martes, mayo 27, 2014

La campaña de Rospigliosi (I)



A propósito de los ataques contra Gregorio Santos. Recordamos el pasado de Rospigliosi
(La Mula.pe)
El día de ayer, 25 de Mayo, Fernando Rospigliosi escribió “Mafia Roja en Cajamarca”, en donde vincula a Gregorio Santos con actos de corrupción, e incluso llega a compararlo con César Álvarez, ahora, ex Presidente Regional de Áncash. Finalmente lo señala como el artífice de llevar a Cajamarca a ser la región con más pobreza en el Perú. Rospigliosi se suma a los ataques contra Gregorio Santos, que buscan en el fondo impedir su reelección y con ello golpear al movimiento social cajamarquino.
No es un buen estilo “personalizar” la crítica, sino ir a las ideas de fondo, pero en el caso de Rospigliosi es inevitable. En la segunda parte de este artículo responderemos a las mentiras vertidas en su último artículo.
Fernando Rospigliosi debe ser el caso más representativo de metamorfosis política e ideológica desde Eudocio Ravines. Rospigliosi fue militante de Vanguardia Revolucionaria en los años 70´s y hoy es un fiel defensor de los intereses de la Embajada de Estados Unidos, información confirmada por un cable de Wikileaks, que lo menciona buscando apoyo de la Embajada de EE.UU., el año 2005, para “enfrentar” la candidatura de Ollanta Humala. 
César Hildebrandt retrata bien esta transformación:
“Y ese es el caso del señor Rospigliosi. Quienes lo recuerdan en Andahuaylas, adoctrinando a campesinos desde el púlpito de un comunismo dispuesto a tomar las armas, no pueden creer que hoy sea un empleado de la embajada de los Estados Unidos.”
“Es lógico: para matar el pasado, para autoborrarse, para no recordar qué fueron ni qué tuvieron que abandonar, se necesita la máxima severidad. Se diría que un extremismo sólo se olvida adoptando otro.”
Pero Rospigliosi no fue el único de su generación. A esta lista se pueden sumar una infinidad de personalidades como Nicolás Lúcar, Jaime Althaus, Agustín Haya, Gilberto Hume, entre otros. Este último, actual Director de Willax TV y esposo de Cecilia Valenzuela, con el cual Rospigliosi compartió militancia, transfugismo ideológico y hoy la misión de destruir a Gregorio Santos. Gilberto Hume fue responsable de trabajo cultura de VR, acá algo de su pasado:
Pero volvamos a Rospigliosi. Se convirtió al toledismo y asumió como su ministro del Interior. Fue responsable de la represión durante el “Arequipazo” del 2002, que llevó a la muerte de dos jóvenes. Muertes que aún permanece en la impunidad. Promueve los intereses de la embajada norteamericana en nuestra política, lo hizo en las elecciones del 2006 y lo volvió a hacer el 2011 con una serie de artículos destinados a allanar el camino de Keiko Fujimori a la Presidencia.
El encargo actual es destruir a Gregorio Santos, mentir y difamar para evitar su triunfo en las elecciones de octubre, y que así el proyecto minero Conga (donde existen intereses económicos estadounidenses) se implemente, las lagunas sean destruidas y el movimiento social desarticulado. En esta campaña cuenta con el respaldo de los más importantes medios de comunicación y el financiamiento de la gran minería. Hace un buen tiempo se aclaró la posición de inversión responsable y cuidado del medio ambiente del Gobierno Regional de Cajamarca, pero para el capitalismo salvaje esta no es razón para frenar la "inversión". El movimiento social y las fuerzas progresistas no pueden caer en este juego. Como señalamos hace un buen tiempo, en Cajamarca se definirá mucho del futuro de la política de nuestro país.



