobre la pobreza, los cuales son
utilizados como verdaderos psicosociales. No es casual que una vez publicada
tal noticia tanto los políticos neoliberales, representantes del gobierno,
candidatos y sobre todo operadores asalariados de la transnacional, locales y
nacionales, hayan salido en coro a decirnos: “Si, pues, la pobreza y pobreza
extrema de Cajamarca se debe a la no ejecución del proyecto Conga”; “Estamos pobres, por culpa de Santos”,
“Cajamarca continuará siendo pobre si es que no deja que se ejecute el Proyecto Conga”, “por Santos estamos pobres”, o que
“Cajamarca, seguirá siendo pobre mientras se oponga a la inversión privada”. No
hay que olvidar que para los operadores de la mina y para los neoliberales del
gobierno “inversión privada” es sinónimo de “actividad minera”, puesto que,
para ellos, para los capitalistas, otro tipo de inversión privada no existe: No
existe, por ejemplo, la inversión en la agricultura, en la ganadería, en
agroindustria, en turismo, en artesanía, en forestación, en riego tecnificado,
en saneamiento, etc. etc., porque, según ellos, estos rubros no son rentables y
no obtienen sobre-ganancias tal como si lo obtienen a través del saqueo de los
minerales.
De todas las razones
que se han dado respecto a semejante ubicación de Cajamarca en el ranking de la
pobreza, una tiene especial importancia, es aquella que sostiene que “la
pobreza es culpa de Santos”, es decir del Presidente Regional actual, quien
apenas está poco más de tres años en tal cargo, concluyendo el mismo el
presente año. No obstante, los representantes de la región han salido a
defenderse, pero lo han hecho descalificando las cifras dadas por el INEI. Para
los funcionarios de la región la noticia de que Cajamarca ocupa el primer lugar
en pobreza extrema “no sería real”, puesto que “las cifras han sido manipuladas”
y “son mal intencionadas”. Argumentos que apuntan a sugerir que la aplicación del
“Nuevo Modelo de Desarrollo” tan pregonada por Santos, no tiene porque estar
generando más pobreza en Cajamarca. En este sentido, los funcionarios del GR se
están auto-engañando, y, al igual que los del Gobierno Central, están engañando
al pueblo, puesto que para nadie es un secreto que ese tan pregonado “Nuevo Modelo
de Desarrollo” no se sabe en que consiste, porque lo que se ha visto hasta el
momento (a menos de un año del término de la presente gestión) son acciones que
también gobiernos regionales anteriores lo pregonaban, es decir, sólo acciones
de forma, aisladas entre sí, y de escaso o nulo impacto socioeconómico, técnico
y cultural en las poblaciones. En todo caso, las acciones que realiza el
gobierno regional no son de tanto impacto socioeconómico como para llamarse
rimbombantemente “Nuevo Modelo de Desarrollo”. Un nuevo modelo de desarrollo
implicaría, por ejemplo, cambio de
estructuras; y, por ello, nuevos patrones de desarrollo en la
agricultura; o al menos una propuesta o alternativa de cobertura regional para
el minifundio; lo cual cambiaría también las condiciones sociales, económicas y
hasta culturales de la población campesina cajamarquina. De eso no existe pero
ni señales. Por lo tanto el “nuevo modelo de desarrollo” del que tanto pregona el
gobierno regional, deviene en una frase hueca, sin contenido y en un simple
cliché útil para la propaganda política pero no para un verdadero desarrollo.
No se puede hablar de “nuevo modelo de desarrollo” si es que primero no cambian
ciertas estructuras, que datan desde inicios de la república, incluso, desde la
colonia, las mismas que son precisamente
las principales trabas del desarrollo real.
Ahora, bien.
