“Toda idea, cualquiera que ésta sea, surge en la mente de un individuo, a partir de su práctica cotidiana. No es posible que idéntica idea surja en la mente de un grupo de individuos, más aún de manera simultánea”. En esto consiste la diversidad de pensamientos. A.Z. Lingán.
Por
Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
“Aquí hace falta un líder”
es una frase muy pronunciada por los sectores populares, desde hace mucho
tiempo; y, cada día, es pronunciada con más insistencia y con mayor fuerza y de
manera generalizada, sobre todo, cuando se siente que nadie toma la iniciativa
para resolver los graves problemas socioeconómicos y políticos, por los cuales
atraviesa nuestro país. Aunque tampoco se espera un mesías o un salvador, pero
sí se aboga por un verdadero líder en el cual los sectores marginados y
oprimidos, tengan la confianza necesaria, para juntos construir una sociedad
más justa y humana. Atendiendo a esta inquietud es que decido escribir estas
cortas líneas, para juntos reflexionar sobre el importante tema del liderazgo.
En el
contexto actual, particularmente en las organizaciones sociales, instituciones
públicas y privadas y en el ámbito académico, es muy común utilizar la palabra
LIDER. Sin embargo es necesario explicar, desde nuestra perspectiva, lo que en
realidad significa este término:
¿Líder es
aquel que comanda, dirige o representa? NO. El que comanda se llama comandante;
el que dirige, dirigente y el que representa se llama representante. Esto para
no confundir términos, ya que hay una fuerte tendencia a llamar líder a un
dirigente, autoridad o a cualquier personaje que ejerza un cargo público o
privado.
En inglés,
el término líder se pronuncia LEADER que a su vez deriva del verbo to lead
que significa GUIAR. Por otro lado, los ideólogos de la globalización y de la
competencia económica sostienen que la palabra líder se origina en la palabra
LID que significa lío, competencia, desafío, reto, lucha, enfrentamiento.
Entonces desde esta perspectiva todos los seres humanos somos líderes
potenciales y nos declaramos la guerra de la competencia mutuamente. Así por
ejemplo, sostienen que desde que un niño va a la escuela o un joven va al
colegio o a un centro educativo superior se está planteando retos, desafíos,
metas, compite con sus compañeros por obtener las más altas calificaciones. Una
persona cualquiera se está planteando retos, desafíos todos los días, sólo un
alcohólico, un drogadicto o un vago ha perdido su potencial de líder.
Desde esta
perspectiva, nuestro país está lleno de líderes “potenciales”, además hay
universidades, academias, empresas, institutos, etc. que “forman” líderes. Es
más, muchas de estas instituciones declaran ser líderes ante la sociedad, es
decir, son “líderes en formar líderes”.
Lo que
acabamos de describir responde a una reducción conceptual del término al campo
exclusivamente técnico y económico, por no decir técnico y empresarial, lo cual
no está mal. Pero, desde nuestro humilde punto de vista, los problemas del país
no sólo son técnicos ni económicos, también son sociales y políticos. Peor aún,
los problemas críticos que actualmente atraviesa nuestro país, derivan del
aspecto político, o mejor dicho del sistema político vigente, obedecen a
voluntades políticas. Entonces, desde esta perspectiva, sí que es difícil
encontrar un líder o peor aún formar líderes.
Un líder
social o político es aquel que ve la realidad a nivel micro y macro, aquel que
problematiza y plantea alternativas de solución a ese mismo nivel. Por ejemplo
un líder sociopolítico fue Espartaco, Jesús, Gandhi, Martín Luther King, que
pese a que utilizaron el método religioso-espiritual, sobre todo los tres
últimos, lideraron luchas sociales con el propósito de liberar a millones de
personas de la esclavitud y del colonialismo; y, por ello, su pensamiento quedó
registrado en la historia para que sirva de ejemplo a la humanidad. Otros
líderes, con similar objetivo, a los anteriores fueron Marx, Lenin, el
Che, Mariátegui, Haya de la torre y, no
son pocos, los que sostienen que Fidel Castro es un Líder vigente en América
Latina, junto con el desaparecido Hugo Chávez; personajes que con su
pensamiento y acción buscaron la justicia social para las grandes masas
populares de los pueblos y, del mismo modo que los anteriores, su pensamiento
sirve de inspiración a muchos intelectuales, sindicatos, partidos políticos y
masa trabajadora en general, para aspirar a una sociedad más justa.
