miércoles, julio 09, 2014

LA RUTA TENEBROSA DEL SISTEMA EN EL PERÙ

Por: Ginés Silva Angulo
Cinco siglos siguiendo la misma ruta: la ruta del saqueo, del genocidio y la corrupción; cinco siglos tejiendo con impunidad absoluta una historia de opresión, injusticia y calidad de vida miserable para la inmensa mayoría de peruanos; cinco siglos de descomunal salvajismo imperialista apoyado por un Estado traidor y sus operadores políticos, jurídicos y de prensa, y con la garantía del ejército y la policía; cinco siglos en el camino del holocausto social, moral y de nuestros recursos naturales, arrasados por la maquinaria depredadora del imperialismo español, inglés, francés, norte americano y ahora multinacional, con sus secuaces Pizarro, los virreyes, la retahíla de capataces corruptos y ladrones que fungieron de gobernantes desde 1821 hasta el actual mercenario Ollanta Humala, salvo la excepción del gobierno de Juan Velasco Alvarado. Esta no ha sido ni es la ruta de estos traidores llamados gobernantes (a estos engusanados sirvientes del imperialismo nunca les alcanzó el cerebro ni la dignidad para desarrollar una ruta propia), es la ruta del fenomenal monstruo del imperialismo, que intrínsecamente no tiene agente de transformación; éste, es externo, pero está secuestrado por él y subyugado estructural y supra estructuralmente; se llama pueblo.

Cajamarca, azotada por esta mega y global lacra planetaria fue siempre postergada y precarizada apoyada en el centralismo, la politiquería y la corrupción de funcionarios ineptos, ladrones y serviles al gobierno central. Fujimori con su Constitución delincuencial preparó el instrumental jurídico para allanar el terreno legal, social y político, y profundizar el entreguismo, el salvajismo absoluto e impune en la explotación de nuestros recursos naturales. Así los neoliberales vende patrias convirtieron al Perú en el paraíso de las transnacionales y en el infierno de los peruanos. Con el cuento del desarrollo, de la lucha contra la pobreza, de la inclusión social, etc., el Estado abrió las puertas de par en par y una avalancha de transnacionales aterrizaron en diversas regiones de nuestro país y en diversos sectores económicos, extranjerizando más nuestra endeble economía. Nuestros recursos naturales y nuestro capital humano, como parias, en la orfandad jurídica y política, quedaron a expensas de la voracidad depredadora y criminal de las transnacionales. Después de 20 años de minería yanacochina en Cajamarca y casi dos siglos de inversión extranjera, podemos decir con la autoridad que nos dan los hechos que el cacareado postulado de que los vampiros transnacionales traen progreso, es sólo una vil patraña; los daños y pasivos de diversa índole que ha dejado y sigue dejando la minería en el Perú, particularmente en Cajamarca son inmensamente mayores a sus migajas. Empero, la impudicia, la sinvergüencería y la voracidad de estos criminales no tiene límites; después de esta hecatombe pretendieron y pretenden imponer el monstruosamente destructivo proyecto Conga.

El heroico pueblo de Cajamarca, al unísono, monolítico, levantó sus banderas en defensa de la vida, de su agua, de su potencial agrícola, ganadero y turístico y le dijeron ¡no! a este asesinato de la tierra y de la vida. Así como en Cajamarca, lo mismo hicieron otros pueblos en distintas regiones del Perú. Pero los dueños del sistema no duermen nunca, han seguido construyendo e implementando a través de sus operadores nuevas armas para continuar su ruta siniestra: ley que criminaliza la protesta, ley de Reforma Magisterial, ley SERVIR, ley de Reforma Universitaria y el último paquetazo que condona deudas millonarias a las transnacionales, les otorga mayores beneficios y garantías; a su vez elimina el derecho fiscalizador del pueblo. Para redondear su plan maquiavélico utiliza como caballito de batalla la lucha anticorrupción, pero no lo aplican en los verdaderos antros donde se encuentra la élite, las cabezas de la corrupción: el Congreso, el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, los ex gobernantes, las transnacionales, etc.: sus cañones aceitados anti corrupción los apuntan a los dirigentes populares, al pueblo. La verdad es que la corrupción es una de los aliados esenciales de este sistema, es su medio natural, sin ella no sobrevive; por ello, un gobernante, funcionario, dirigente, mientras más corrupto sea es mejor; en el fondo sea o no corrupto es irrelevante para sus propósitos; lo único que importa es que le digan ¡si! a sus apetitos desbocados, que no estorben y que limpien el camino de su ruta.. El cargo real por el que el ex Presidente Regional Gregorio Santos Guerrero ha sido detenido en forma arbitraria es haber cometido la blasfemia de haberle dicho ¡no! a Conga, sumándose al grito del heroico pueblo de Cajamarca, que es un grito de libertad y de justicia; si hubiera dicho ¡si!, no sería juzgado por los tribunales de las transnacionales, sino condecorado y tal vez canonizado.

El pueblo de Cajamarca exclamará hoy y siempre con el corazón henchido de coraje y dignidad y con su mente lleno de sabiduría:

¡CONGA NO VA!

¡BASTA DE PERSECUSIÒN Y DETENCIONES ARBITRARIAS CONTRA LOS HIJOS DEL PUEBLO! ¡LIBERTAD PARA LOS HIJOS DEL PUEBLO Y PARA NUESTRA PATRIA!

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