Considerando, la dialéctica del subdesarrollo, es decir, el desarrollo, pero del subdesarrollo, del
cual habla el científico social Gunder Franck, yo si creo que Cajamarca, y en
general todo el país, esté en un franco proceso de empobrecimiento. Por lo
mismo, no sería raro que las cifras dadas por el INEI sean ciertas. Pero de
allí a creer que el único responsable sea el actual presidente regional hay una
enorme distancia. La pobreza de Cajamarca, data desde épocas remotas, es
estructural, como ya lo indicamos. Aquí tienen responsabilidad no sólo Gregorio
Santos, sino sus antecesores como: Coronel,
Pita, Pesantes, Arroyo, y los antecesores de éstos; o mejor todavía, la
pobreza de Cajamarca, hay que ubicarlo en el marco de la división de clases
sociales (la acomodada y la pobre o la dominante y la dominada) Porque tampoco
es cierto que toda la población sea pobre o toda la población sea rica (En
Cajamarca, por ejemplo, ahora, hay un pequeño grupito de nuevos ricos,
consecuencia de la actividad minera, quienes han desplazado al grupo de ricos,
consecuencia de la actividad ganadera); verlo así, eso sería una visión
metafísica y falsa; puesto que desde una visión dialéctica, riqueza y pobreza
son conceptos que están unidos pero al mismo tiempo son opuestos o contrarios
(Unidad y Lucha de contrarios, una de las leyes de la dialéctica). Dicho esto, sostener que el responsable de la
pobreza es Gregorio Santos, no es más que una vil mentira, que se divisa a
kilómetros, como a kilómetros también se divisa que hay una intencionalidad
política y que es usada como un psico-social para presionar a la población
cajamarquina y así acepte si o si la ejecución del mega proyecto Conga, no
importa a costo de que se quede sin agua los próximos 15 ó 20 años.
Finalmente, Cajamarca
no es pobre, que a su población lo hayan ido
empobreciendo los sucesivos regímenes de turno, nacionales, regionales y
locales es otra cosa. La región Cajamarca es privilegiada por varias razones:
Es una de las más grandes del país, cuenta con recursos naturales, entre los
cuales agua, suelo, flora y fauna, pero que tales recursos también se
encuentren en franco proceso de destrucción, deterioro y contaminación debido a
la priorización del modelo de subdesarrollo extractivo-exportador, también es
cierto. La Región Cajamarca cuenta con las condiciones agroecológicas adecuadas
(pisos ecológicos quechua, jalca, yunga; factores climáticos adecuados, etc.)
suficientes para emprender un proceso de desarrollo de una agricultura
diversificada y ganadería intensiva, así como otras actividades que no sean
destructoras ni menos nocivas o perniciosas para la naturaleza y para el
ambiente. A la mayoría de la población
cajamarquina lo han ido empobreciendo con una serie de programas sociales, que
lejos de sacarlo de la pobreza, lo único que han generado es cultura de
mendicidad; desintegración y conflicto social, corrupción y clientelismo
político. En fin, por otro lado, después de todo, si es que Cajamarca ocupa
el primer lugar en pobreza y pobreza extrema, quienes deben estar felices y
contentos no es precisamente la población en tales condiciones, sino quienes suelen
gobernar, los grupos de poder económico, las transnacionales, puesto que son
quienes sacan mayor provecho y beneficio de una población en tales condiciones;
siendo, por ejemplo, uno de esos beneficios la presión social para lograr un
miserable puesto de trabajo y, obviamente allí es donde se le ofrece la
oportunidad a los empleadores para el chantaje: “te doy trabajo, pero a cambio
de tus lagunas”, “te doy trabajo pero a cambio de tu voto”, “te doy trabajo
pero no dices nada cuando contamino tus aguas o destruyo tus fuentes
acuíferas”, etc., etc. tal como se suele hacer con los regalos, fiestas y
comilonas, a propósito de las campañas electorales. En este contexto, la
pobreza de un país o una región, no es culpa de una persona; por más autoridad
que sea; es consecuencia de un sistema, de una estructura, que ha sido
construido por una determinada clase social: la clase social dominante. Y, sino
se hace ciertos cambios en ese sistema o esa estructura, toda autoridad, todo
gobernante sea local, regional o nacional, lo único que logrará es ese proceso
dialéctico que marcha inexorablemente unas veces acelerado, otras veces
lentamente: cual es el desarrollo del subdesarrollo, no sólo en Cajamarca sino
también en todo el país.
Escrito: 12 de mayo del 2014.
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