Un líder
sociopolítico tiene características personales que precisamente marcan la
diferencia con las del líder técnico- económico o empresarial:
ü Tiene
enorme capacidad para conocer y comprender objetivamente la realidad social,
más aún su propia realidad o su entorno.
ü Tiene
sensibilidad social, asume los problemas, intereses y necesidades de los demás
como si fueran los suyos.
ü Se
solidariza y sobrepone los intereses sociales sobre su propio interés.
ü El
verdadero líder y el dirigente no genera más seguidores, sino más líderes y más
dirigentes.
ü Sabe
escuchar a los demás, no impone sus criterios sino que los expone y los
sugiere.
ü Es
democrático, no discrimina, por ningún motivo, pero sabe distinguir bien entre
un rico y un pobre entre un marginado y un privilegiado.
ü Es
buscador de la justicia social, el bienestar y la dignidad humana
ü El
líder es humilde, honesto y sincero, no es una persona adicta a lujos ni ha
riquezas.
ü Es
un guía, un orientador, no un caudillo, protector, ni jefe. Por todo ello y
otras buenas razones más el líder sociopolítico atrae, no repele. Las
multitudes, las masas lo siguen por voluntad y porque saben que inspira
confianza.
Vemos, pues,
que el líder sociopolítico tiene cualidades personales que los demás no tenemos
y por ello, en estos últimos tiempos es difícil su presencia real. Pero como la
naturaleza es tan sabia no perdamos las esperanzas de que algún día exista un
líder que saque a este país de la grave crisis en que se encuentra. No
obstante, el reto, sobre todo, para la juventud, debe empezar ahora:
practicando la solidaridad y la democracia; comprendiendo los problemas de la
realidad social, siendo sensible ante ellos y buscando la justicia social,
desterrando esa frase matadora “a mí me han mandado a estudiar y no a hacer
política”, etc. puede que estemos frente a un líder sociopolítico. Recordemos
que el temple de un líder surge del fragor de la lucha de masas y no de las
universidades, ni academias, menos de los closets o de los buffets, ni de los
locales partidarios. En este sentido y parafraseando al gurú del liderazgo
empresarial, Peter Druker, diremos: “el
líder no nace, se hace”
No olvidar
que una cosa es ser líder técnico-económico (líder empresarial) y otra el líder
sociopolítico. El primero puede destacar en fabricar y vender calzado,
televisores, computadoras, celulares, etc. y es formado en las más grandes
academias, institutos y universidades modernas, en cambio el segundo es formado
en la universidad de la vida, es producto de su contexto histórico y de la
estructura social. Ahí tenemos a Espartaco y a Jesús, que no soportaron una
estructura social esclavista y altamente discriminatoria y por ello buscaron la
liberación de sus respectivos pueblos, en sus respectivos contextos; o a Marx que tampoco pudo soportar una
acumulación desenfrenada de riqueza a costa de la explotación del hombre por el
hombre, por ello desenmarañó el funcionamiento del capital para, sobre esta
base, construir su teoría sobre la construcción de una sociedad más justa y más
humana.
¿Qué los
motivó a estos personajes para que hagan historia de esta manera? ¿Fueron sus
intereses particulares?, ¿Su afán de hacerse ricos y famosos?, ¿Su espíritu de
dominio sobre los demás? NO. Sencillamente los motivó una palabra clave que
muchas veces se enuncia pero no se practica: Su SENSIBILIDAD SOCIAL, la misma
que hoy en día se ha perdido casi en el 99 % de los seres humanos, Hoy se rinde
culto al individualismo y al consumismo, desde diversos medios, incluso desde
los educativos, olvidándonos quizá que el Hombre es un ser social y político
por naturaleza, que cambia y transforma la sociedad, valga la redundancia en
sociedad, jamás lo hace sólo o individualmente.
Mayo 11, del 2014
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