Mafia roja en Cajamarca
Santos tiene el dudoso mérito de haber ubicado a Cajamarca como el departamento con más pobreza en el Perú.
25 de mayo del 2014.- El calificativo de mafia roja no se lo han endilgado a Gregorio Santosy su grupo las empresas mineras, ni El Comercio, ni la Confiep, a quienes el presidente regional de Cajamarca atribuye todas sus desgracias. No. Se lo ha disparado la izquierdista Narda Silva, secretaria general del sindicato de maestros (SUTE Cajamarca) de su región.
Narda Silva tampoco acepta la versión de Goyo Santos de que todo es una maniobra de sus adversarios. “No creo que haya una persecución cuando hay una mala gestión”, ha dicho en una entrevista, desbaratando la explicación con que el presidente regional y sus amigos pretenden desvirtuar las serias acusaciones de corrupción que les han formulado la fiscalía y la contraloría.
“No tiene ni capacidad ni moralidad”, es la concluyente sentencia de Silva, que ha destronado a Patria Roja, el partido de Santos, del SUTE departamental.
En las últimas dos semanas se han detenido o dictado orden de captura a siete funcionarios y empresarios por casos de corrupción en el gobierno regional que preside Santos. El propio presidente regional ya está denunciado por cinco delitos: colusión agravada y simple, asociación ilícita para delinquir, cohecho pasivo propio y genérico.
El empresario y amigo de la familia Santos, Wilson Vallejos –hoy preso-, fue el afortunado ganador de licitaciones por ciento treinta millones de soles desde que Goyo es presidente regional.
Un colaborador eficaz ha entregado un cuaderno con las anotaciones del dinero que Vallejos le pagaba a Santos como ilegal comisión por las adjudicaciones dirigidas. Solo entre diciembre del 2011 y agosto del 2012 fueron 802.100 soles. Y esa no sería la única fuente de sobornos.
El caso de Cajamarca se parece en algunos aspectos al de Áncash. Un gobierno regional con mucho dinero del canon minero, asaltado por una mafia corrupta. También en el hecho de que esto se sabía desde hace mucho tiempo y nadie hizo nada.
La Comisión de Fiscalización del Congreso tenía un dictamen durmiendo desde mayo del 2013 en el que se detallan todas las corruptelas y delitos cometidos por Santos, Vallejos y funcionarios como José Panta y Juan Coronado, hoy presos o con orden de captura. Y no pasó nada. Recién hace tres días, cuando ya había estallado el escándalo, el Congreso lo remitió a la fiscalía.
Además, Santos tiene el dudoso mérito de haber ubicado a Cajamarca como el departamento con más pobreza en el Perú. Luego de la paralización de minas Conga, el despido de 7.000 trabajadores y la anulación de los contratos con medio centenar de empresas locales, vino el cierre de otros proyectos mineros en la región.
La recesión se instaló, los negocios decayeron, el desempleo y el subempleo aumentaron.
Pero no a todos les ha ido mal en Cajamarca con el conflicto de Conga. Al ex sacerdote Marco Arana le ha ido extraordinariamente bien. Según el diario cajamarquino “El Tiempo”, la ONG Grufides de Arana recibía unos 140.000 dólares de donantes extranjeros en el 2011, cuando estalló el conflicto. A partir de allí, con mucha habilidad, Arana convenció a los donantes, sobre todo europeos, que abrieran las arcas de la cooperación. Y los euros y dólares fluyeron a raudales.
Las subvenciones a Grufides se multiplicaron por diez, y esa ONG recibió, según cifras oficiales, un millón y medio de dólares entre los años 2012 y 2014, dinero que, por supuesto, no ayudó a los campesinos pobres –en cuyo nombre los pidió la ONG– a mejorar su situación.
Un antiguo periodista cajamarquino comenta con sorna que algunos partidos políticos tienen su ONG, pero Grufides es la única ONG que tiene su partido político, Tierra y Dignidad, cuyo caudillo es, por supuesto, Marco Arana.
En suma, lo ocurrido en Cajamarca demuestra que la corrupción no tiene ideología. La aureola de honestidad con que pretenden rodearse los izquierdistas es inexistente. Lo cierto es que no han tenido muchas oportunidades. Pero cuando las encuentran, como en Cajamarca, roban como los demás.
Por último, la pretendida unidad de las izquierdas es otra ficción. Están peleados, es todos contra todos sin solución. Por eso sus antiguos aliados no defienden a Santos, sino que esperan su derrumbe para disputarse sus despojos.
(Fernando Rospigliosi )
 

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